Villanueva de los Infantes
Ubicada al sureste de la provincia de Ciudad Real, en La Mancha, en una comarca regada por sus aguas subterráneas que dan lugar a algunos manantiales y arroyuelos, los cuales, verterán sus aguas al Jabalón y por este, transcurrirán hasta el Guadiana, a unos 30 kilómetros de Valdepeñas, entre jaras, tomillos y romero entre otros, en llanuras que anteriormente fueron encinares, dentro de un clima mediterráneo, en un territorio vinculado a la caballería, a las Órdenes Militares de Calatrava y de Santiago, la tierra que vio morir al autor de la “Historia de la vida del Buscón llamado Don Pablos”, D. Francisco Gómez de Quevedo y Santibáñez Villegas, encontraremos Villanueva de los Infantes, pues en esta villa fue donde finó el escritor. (0), (25).
En esta población, nació en la segunda parte del siglo XIX el que con el tiempo, sería el comandante de Infantería D. Gabriel Gil Sánchez, un oficial que resultó herido gravemente en los combates del 23 de julio de 1909,en unos sangrientos encuentros con los rifeños, acción que el diario “El Telegrama del Rif” del día 24 de julio, diría “ …Es de las que deben de escribirse con letras de oro en el libro de la historia de la patria…” (1). Este oficial, cuya historia irá ligada a la del entonces segundo teniente de Infantería D. José Fernández de Guevara y Mackenna, el cual, iba al frente de la segunda sección, de la segunda compañía del tercer batallón del Regimiento de Infantería de Melilla núm. 59, mandando la compañía, el capitán D. Gabriel Gil Sánchez, de la cual, tres secciones, protegían un repliegue de la Brigada Disciplinaria que iba a municionar.
Palabras que irán ligadas a la personalidad de este militar, el cual, participó en un período de 15 años, en tres guerras, (Margallo, Cuba y Campaña de Melilla), son “valor, abnegación y disciplina”, De hecho, la calificación obtenida en lo que a Valor se refiere, es “Acreditado”. De hecho, sobre el capitán Gil, escribiría el que sería su superior D. Enrique Guardado Corrás, a la hora de dar curso en Santa Clara el 19 de septiembre de 1897, a una petición de licencia, justificaría la misma diciendo del capitán:
“…Es de irreprochable conducta e inmejorables antecedentes según sus hojas de servicio y hechos, haciéndose acreedor al buen concepto en que está con sus jefes…” (4).
El capitán Gil, cayó mortalmente herido una vez desplegadas las secciones, motivo por el cual, el 2º teniente Fernández de Guevara, tomó el mando ya que creyó que su superior había fallecido y observando que el resto de oficiales, habían muerto o se hallaban heridos. Por esa acción, Fernández de Guevara que también murió, fue recompensado con el ascenso a 1r teniente y la Cruz Laureada de San Fernando.
D. Gabriel Gil Sánchez, datos biográficos (3)
Nació en Villanueva de los Infantes, provincia de Ciudad Real, el 15 de octubre de 1867, siendo hijo de D. Pascual Gil Gómez y de doña Teresa Sánchez Moreno. Opositó desde la vida civil, a la Academia General Militar en 1885, aprobando los exámenes de ingreso y haciendo efectivo el mismo, el 24 de septiembre del citado año. Estaba destinado en la 5ª compañía.
Tras superar con aprovechamiento, la primera etapa del plan de estudios establecido en dicha Academia, obtuvo el empleo de Alférez a los tres años de haber ingresado en la misma, el 13 de julio de 1889. Ampliaría a continuación sus estudios en el Arma de Infantería, los cuales finalizará con aprovechamiento hasta ser promovido al empleo de Alférez efectivo de Infantería el 21 de marzo de 1890.
Ascendió al empleo de primer teniente el Arma anteriormente citada, el 13 de julio de 1892. Casi un año después, el 22 de junio de 1893, solicitó a petición propia, el certificado de soltería para contraer matrimonio, cosa que hará el 13 de enero de 1894, al contraer matrimonio con doña Josefa de los Reyes Cañamaque Elías.
Aún, vendrían dos ascensos más, a capitán el 9 de octubre de 1897 y a comandante el 23 de julio de 1909.
Genesis de su carrera militar (3)
Ingresó tras haber superado los exámenes de accesos, el 24 de septiembre de 1885 en la Academia General Militar, lugar en el que permaneció hasta que tras haber superado el plan general de estudios establecido, y tras pasar los tres años reglamentarios en la misma, fue promovido al empleo de Alférez el 13 de julio de 1889, con antigüedad de esa fecha. A continuación, pasó a ampliar el plan de estudios en la especialidad del Arma de Infantería. Terminados los mismos, con aprovechamiento, fue promovido al empleo de de Alférez efectivo de Infantería el 21 de marzo de 1890, con antigüedad de esa misma fecha.
Su primer destino, al que se incorporó el 10 de abril de 1890, fue el Batallón de Cazadores de Cataluña núm. 1, de guarnición en Córdoba. Entró por primera vez en acción el 17 de agosto, aunque no era de guerra sino más bien de policía, en Jaén, lugar al que marchó encuadrado en la oficialidad de las tres compañías de su Batallón destinadas para restablecer el orden público, al frente de las cuales, iba el Teniente Coronel 1r Jefe del mismo, por los sucesos que en Jaén, tenían lugar. Posteriormente, marchó destacado a Linares, permaneciendo allí hasta el 2 de enero de 1891, fecha en que regresó a Córdoba, quedando en esta plaza de guarnición.
Este mismo año, a partir del 1º de octubre, pasó a desempeñar, nombrado por el Teniente Coronel 1r Jefe de su Batallón, la Comisión de Abanderado del mismo. Este nombramiento, había sido aprobado por el Capitán General de la Región Militar.
Por Real Orden de 13 de julio de 1892, le fue concedido el empleo de 1r teniente de Infantería, permaneciendo en su Batallón pero en destino del grado recién concedido, cesando eso si, en la Comisión de Abanderado del mismo.
Con motivo del viaje de los Reyes de España a Andalucía, su el Batallón de Cazadores de Cataluña núm. 1 y el 1r Teniente de Infantería D. Gabriel Gil Sánchez con él, recibió la orden de trasladarse a Sevilla el 4 de octubre de 1892, plaza en la que permanecería durante 1 mes, hasta el 4 de noviembre, fecha en que regresó a Córdoba, estando en esta hasta el 22 de diciembre, fecha en que marchaba a su ciudad natal Villanueva de los Infantes (Ciudad Real), con 1 mes de permiso con motivo de las fiestas navideñas.
Transcurría el año 1893 y en junio, D. Gabriel Gil Sánchez, solicitó el Certificado de Soltería el cual precisaba para contraer matrimonio con la que sería su esposa doña Josefa de los Reyes Cañamaque y Elías, nupcia, que se celebraría medio año después en Córdoba, concretamente el 13 de enero de 1894.
De servicio de cuartel y de guarnición, fue pasando el año hasta el mes de octubre. El día 9 del citado mes, junto a su Batallón, Cazadores de Cataluña núm. 1, salió para Málaga con la finalidad de embarcar con destino a Melilla, ya que la citada fuerza, iba a tomar parte en las operaciones militares que en territorio del norte de África, tenían lugar, hechos que serían conocidos como “La Guerra de Margallo”. El 28 del citado mes, embarcaba en el vapor de guerra “Isla de Cuba”, arribando a Melilla a la mañana siguiente, quedando alojado en El Polígono.
Entró en fuego con los rifeños, los días 30 de octubre, 1, 3 y 17 de noviembre, protegiendo a las fuerzas y trabajos de fortificación y, a la conducción y retirada de los convoyes que llevaban alimento, agua, municiones y otros pertrechos militares a los fuertes ubicados fuera de la plaza de Melilla. El 31 de diciembre, regresaba junto a su Batallón a Málaga. El fin de año, le sorprendió en el mar navegando.
Una vez en Málaga, marchó a Córdoba, hasta el día 13 de enero en que como ya se ha comentado, contrajo matrimonio, pasando muy tiempo después a disfrutar de dos meses de licencia, concedida por el Excelentísimo Señor Comandante en Jefe del 2º Cuerpo de Ejército. D. Gabriel Gil Sánchez, junto a su esposa, marcharon hacia Villanueva de los Infantes en Ciudad Real. Mientras, mediante una Real Orden de 28 de marzo de 1894, publicada en el Diario Oficial del Ministerio de la Guerra núm. 67, le eran dadas las gracias por su valor, abnegación y disciplina, observadas durante las operaciones practicadas en Melilla.
Se reincorporó al servicio activo una vez finiquitado el permiso concedido el 13 de mayo de 1894, quedando en servicio de guarnición en Córdoba hasta principios del mes de octubre (día 5), saliendo a Carmona para tomar parte en unos ejercicios particulares, los cuales habían sido ordenados por la Autoridad Militar que meses atrás le había concedido su licencia por matrimonio. Aquellos ejercicios, tuvieron una duración corta, de 5 días ya que el 10 de octubre, volvía con su Batallón a Córdoba.
En Cuba
Transcurría en sus tres cuartas partes el año 1895, efectuando servicio de cuartel y de guarnición, hasta que al año y muy pocos días (21 de octubre) de haber regresado de aquellas maniobras militares en Carmona, recibió la orden de ir a Ávila a recoger a los reclutas que se incorporaban al Batallón de Cazadores de Cataluña núm. 1, regresando con ellos a Córdoba el día 31. Su Batallón y él integrado en el mismo, marchaba a la Isla de Cuba ya que en sorteo celebrado y mediante Real Orden de 18 de octubre de 1895, se le mandaba marchar.
Salieron para Cádiz por ferrocarril el día 21 de noviembre y a la mañana siguiente, embarcaba en el vapor “Buenos Aires”, arribando a dicha isla el 7 de diciembre, desembarcando en el puerto de “Cabasieu”. A la mañana siguiente, emprendían la marcha hacia “Placetas”, para prestar servicio en conducción de convoyes y trenes y, recomposición de líneas telegráficas.
1896 no sería precisamente un año tranquilo para el primer teniente de Infantería D. Gabriel Gil Sánchez. Nombres como “Guaracabuya”, “Baez”, “Fomento”, “Potrero Hernando”, “Barrabás”, “Pedro Barba”, “Paso del río Perindingo”, “Río Zaza”, todos ellos en la jurisdicción de Placetas, irán ligados a su historial militar ya que a unos, condujo convoyes y en otros, mientras los conducía, sostuvo fuego con el enemigo. Así estuvo D. Gabriel, bajo las órdenes de su capitán D. Alfredo López del Castillo, durante el primer semestre del año, es decir hasta el 8 de junio, fecha en la que se incorporó a las demás fuerzas de su Batallón en el poblado de “Camarones”.
El día 23 de ese mismo mes, se incorporó a la Representación de su Batallón en la Plaza de Cienfuegos, donde se haría cargo de la Sección de Convalecientes, destino en el que estaría hasta finales de octubre (día 27), fecha en la que se incorporó a la columna mandada por el Teniente Coronel Jefe de su Batallón, D. Enrique Vázquez Sánchez con la que operó en la jurisdicción de Cienfuegos, lugar en los que entró en acción en “Terrenos de Ingenio Progreso”, enfrentándose al cabecilla rebelde C. Álvarez, en “Loma Mala”, “¿Tiquima” y “Platano”, acompañando a estos, de otros posteriores como fueron “Ociye”, “Harrabamiya”, “Tamarindo”, “San Narciso”, “Junco de Hoyo Padilla” y “Río Sanjuán”.
Si 1896, fue un año de acciones, combates y escaramuzas con los insurgentes cubanos, 1897, no se quedó atrás. Durante los primeros seis meses, es un corolario de lugares donde d. Gabriel Gil Sánchez, mantuvo en la provincia de Santa Clara, bajo las órdenes del Teniente Coronel D. Enrique Vázquez Sánchez en unas ocasiones, otras bajo las del General de División D. Luís Prats, en otras, bajo el mando del General de Brigada D. Juan Manrique de Lara, combates. (Ver relación en Anexo 1). Durante una de esas acciones de armas, destruirá el campamento del rebelde Quintín Banderas.
El segundo semestre de 1897, será más tranquilo ya que tuvo D. Gabriel que presentarse en la Representación de su Cuerpo en la Plaza de Santa Clara, por haber sido elegido “Suplente Habilitado” para el ejercicio económico de 1897-98, según constaba en Acta aprobada por el Excelentísimo Señor General Subinspector del Arma, en fecha 21 de junio. A este destino, se incorporó en la citada plaza en fecha 21 de julio, y en el que estuvo hasta el 21 de octubre en que cesó.
Durante este período, le fue concedida su primera recompensa, la Cruz al Mérito Militar de 1ª clase con distintivo rojo, por los méritos contraídos y el comportamiento observado, en la acción de armas que había tenido lugar en “Canseiro” el 9 de mayo de 1897.
El 1º de noviembre, marchó a La Habana, al objeto de disfrutar de 2 meses de licencia por asuntos propios.(A). Embarcó ocho días más tarde en el vapor “Isla de Panay”, desembarcando en Cádiz el 26 de ese mismo mes, marchando acto seguido a su ciudad natal, Villanueva de los Infantes (Ciudad Real).
Durante su estancia en Villanueva de los Infantes, ascendió al empleo de Capitán de Infantería, ascenso que le fue concedido por Real Orden de 9 de noviembre (D.O. núm. 153), a propuesta efectuada con anterioridad en 9 de octubre de ese año. También, en su ciudad natal y de permiso, pasó destinado a las Comisiones Activas y Reemplazos del Distrito de Cuba, en el cual, causaría baja el 19 de febrero de 1898, por haber resultado “excedente”.
Durante el año 1898, el recién ascendido a capitán de Infantería D. Gabriel Gil Sánchez, continuó disfrutando de la licencia concedida, la cual fue ampliada el 27 de enero, con dos meses más. (A).Habiendo causado baja en el destino anteriormente citado, como ya se ha comentado, por haber resultado “excedente” , pasó a la Primera Región (Madrid) hasta que por una Real Orden, publicada en el Diario Oficial núm. 89, pasó destinado a la zona de Reclutamiento de Córdoba número 17, destino al que se incorporó el día 1 de mayo de 1898 y en el que permaneció hasta ser destinado de nuevo por otra R.O., de 5 de julio, al Batallón de Cazadores de Cuba núm. 17, al que se incorporó el 1º de agosto en la ciudad de Córdoba.
El 21 de septiembre, marchó a Linares, para hacerse cargo de la 1ª Compañía de dicho Batallón de Cazadores, la cual se hallaba destacada en dicha localidad andaluza. Cabe decir, que en todos los destinos en los que estuvo durante este ño, prestó servicios de guarnición.
En enero, también se la había concedido una nueva condecoración, la Cruz de 1ª clase del Mérito Militar con distintivo rojo, por el comportamiento observado y los méritos contraídos, durante la acción de armas, que había tenido lugar el día 9 de abril del año anterior (1897), en “Hoyo Padilla”.
Tras los años de acción, vinieron en la carrera del capitán de Infantería D. Gabriel Gil Sánchez, que habiendo sido nombrado Ayudante de su Batallón por el Teniente Coronel Jefe del mismo y, aprobado por el General Subinspector de la Región, un período más tranquilo entre 1899 y 1907, en los cuales, irá de un punto a otro del sur de la Península Ibérica, prestando servicios de guarnición y efectuando maniobras militares, hasta que en 1907, marchará a Melilla y en la cual permanecerá hasta el final de sus días. Durante este período, recibió tres nuevas condecoraciones, una de las cuales, le fue concedida en permuta de una Cruz de primera clase del Mérito Militar con distintivo rojo.
Inició el año 1899 con su destacamento en servicio de guarnición en la plaza de Linares hasta que en abril se incorporó con la fuerza bajo su mando, a la Plana Mayor de su Cuerpo en Córdoba, ciudad en la que será nombrado Ayudante de Batallón por su Teniente Coronel Jefe hasta el 2 de diciembre de ese año en que cesará en el mismo. Será de nuevo nombrado Ayudante pero esta vez, desempeñará el cargo hasta el 10 de septiembre de 1906, fecha en la que cesará definitivamente en el mismo, por haber sido trasladado al Regimiento de Infantería de Melilla núm. 59, de guarnición en la plaza del mismo nombre.
Durante este año de 1899, concretamente y por Real Orden de 7 de enero, su Batallón sufrirá una modificación en su nombre ya que de Cazadores de Cuba núm. 17, pasará a denominarse, Cazadores de Chiclana núm. 17 y posteriormente, mediante otra Real Orden ,esta vez 31 de mayo, se denominará 2º de Montaña.
De Córdoba, marchará en julio por ferrocarril a Algeciras a los efectos de constituir su guarnición, quedando en la misma hasta el 2 de diciembre día en que regresará de nuevo a Córdoba y de esta a Cádiz, para regresar de nuevo a Algeciras, para incorporase de nuevo a su Batallón y ser otra vez nombrado Ayudante y que en fecha 2 de diciembre, había cesado en la misma.
Con la llegada del año 1900 y el cambio de siglo, D. Gabriel Gil Sánchez, no experimenta grandes cambios ya que en enero, se había incorporado de nuevo a su Batallón, y nombrado Ayudante del mismo. Sí que recibió “Mención Honorífica” por los servicios prestados durante la Campaña de Cuba no recompensados hasta el 10 de noviembre de 1897, fecha en que había regresado a España.
Continuó ese año y el siguiente, hasta el 5 de diciembre de 1901, efectuando servicio de guarnición en Algeciras, fecha en que por ferrocarril, se trasladó a Ronda (Málaga) a los mismos efectos de constitución de guarnición tal y como ya había pasado el 27 de julio de 1899 en Algeciras. Durante este año de 1901, le fue concedida por el General Subinspector de Andalucía, la Cruz de Carlos III, libre de todo gasto e impuestos, en permuta de la Cruz de 1ª clase del Mérito Militar con distintivo rojo que le había sido concedida el 16 de octubre de 1897 como recompensa a los méritos contraídos y el comportamiento observados durante la acción de “Canseiro” en Cuba y en fecha 9 de mayo de 1897.
Entre 1902 y 1904, continuó de guarnición en Ronda (Málaga), efectuando servicios propios y participando en las maniobras militares que tuvieron lugar, desempeñando a la vez, el cargo de Ayudante de Batallón.
En mayo de 1903, le fue concedida la “Medalla de Alfonso XIII”, creada en junio de ese año mediante Real Decreto y con la cual, se conmemoraba el Acto de Jura de Fidelidad a la Bandera de S.M. el Rey D. Alfonso XIII.
En octubre de 1904, marchó de Ronda a Sevilla a los efectos de dar guarnición a dicha plaza, para regresar una vez finalizado el servicio el 29 de ese mes a Ronda. Este año, lo fue también de guarnición y maniobras hasta el 10 de septiembre de 1906, fecha en la que cesa como Ayudante de Batallón al pasar destinado al Regimiento de Infantería de Melilla núm. 59 de guarnición en dicha plaza y a la que se incorporó el día 1 de octubre del último año citado y al cual, recién llegado, en el mes de noviembre, asistirá a la maniobras efectuadas por este Regimiento las cuales, eran dirigidas, por el Excelentísimo General Gobernador de la Plaza, D. José Marina Vega y las cuales una vez finalizadas, el capitán Gil, pasó a desarrollar servicios de guarnición.
El 19 de enero de 1907, sin moverse de la plaza de Melilla, pasó destinado al Regimiento de Infantería de África núm. 68, incorporándose a la mañana siguiente. En febrero, era nombrado Ayudante de Campo del General de Brigada D. Julián Alguacil García, cargo en el que cesó en agosto de ese mismo año, por haber sido de nuevo destinado al Regimiento de Infantería de Melilla núm. 59.
En este Regimiento del cual, ya no se movió, entró de nuevo en servicio de campaña, alternándolo con el de guarnición en Melilla, por haberse desatado la lucha entre rifeños y las entonces tropas imperiales del sultán. El capitán Gil, estará de servicio de campaña, alerta de día y de noche, vigilando los límites de Melilla con el territorio rifeño, desempeñando servicio de vigilancia y de seguridad y, en el relacionado con la seguridad de Melilla.
1908, fue un año de guarnición en Melilla, hasta el 14 de octubre que marchó con su compañía a La Restinga, hasta el 21 de diciembre que formando parte de la columna del General D. José Marina Vega, sale a practicar reconocimientos por los alrededores en territorio del Rif, llegando al Llano de Arkeman y el Zoco-el-Arbá, vivaqueando en el poblado de Muley-Alí-Cherif, hasta las estribaciones de Kebdana, y al regreso, practicó reconocimiento en los Pozos de Zenis. Regresó posteriormente a Melilla incorporándose al Cuerpo.
1909 : Los hechos
Según se publicó en la prensa, concretamente en “La Correspondencia de España” del 30 de julio de 1909, que los mismos tuvieron lugar de la forma siguiente cuando el Regimiento de Infantería de Melilla, acudía en apoyo de la Brigada Disciplinaria de Melilla, la cual, empezaba a tener problemas de escasez de munición. Había que sustituirla para que pudiera municionar. De este apoyo, se encargó el Regimiento de Melilla, entre los que destacó entre otros el jovencísimo 2º teniente D. José Fernández de Guevara y Mackenna, el cual, al resultar de las compañías desplegadas la mayoría de la oficialidad muerta o herida, tomó el mando y se lanzó al ataque, resultando muerto en el mismo, siendo por esta acción, recompensada con la Cruz Laureada de San Fernando y, el ascenso con antigüedad de ese mismo día a 1r teniente. En ese preciso momento, fue cuando el también valeroso capitán de Infantería D. Gabriel Gil Sánchez, cayó gravemente herido, creyéndose que había fallecido en el combate. “La Correspondencia de España”, recogió y dio a conocer a la opinión pública de toda España, el hecho, con la siguiente noticia (textual): (10).
“…El día 23 a las cinco de la mañana las compañías mandadas por los capitanes Nieto y Serena, rompen fuego contra numerosos y nutridos grupos de moros, que ocupan unas lomas que nuestros bravos. El enemigo no cesa de hacer fuego. A las siete de la mañana, a consecuencia del fuego constante que se viene haciendo, escasean las municiones. Aizpuru manda al teniente Carranco que marche al Hipódromo, en donde se provee de ellas.
El enemigo se percata de la terrible situación de las compañías disciplinarias, abandona las trincheras y acomete con terrible coraje a los bravos soldados, que resisten con serenidad y heroísmo, sufriendo muchas bajas. Entonces es cuando el capitán Gil de Melilla, acude en auxilio de sus compañeros, avanzando con denuedo. Al llegar el teniente Carranco, nuestras fuerzas se ven obligadas a replegarse, constantemente batidas por el nutrido fuego de los kabileños. Aizpuru con energía suprema, reorganiza a los disciplinarios y manda cargar a la bayoneta, coronando las alturas.
En esta acción recibieron heridas gravísimas el capitán Gil, el teniente Alberto Molina y el médico Moreno, que se portó valerosamente. Igualmente el teniente Sánchez Prats, el sargento Blanquer y el cabo Martínez son bajas en las filas, víctimas de graves heridas de balas…”
De hecho, sobre el fallecimiento en combate del capitán D. Gabriel Gil Sánchez, “ABC” del 28 de julio de 1909, llegó a publicar (textual): (18).
“…El capitán D. Gabriel Gil Sánchez tuvo también gloriosa muerte. Lanzóse como un león sobre el enemigo y una bala le dio en el pecho. En el momento en que caía en tierra una granizada de proyectiles acribillaba su cuerpo. Pero las tropas avanzaban, el enemigo huía, y más de 50 moros cayeron a tierra, destrozados por la furia heroica de nuestros infantes…”
Del capitán Gil, se habló también de su comportamiento en el combate y del que se decía en el mismo períodico (textual). (10).
“…El bravo capitán Gil, herido gravemente tres veces durante el combate del día 23, sin que se preocupase para nada de su estado ante el peligro que corrían sus soldados, es un ejemplo más de heroísmo…”
De hecho, según el parte oficial de los combates del 23 de julio, (Sidi-Musa) en el momento de caer el capitán Gil herido gravemente, dándole incluso inicialmente por muerto, acababan de desplegar las compañías del Regimiento de Infantería de Melilla núm. 59, de las que Gil, se hallaba al mando de una, que siguiendo órdenes del General del Real, acudían en auxilio de la Brigada Disciplinaria de Melilla, la cual empezaba a tener serios problemas de carencia de munición. (11).
La Brigada Disciplinaria, había salido el 23 de julio de 1909 junto a una sección de la Batería de Montaña y a una parte del Escuadrón de Caballería de Melilla, habían salido del Campamento del Hipódromo a las 04:30 horas de la mañana, con destino a las alturas próximas del poblado de Mezquita y en las que fue recibida dicha fuerza con nutridísimo fuego rifeño. (11).
La Artillería entró en acción incluso en ocasiónes con fuego rápido y a una distancia inferior a los 800 metros, hasta agotar las municiones, cosa que la obligó a ponerse a cubierto, a la espera de ser de nuevo municionada. (11).
Detrás de la columna ya mencionada (Disciplinario, Artillería de Montaña y parte del Escuadrón de Caballería), salió el General 2º Jefe del Gobierno Militar de Melilla al frente de 2 compañías, una de cada regimiento de la fuerza que guarnecía la plaza, las cuales llegadas hasta el momento al Hipódromo y que habían sido designadas para participar en las operaciones, además de parte del ya referido Escuadrón de Caballería y de una sección de la Batería de Artillería del grupo Mixto de Melilla. (11).
Esta fuerza, fue ubicada delante de los Lavaderos de Mineral, procurando extenderla hacia la izquierda, hacia el Barranco del Lobo e intentar entablar contcato con la columna del coronel D. Venancio Álvarez Cabrera de Nevares de la cual, no se tenían noticias (dicha columna, había salido la noche del 22 de julio, a los efectos de sostener la posición de Sidi-Musa y a la cual, había llegado al amanecer tras una lenta marcha durante la cual había sido ligeramente hostigada por los rifeños sin contestar al fuego. Parte de la columna, entró en Sidi-Musa y el resto, quedó junto a la Artillería en la explanada exterior. Álvarez Cabrera, sobre las 06:00 horas de la mañana, con parte de la fuerza a sus órdenes, marchó sobre las laderas del Monte Gurugú, desde donde les hacían fuego, avanzando unos 500 metros, expulsando a los atacantes y consolidando la posición, dejando no obstante junto a otros oficiales como el capitán D. Fernando Fernández de Cuevas y Ramón del África 68, la vida en dicha acción), ignorando la fuerza del General del Real lo que había sucedido, suponía a la columna entre Sidi-Musa y el Barranco del Lobo. La Caballería, envió también patrullas a los efectos de localizar a la columna de Álvarez Cabrera, con resultados negativos. (11).
Mientras tanto, se abrió fuego sobre los rifeños por parte de la sección de la Batería de la Artillería Montada y posteriormente de toda la misma, la cual era protegida por una compañía del Regimiento de África núm. 68, llegando el aviso de que no sólo las baterías de Montaña enmudecían por falta de munición sino que como ya se ha referido, la Brigada Disciplinaria estaba a punto de agotar las suyas y que carecían de medios para reponerlas. En ese momento, el General del Real, disponía que la 2ª Compañía del 3r Batallón del Regimiento de Infantería de Melilla núm. 59, relevara a la Disciplinaria para municionar, arreciando y endureciéndose en ese momento el fuego enemigo. Es en ese instante del despliegue de las citadas compañías en que cae el bravo capitán de Infantería D. Gabriel Gil Sánchez. Desplegaba además de la 2ª Compañía del 3 Batallón de Melilla 59, la 1ª del mismo batallón, siguiendo las órdenes dadas por el teniente coronel jefe del Disciplinario al capitán Gil.(11). (14).
Sobre como cayó herido el capitán Gil, se llegó a escribir en “La Correspondencia de España” del 26 de julio de 1909, que había sido uno sólo el tirador y que fueron cuatro los disparos que le alcanzaron. Dicha nota decía (20):
“…En las posiciones de Mezquita la lucha es terrible. Un moro, situado detrás de un parapeto de piedras dispara cuatro veces contra el capitán Sr. Gil del Regimiento de Melilla, que le producen otras tantas heridas en el pecho, en la pierna izquierda y en un brazo…”
De la dureza del combate ya calificada de “terrible” en la noticia anterior, y en el momento de caer el capitán Gil, quedan los testimonios de algunos declarantes en el expediente de Juicio Contradictorio iniciado a los efectos de concedérle la Cruz de la Orden de San Fernando al entonces 2º teniente D. José Fernández de Guevara y Mackenna, del mismo regimiento de Infantería que el capitán D. Gabriel Gil. (12).
Así pues, el General D. Pedro Del Real y Sánchez Paulete, declaraba el 1 de enero de 1910:
“…Sé como testigo presencial que el citado segundo teniente que mandaba una de las secciones de la 2ª compañía del 3r batallón del Regimiento de Melilla, y con ella se mantuvo en el flanco izquierdo de la posición, batiéndose bizarramente y siendo la única fracción que se sostuvo en su puesto, cuando las fuerzas de la Brigada Disciplinaria tuvieron que retirase ante el vigoroso ataque del enemigo y que se desbordaba por todas partes…”, más adelante en su declaración, el General del Real, manifestaba refiriéndose a la compañía ya citada, “…que era la que mayor número de bajas, pues fueron 10 los muertos y 22 los heridos, entre aquellos el citado teniente y entre los heridos el capitán de la compañía (Gil Sánchez) fallecido después en el Hospital Militar…”. (12).
Otro de los declarantes, fue el primer teniente D. Narciso Villalón en Melilla el 10 de enero de 1910:
“…Como testigo presencial sabe que encontrándose el teniente Guevara en fuego con su sección desplegada en guerrilla en el sitio en que el ataque del enemigo fue más enérgico vió que animaba a sus soldados con su ejemplo y que en el momento en que el enemigo llegaba a asaltar por la posición por áquel sitio y en que el capitán (Gil) de la compañía era herido, él poniéndose al frente de los suyos para contener y dominar la momentánea vacilación de la tropa producida por el efecto que le causaba las numerosas bajas de su sección, cuyas clases fueron todas muertas o heridas al mismo tiempo que el capitán de la compañía (Gil) se sostuvo en su puesto hasta que fue herido al llegar al combate cuerpo a cuerpo…”. (13).
El sargento de Infantería D. Ramón García, manifestaba el 16 de enero de 1910 al describir la situación:
“…Como testigo presencial sabe que haría un cuarto de hora estaba en fuego con su sección cuando inopidamente se presentó un grupo de moros por el ala izquierda con tendencia a envolver la guerrilla y a distancia de 50 metros…” (15).
El cuerpo herido del capitán Gil. Fue al parecer rescatado por la compañía del Regimiento de Infantería de Melilla núm. 59, mandada por el capitán D. Ildefonso Infante, el cual, dejando mantas y morrales, cargó a la bayoneta contra el grupo de moros que se hallaba ya entretenido en saquear a los cadáveres y heridos, entre ellos el del capitán Gil. Fueron rescatados los cuerpos de heridos y muertos, siendo recuperadas cajas de municiones, destacándose en esta acción, el soldado D. Agustín Coronado Ortíz. (17).