ÉRASE UNA VEZ MELILLA

ÉRASE UNA VEZ MELILLA
GRUPO DE ESCUELAS MIXTAS

EN EL BARRANCO DEL LOBO

viernes, 22 de enero de 2010

El capitán Melgar ( 1 )




D. Ángel Melgar Mata




Capitán de “Los Arapiles núm. 9”, Ayudante


Honorario de S.M. el Rey D. Alfonso XIII

“…Al frente de tres compañías del batallón de Cazadores de Arapiles nº 9 al que pertenecía, atacó briosamente a numeroso enemigo apostado en el Barranco, alentando a su tropa y dándole constante ejemplo de valor y energía, sufriendo dos heridas, en una pierna y en el cuello, que a pesar de la importancia que debieron tener, no aminoraron ni un momento su decisión, ni fueron bastantes a impedirle continuar con igual brío el avance y la lucha, hasta que otra bala le produjo herida mortal en el pecho. Considerando que estos hechos se hallan comprendidos en el caso séptimo de artículo 27 de la ley de 18 de mayo de 1862, el Rey…,ha tenido a bien conceder al capitán don Ángel Melgar y Mata, la cruz de segunda clase de la Real y Militar Orden de San Fernando.
Madrid, 22 de julio de 1912.
Luque…” (1).

Don. Ángel Melgar y Mata (*1876 +1909). (2)
Este oficial toledano, nacido en Romeral, población de dicha provincia, el 27 de enero de 1876, era hijo de don Sebastián Melgar Díaz y de doña Eloisa Mata Parra. En su partida de bautismo, podemos leer:
, al margen “…Ángel José Higinio de Sebastián de Melgar y de Eloisa Mata = Enero – 16 – 76…”, “…En la villa del Romeral Arzobispado y Província de Toledo, en diez y seis de Enero de mil ochocientos setenta y seis : Yo Don Mariano López Ortega Pbro y cura propio de su única Iglesia parroquial de Santa María de dicha villa: Bauticé solemnemente un niño que nació el día once de dicho mes y año = hijo legítimo de Sebastián Melgar y de Eloisa Mata = Abuelos Paternos = D. Miguel y Dª Josefa Díaz = Maternos = D. Ventura y Dª Vicenta Parra: El abuelo materno natural de Madrid y la abuela natural de Toledo, siendo la amadre del bautizado natural de Oñate, y los demás de esta villa. Púsele por nombre Ángel José Higinio. Fue su madrina Tomasa Tapia , a quién advertí el parentesco espiritual y demás obligaciones que había contraído. Y lo firmé

Mariano López Ortega…”

Tras sus estudios de infancia y juventud, ingresa en la Academia de Infantería de Toledo con diecisiete años, un 27 de agosto de 1893, fecha en que fue filiado como alumno, en virtud de Real Orden de 16 de agosto de 1893. (35).
Permanece en ella, durante menos de dos años, continuando un plan de estudios abreviados dado que las circunstancias nacionales, así lo exigían. Las notas de concepto fueron:
Valor: Acreditado.
Aplicación : Mucha.
Capacidad : Mucha.
Conducta : Buena.
Puntualidad en el servicio : Mucha.
Salud : Buena.
Estado : Soltero.
Estatura : Un metro seiscientos setenta centímetros.

Instrucción
En ordenanza : Mucho.
En táctica : Mucho.
En procedimientos militares : Mucho.
En detall y contabilidad : Mucho.
En teoría y práctica del tiro : Mucho.
En arte militar : Mucho.
Traduce el francés.

Tras haber superado el plan de estudios, es promovido al empleo de 2º teniente de Infantería y se incorporó al Batallón de Cazadores de Manila núm. 20, en junio de 1895. Contaba con 19 años. A lo largo de su carrera militar, pasaría por diferentes destinos que fueron:

En la Academia de Infantería de Toledo, desde el 27 de agosto de 1893 hasta finales de junio de 1895.
En el Batallón de Cazadores de Manila núm. 20, hasta fin de octubre de 1895.
En el Batallón de Cazadores de Puerto Rico núm. 19, hasta fin de enero de 1898.
En el Batallón Provisional de La Habana núm. 1, hasta fin de febrero de 1898.
En situación de Reemplazo en la 1ª Región, hasta fin de marzo de 1898.
En el Regimiento de Infantería de Guipúzcoa núm. 53, hasta finales de julio de 1898.
En el Colegio de Huérfanos de Infantería de María Cristina, hasta finales de noviembre de 1898.
En el Batallón de Cazadores de Puerto Rico núm. 19, hasta finales de enero de 1899.
En el mismo batallón pero siendo ahora Batallón de Cazadores de Talavera núm. 19, hasta finales de junio de 1899.
En el mismo batallón, pero con nueva denominación, como 4º Batallón de Infantería de Montaña, hasta finales de octubre de 1902.
En el Batallón de Cazadores de Puerto Rico núm. 7, hasta finales de 1903.
En el Regimiento de Infantería Inmemorial del Rey núm. 1 hasta finales de 1905.
En el Batallón de Cazadores de Arapiles núm. 9, hasta finales de julio de 1909.

En el Batallón de Cazadores de Manila núm. 20. (35)
En este batallón, coincidirá con el teniente de Infantería D. Eduardo López-Nuño Moreno, que resultará también fallecido en los combates del 27 de julio de 1909 en el Barranco del Lobo, el cual, al igual que el capitán Melgar, será recompensado por el comportamiento y méritos contraídos en el combate, con la Cruz Laureada de San Fernando.
El entonces 2º teniente de Infantería D. Ángel Melgar Mata, destinado en el Batallón de Cazadores de Manila 20, prestará servicio de guarnición en Madrid hasta el 19 de julio de 1895, fecha en que con su batallón, marchará a Aranjuez. En esta, desarrollará servicios ordinarios hasta el 12 de agosto de ese mismo año, en que marchará al cantón de Alcalá de Henares y de esta, al Real Sitio de El Pardo, efectuando los servicios ya mentados. En El Pardo, estará hasta finales de octubre de 1895 ya que por Real Orden, pasará destinado al Batallón de Cazadores de Puerto Rico núm. 19.

En el Batallón de Cazadores de Puerto Rico núm. 19. Rumbo a Cuba. (35)
Se incorporará, el 5 de noviembre de 1895 en el campamento de Carabanchel. Aquí permanecerá hasta el 22 de ese mismo mes, momento en que pasó destinado al Batallón Expedicionario de Cuba. Marchó a Cádiz por ferrocarril, ciudad donde llegó el día 24 de noviembre para embarcar en el vapor “Cataluña” con rumbo al Caribe.

Desembarcó al mes siguiente día 9 de diciembre, en la localidad cubana de Cienfuegos. De ahí, marchó a Cuevas y por ferrocarril a Sancti-Spirituo y de esta, al Ingenio San Agustín. Su batallón, fue encuadrado dentro de la 3ª media Brigada de la 2ª Brigada de la 2ª División del 2º Cuerpo de Ejército, al mando respectivamente del coronel D. Enrique Segura, D. José Aizpurua, D. Adolfo Jimenez Castellanos, D. Sabas mazón.



Con los Cazadores de Puerto Rico núm. 19, en la “Perla del mar Caribe”: Cuba. (35)
1895. Al llegar a la isla de Cuba, concretamente a Cienfuegos, junto al batallón de Cazadores de Puerto Rico núm. 19, el 7 de diciembre de 1895, partió el 16 del mismo mes a Cunas de Zaza y ese mismo día y por ferrocarril, marchó a Sancti-Spirituo, donde permaneció hasta el 12 de enero de 1896, en que acampó en el Ingenio San Agustín.

Su batallón por Orden General dada por el Excelentísimo Señor General en Jefe, pasó a integrarse en la 3ª media Brigada de la 2ª División del 2º Cuerpo de Ejército, al mando respectivamente del Coronel D. Enrique Segura y Generales D. José Aizpurúa, D. Adolfo Jiménez Castellanos y D. Sabas Mazón.

Dias más tarde, el 15 de enero, bajo las órdenes del coronel de la media Brigada y 1r Jefe del Cuerpo, D. José García Urquijas, sale a recorrer varios ingenios, entrando en fuego con los insurrectos, a la mañana siguiente, en un pequeño encuentro en Cañada Majagua. Los insurrectos cubanos, sufrieron dos muertos y un herido. Retornó a sostener tiroteos el día 17, es decir apenas 24 horas después de los hechos de Cañada Majagua.

Regresó a Sancti-Spirituo el 18 de enero y, cinco días más tarde y por ferrocarril, vuelve a Cunas de Zaza, donde al llegar, embarcará con destino a Batabano, donde arribó el 24. Ese mismo día, por y por ferrocarril, parte a Guinas y Mirador de Reyes, quedando en esta última, prestando servicio de campaña y practicando el 28 de enero, reconocimientos en los poblados de Bolandrón y Corral Falso.

1896. Destinado en la provincia de Matanzas, practica varios reconocimientos bajo las órdenes de su teniente coronel D. José García Urquijas, encontrándose el 19 de enero en el combate de Guiza de Macuriges. Dos días más tarde, combatía en Lomas de Lucionar. Posteriormente, quedaría con su compañía en el poblado de Alfonso XII prestando servicio de campaña y fortificación.

En Alfonso XII, estuvo hasta el 2 de febrero ya que en esa fecha, por ferrocarril, reemprendió la marcha para unirse al resto de su batallón el día 4 de ese mismo mes en Cuba de Agua, en la provincia de Habana.

Continua operando en las provincias de Habana y Matanzas, bajo las órdenes inmediatas del coronel de Estado Mayor D. Francisco Galvis, con el que el 5 de marzo, en La Marquesita entrará en acción contra las partidas insurrectas de Máximo Gómez. Este mes de marzo, resultará movido al segundo teniente D. Ángel Melgar Mata, ya que sostendrá dos encuentros más con el enemigo a parte de la ya mentada, (día 9, Potrerillos y Villas, día, 13, combates de Río Palma).

Continuó efectuando servicio en las provincias citadas y, bajo las órdenes del teniente coronel de su batallón y jefe de columna, sr D. Guillermo Pintos Ledesma, participa en la acción sostenida el 7 de abril contra las partidas de los insurrectos Masot y Castillo, que se libró en el Ingenio La Morenita, acción que no iba a ser la última de ese mes, dado que los días 8 y 9, combate en los encuentros de los Ingenios Mi Rosa y Potrero Arango. Dos días más tarde, toma parte en la acción de Río Blanco y Lomas del Navío y, el 14 se halló en los combates sostenidos en la Chirigota e Ingenio Luisa. Por los méritos contraídos y el comportamiento observado durante la acción sostenida en el Ingenio Manolita, se concedió al segundo teniente D. Ángel Melgar y Mata, su primera condecoración, la Cruz al Mérito Militar con distintivo rojo. Dicha propuesta, fue aprobada por el Excelentísimo General en jefe el día 7 de mayo y, confirmada por Real Orden de 20 de junio, publicada en el Diario Oficial núm. 137.

El 23 de abril, se reorganizó la columna de la que Melgar formaba parte, en San Felipe (Habana) y bajo el mando del teniente coronel D. Guillermo Pintos Ledesma, se traslada con su batallón a la provincia de Pinar del Río. Aún, sostendrá este mes, acciones el día 26 contra partidas insurrectas de Perico Delgado en Las Lomas del Rubí.
Continuó desarrollando su servicio de campaña durante el mes de mayo, bajo el mando del jefe accidental de la columna, D. Eduardo Francés y con él, asiste a los combates librados en el derruido pueblo de Cabanas, Ingenio Manolita, Lomas del Vigía e Ingenio Garro, sostenidos los días 4, 5, 6 y 12 de mayo.
Reincorporado de nuevo a la columna del teniente coronel D. Guillermo Pintos Ledesma, bajo sus inmediatas órdenes, entre el 26 de junio y el 30 de agosto participa en las acciones de Callejón del Brujo, Taman Lipas, san José, Patrón Alfaro y el día 30 de agosto en la de Patrón Lastra. Por los méritos contraídos y el comportamiento observado el día 26 de junio, en El Callejón del Brujo, le fue concedida una Cruz roja al Mérito Militar de primera clase y pensionada, confirmada en el mes de diciembre y para la cual había sido propuesto en septiembre. (R.O. de 7 de diciembre, D.O. núm. 278).

Su jefe de columna, dispuso el 10 de septiembre que la compañía en la cual, estaba destinado el segundo teniente D. Ángel Melgar, que salieran a practicar reconocimientos, hallándose la misma, bajo el mando del capitán D. Eloy San Sebastián. Encontraron al enemigo en la Finca Gloria y San Pablo, lugares donde se les batió y dispersó.

El 11 de octubre asistió con su batallón que se hallaba bajo el mando del Jefe de la Columna, Sr. Pintos Ledesma, a la acción de Potrero Lage y nueve días más tarde, el día 20 de ese mismo mes, participó Melgar, en las acciones de Ojo de Aguja, Salto del Chivo y Monte Escalera, tomándose a los insurrectos y a la bayoneta, importantes posiciones que tenazmente defendió. Por esta brillante acción, las tropas fueron felicitadas en nombre de S.M. y del Gobierno español, mediante cablegrama de fecha 22 de octubre. Por el comportamiento observado durante el combate y los méritos contraídos, durante los citados combates, le fue concedida en enero del año siguiente (R.O. de 30 de enero y D.O. núm. 24), una segunda Cruz roja al Mérito Militar pensionada.
De nuevo, en servicio de campaña hasta el 24 de octubre, fecha en que de nuevo entra en acción en los encuentros de Lomas del Ponce y Cervantes.

7 de noviembre, marcha con su batallón a la provincia de Pinar del Río y se incorpora en Maziel a la columna que operaba bajo las órdenes directas del Excelentísimo General Jefe, D. Valeriano Weyler. Junto a este último, asiste el día 10 de ese mes, a los combates sostenidos en Las Lomas del Rubio y del Rosario y el día 12, a la que tuvo lugar en Las Lomas de Merced.

Durante el mes de diciembre, participará en las acciones de Sabana Maíz, (1/12), Cacho (1/12) y La Gallarda, (1/12), Loma del Retiro (26/12) y, Hoyo Colorado (28/12).

1897. Bajo las órdenes del teniente coronel D. Guillermo Pintos Ledesma, el primero de enero participa en varios combates como Ingenio Felipa y Asiento del Limonar. El día de la Adoración de Los Reyes Magos, 6 de enero, se traslada hasta Cabana por ferrocarril. Entre otras, permanece operando por Cabana y y la provincia de Matanzas, hasta el 21 del citado mes, en que en Villa, se integra al Cuartel General.

Durante los meses de febrero y marzo, otros nombres como Potrero Fuster (05/02) Potreros Agueda y Cangrejo (12/02), Sabrocal (28/02), Clavellinas (11/03),, Zambubia y Asiento del Guananá (20/03), irán ligados al apellido de Melgar, por haber participado en esos combates. En abril, le encontraremos participando en los combates del Tejar (15/04) y en los de Lomas Grandes y Asiento del Castillón (24/03).

Según propuesta aprobada por el Excelentísimo Sr. General en Jefe, en fecha 27 de abril, y confirmada por R.O., de 1º de julio según D.O. núm. 149, le fue concedido el empelo de primer teniente de Infantería, con la antigüedad de 28 de febrero, por su comportamiento en las operaciones llevadas a cabo durante el citado mes y fue destinado, a continuar sus servicios durante dicho mes en su nuevo empleo en el Batallón de Cazadores de Puerto Rico, según Orden de la Subinspección General del Arma núm. 400, de fecha 18 de marzo. Siguió operando en la misma zona en que combatía últimamente.

El 2 de mayo, participó en la acción de Lomas de la Morata, el 27 en la de Maraguaco y el 12 de junio, combatía a las órdenes del coronel de Infantería D. Enrique Donalla en los combates de Lomas del Viento, encargado encargado interinamente del mando de la columna el 15 del referido mes el Teniente Coronel del Batallón Don Ramón Arana a sus inmediatas órdenes en el que sostuvo tiroteos con el enemigo en el día 25 en Viaja, Faya y ¿Fuenaditos Mageros? Y el 27 del referido mes en el Campo de Pedro Baslen. Siguiendo en operaciones encontró al enemigo el día 3 de julio en Ramón Alto donde lo batió y dispersó ocurriendo lo propio el día 4 en Sibalabo y el 12 en los Montes del Arriecho y el 7 de agosto se halló en la acción sostenida en Finca Jastuma y el 12 en la de Yagües y La Plata continuando de operaciones por la jurisdicción de Sancti-Spirituo hasta el 12 de noviembre que embarcó con su Batallón en el puerto de mar de Zaza a bordo del vapor Reina de los Ángeles con rumbo a Manzanillo en cuyo puerto desde allí desembarcó el día 14 y el 15 salió con el Batallón formando parte de la columna mandada por el Sr. Teniente Coronel del Batallón de la Unión D. Francisco Hernández a conducir un convoy a Veguitas y Batabano sosteniendo fuego con el enemigo el 16 en Boquerón y el 19 en Barrancos y Los Cercos y el 20 en San Francisco, Sabana, Joló, el 21 en San José llegando a Batabano de donde salió el 23 formando parte de la columna del Excelentísimo Sr. General Alegre y a sus inmediatas ordenes sostuvo fuego el 24 en la Sabana del Peralejo llegando el 26 a Manzanillo. El 27 formando parte el Batallón de la Brigada al mando del Coronel Tovar salió de operaciones sosteniendo fuego con el enemigo el día 2 de diciembre en Lagunas Hermanas, el día 3 en la entrada de Sierra Guía, el 4 con el Batallón y el de Vizcaya al mando del Teniente Coronel Sr. Arana tomó todas las posiciones que ocupaba el enemigo en las Lomas del Monte Oscuro, causándole bastantes bajas y el 5 asistió al ataque y toma de Guiza, continuando de operaciones hasta el día 20 del mismo que se separó de la columna en Veguitas por hallarse enfermo regresando a Manzanillo el 21 de diciembre hasta el fin del año.

1898. Regreso a España
Regresó a Batabano y de allí, partió por ferrocarril a San Felipe y Habana, donde se incorporó a la representación de su cuerpo, prestando servicios correspondientes a su clase. A finales de enero, causa baja en el batallón de Cazadores de Puerto Rico núm. 19 y alta, como agregado al batallón Provisional Habana núm. 1. De aquí, causará baja, para regresar de forma definitiva a España.

Embarcó en el vapor “Colón”, el 20 de febrero, arribando a Santader, el 6 de marzo. Fijó residencia en Madrid y se le destinó, al batallón de Infantería de Guipúzcoa núm. 53. Condecorado de nuevo con la Cruz al Mérito Militar de segunda clase con distintivo rojo, por las acciones habidas en el mes de julio del año anterior, en la provincia de Santa Clara.

No se llegó a incorporar al batallón de Guipúzcoa núm. 53 ya que por una Real Orden (27 de abril, D.O. pasó a prestar sus servicios en el Colegio de Huérfanos de María Cristina, como miembro de su plantilla. En este, por expresa del Sr. Coronel Director, fue destinado a la 1ª Compañía, a la vez que ejercia de Ayudante de profesor en la clase de geometría, en las clases peraparatorias para el ingreso en las Academias Militares. En este destino, estuvo desde abril hasta noviembre, mes en el que causa baja y es incorporado nuevamente a uno de sus anteriores destinos, el batallón de Cazadores de Puerto Rico núm. 19, de guarnición en Madrid.

Período entre Cuba y la Campaña de 1909 en Melilla. (35)
1899. De Madrid, a Cáceres. Cordón sanitario
En Madrid, su batallón, fue disuelto, reconvirtiéndose en el batallón de Cazadores de Talavera núm. 17 y por una orden de 1 de julio, se denominó 4º de Montaña. De Madrid, se traslada por ferrocarril a Cáceres, para forma parte del cordón sanitario en la frontera de Portugal, dado que en el vecino país luso, se había desatado una epidemia de peste bubónica. El 1r teniente de Infantería D. Ángel Melgar Mata, forma parte de él, hasta octubre, mes en el que regresa a Cáceres. Se le reconoce el derecho a la concesión de la Medalla de Cuba.
De marzo a octubre, ejerció también y en comisión, de profesor en la Academia de Cabos de su batallón.

1900-1902. Recibiendo las gracias de parte de S.M. La Reina
Al año siguiente, en 1900, permanece en Cáceres hasta finales de abril en que es destinado junto al batallón a Ciudad Real. Allí permanece en instrucción en la estación de la Langosta. Recibe, junto a los demás miembros de su batallón las gracias de S.M. La Reina, la cual se halla satisfecha por los trabajos allí realizados por las fuerzas del Ejército. Continuó ese año de 1900, en su totalidad, ejerciendo como profesor en la Academia de Cabos de su batallón. Al año siguiente, fue nombrado como Habilitado de su batallón y en junio asciende a capitán por antigüedad. En octubre, pasó destinado al Batallón de Cazadores de Ciudad Rodrigo núm. 7.

1903-1904. Medalla de la Jura de Alfonso XIII
Permanecía de guarnición en Alcalá de Henares, como capitán de Almacén de su batallón hasta que sale para Algeciras por ferrocarril donde arriba el 19 de enero. De ahí, embarca en el vapor “Virgen de África” con destino Ceuta. En marzo de 1903, le es concedida la “Medalla de la Jura de S.M Alfonso XIII. A finales de año, causa baja en dicho batallón y va destinado al Regimiento de San Fernando núm.11 en Leganés (Madrid), destino en el que estará hasta febrero de 1904 en que marchará a Lugo.

1905. En el Batallón de Cazadores de Arapiles núm. 9
De guarnición en Lugo hasta el mes de marzo en que nuevamente causa baja en el Regimiento de San Fernando y alta en el Regimiento de Infantería del Rey núm. 1 al que se incorporó en abril y de guarnición en Madrid, desempeñando el cargo de Cajero. En este destino, estará hasta septiembre ya que el 1 de octubre, habiendo causado baja en el mismo, se incorporará al Batallón de Cazadores de Arapiles núm. 9. Con él, asistió a unas maniobras militares en honor del Presidente de la República francesa en el campamento de Carabanchel.

1906. Con la Princesa Eugenia de Battenberg
Presta servicio en Madrid, desplazándose con su batallón hasta Carabanchel para efectúa ejercicios de tiro hasta el 4 de mayo. Posteriormente, marchó al Real Sitio de El Pardo por estar allí, la Princesa Eugenia de Battenberg, regresando más tarde de nuevo a la capital. En agosto, de nuevo en marcha, esta vez también con su batallón por ferrocarril a Santander y de ahí, al Astillero, donde queda desempeñando el cargo de capitán Cajero (había sido escogido por la Junta de Economía del Cuerpo). Al parecer, el traslado se debía a las huelgas que allí había en la zona mineras. En septiembre, regresó a Madrid. Participa en Las Loberas, (Toledo) en un “simulacro de combate contra el bando oeste”. El 31 de octubre, regresaba a Madrid, donde quedó en servicio de guarnición.

1907. Nombramiento de Ayudante Honorario de S.M. El Rey D. Alfonso XIII
Este año, lo pasaba entre Madrid, Leganés y Carabanchel, en un ir y venir de un sitio a otro, hasta que habiendo vuelto una de las veces de Leganés al Campamento de Carabanchel, donde había quedado destacado, por Real Orden del 26 de octubre de 1907, Diario Oficial núm. 859, fue nombrado el capitán D. Ángel Melgar Mata, Ayudante Honorario de S.M. El Rey Don Alfonso XIII. El 27 de noviembre, regresaba con su compañía a Leganés.


1908. Ayudante Honorario
Prestaba servicio ordinario en el cantón de Leganés a la vez que desempeñaba con antigüedad del 1 de enero de 1908, el cargo de Ayudante Honorario de S.M. El Rey D. Alfonso XIII. El 23 de marzo, se recibió de la Subinspección de Infantería la disposición para que el capitán de Infantería D. Ángel Melgar Mata, se presentara al Excelentísimo Señor Teniente General Jefe, de la Casa Militar de S.M. El Rey , en Madrid, para prestar servicio durante 2 meses como Ayudante Honorario, debiéndose de presentar el 1 de abril, cosa que hizo, teniendo por eso que asistir el 9 de mayo junto a su batallón, a los ejercicios de tiro, fortificación y gimnasis, en el Campamento de Carabanchel. Regresó a Madrid el 18 de ese mismo mes. Una vez en la Corte, se reincorporó a la Casa Militar de S.M. El Rey hasta el 1 de junio, recibiendo orden verbal del Jefe de la Casa Militar que prolongara hasta final del citado mes.

En septiembre, fue nombrado Ayudante de su Cuerpo, a la vez que era también nombrado profesor de la Academia Regimental de Sargentos del Batallón, aprobando este nombramiento último, el Capitán General de la Región. De nuevo, traslados para ejercicios y maniobras a Carabanchel y Navalcarnero, para continuar hasta final de año, de guarnición en Madrid.

1909. Camino de Melilla
Nuevamente en la Corte, desempañando los cargos para los que había sido nombrado durante el año anterior. Según diploma expedido en el Consejo de Ministros en fecha 30 de diciembre del año anterior, le fue concedida la Medalla de Plata conmemorativa del 1r Centenario de los Sitios de Zaragoza. También, se presenta en 10 de enero del Jefe Superior de Palacio que con fecha 31 de diciembre de 1908, se le concedía y con derecho a uso, la Medalla de Plata conmemorativa de la Regencia de S.M. la Reina Doña María Cristina.

El 22 de julio, el batallón de Cazadores de Arapiles núm. 9, y el capitán D. Ángel Melgar Mata con ellos, formando parte de la 1ª Brigada Mixta, al frente de la cual, iba el general D. Guillermo Pintos Ledesma, con el que el capitán Melgar ya había combatido en Cuba, marcharon por ferrocarril a Málaga y de allí, embarcados en el vapor “Alfonso XII”, con rumbo a Melilla, para tomar parte en las operaciones que allí habían comenzado el 8 de julio de 1909. Desembarcó el 24 de julio.

El 27, según reza su hoja de servicios entró en combate y quedó en la misma, plasmado de la siguiente forma (textual):
“…El 27 del citado Julio y a las órdenes del Excmo. Sr. Comandante en Jefe asistió a los combates librados contra el enemigo en la toma de Ait-Aixa y Barranco del Lobo “Estribaciones del Gurugú” en cuyas alturas resultó muerto a consecuencia de heridas recibidas. Por R.O. de 11 de agosto (D.0. nº 178) se le concede el empleo de Comanadante de Infantería, como recompensa al extraordinario mérito que contrajo y bizarro comportamiento que observó en el combate que tuvo lugar el 27 de Julio en las estribaciones del Gurugú en el que murió Gloriosamente al frente de sus tropas, a consecuencia de las heridas que recibió…”
En 1911, por ROC de 20 de abril se le concedió la Medalla de Melilla.

El capitán D. Ángel Melgar Mata y su participación en el combate del 27 de julio
Los hechos, que le costaron la vida en las estribaciones del Gurugú,, el 27 de julio de 1909, fueron dados a conocer en el rotativo madrileño “La Época”, del martes 3 de agosto, al parecer obtenidos a través de la carta que el corresponsal en Melilla, de otro rotativo madrileño, “El Imparcial”, dirigía a su periódico, dando cuenta de lo sucedido durante el combate y en la cual, quedaba recogido el comportamiento del capitán Melgar, durante el desarrollo del mismo. Dicha noticia, bajo el título “…Episodios del combate del 27…”, decía lo siguiente: (5).

“…Son muy interesantes las siguientes noticias que sobre el combate del día 27, transmite por carta a “El Imparcial” su corresponsal en Melilla:

Dicho día 27 de Julio, tres compañías del batallón de Arapiles, al mando de su teniente coronel, fueron encargadas de escoltar un convoy a la segunda caseta.

Cumplida tal misión y al regreso de ella, quedaron dichas compañías como reserva de las fuerzas de protección que en las estribaciones próximas al Gurugú estaban constituidas por los restantes batallones de la primera brigada de Cazadores.

Terminada la operación de conducir el convoy, se dispuso –no se dice por quien- el avance hacia el Gurugú, siendo preciso reforzar en seguida las guerrillas, por lo que el batallón de Arapiles –a las órdenes de su capitán ayudante Sr. Melgar- que asumió el mando, como más antiguo, por haber sido muerto el teniente coronel y haber quedado el comandante con una compañía como guarnición del campamento y custodia de la impedimenta, avanzó para situarse en la línea de fuego.

El capitán Melgar infundiendo alientos a su fuerza la condujo brava y entusiásticamente al combate, pero antes de llegar a la línea de fuego experimentó el batallón sensibles y numerosas pérdidas, no tan sólo de tropa, sino también de oficiales; pues cayeron muertos o heridos los tres capitanes que quedaban, y casi todos sus subalternos.

A pesar de que la situación se iba haciendo cada vez más difícil, el capitán Melgar no vaciló ni un momento; continuó el avance con los hombres que le quedaban y siempre delante de todos, fue escalando las posiciones sufriendo cada vez más pérdidas.

Logró, por fin, colocarse a la altura de los valientes batallones que ha tiempo estaban en fuego; excitó a los pocos soldados que le restaban a seguir avanzando, y en el momento que les dirigía fogosas frases que denotaban su esforzado espíritu y su patriotismo, tres balazos le hicieron caer en tierra, al mismo tiempo que él y los soldados y oficiales que , aunque heridos, aún se mantenían en pie, se vieron rodeados por el enemigo; tuvo todavía alientos Melgar para ordenar a su cornetín de órdenes que le arrancara los cordones y distintivo de ayudante del Rey, pensando, quizás que empapados en su sangre podrían servir de preciado trofeo al adversario; pero este deseo póstumo no pudo ser realizado, porque el corneta fue herido gravemente y quedó privado de conocimiento.

El capitán Melgar murió a los pocos momentos de ocurrir esta escena, que bien demuestra con cuanta razón puede decirse de ese brillante oficial que fue un intrépido héroe…”

Su cuerpo quedó en el campo de batalla, no siendo recuperado, hasta el 29 de septiembre. Del hallazgo y recuperación del mismo, habló “La Correspondencia de Españar” el 28 del citado mes. (6).

“…Melilla 27 (a las 22’10). En reconocimiento hecho hoy estribaciones Gurugú lugar combates 23 y 27 julio último, se han encontrado varios cadáveres, entre otros comandante López Nuño, Fresneda, capitán Melgar, otro de Llerena y varios imposible identificar; mañana sale columna recogerlos. Peñón disparos sueltos y Alhucemas tiroteos y dos de cañón, siendo contestados sin novedad…”

Entre otros cuerpos, también fueron hallados los de los capitanes Martínez Fernández, Navarro y Ramírez de Arellano, y Moreno Guerra, el del teniente D. Braulio de la Portilla Sancho y más de 50 cadáveres sin identificar. (11).

Los horrores de la guerra. Aparece el cuerpo del capitán Melgar
La escena del hallazgo de los cadáveres, fue dantesca al parecer. Esta, fue contada en “La Época”, por su corresponsal el cual, tuvo conocimiento de la misma, a través del corresponsal de un diario malagueño, del cual, omite el nombre. Este corresponsal de “La Época”, describió el cuadro, de la forma siguiente (7):
“…En el Barranco del Lobo…”

“…El corresponsal de un periódico malagueño, que ha visitado el tristemente célebre barranco del Lobo antes de la recogida de cadáveres, refiere así sus dolorosas impresiones:

Recorrí toda la loma por la parte que da al barranco, y ví trozos de uniformes de paño y de rayadillo. Un ros de cazadores que decía Braulio Crespo, y tenía un balazo en la visera y otro en un lado, con salida por el imperial, todo negro y con señales de sangre.

El barranco parece más cosa de magos que de la naturaleza. Al llegar frente al pico donde los rifeños ponían un centinela, el mal olor que se notaba era irresistible. Tapándonos la boca y las narices con pañuelos, seguimos avanzando, y en la vertiente al interior empezamos a ver cadáveres. Al extender la vista pudimos apreciar que había una fila. Los cuerpos de los bravos que allí subieron aparecían en grupos de a cuatro a seis, algunos momificados. Nos acercamos al primer grupo, y casi me es imposible describir aquel cuadro de horror.

Un cadáver estaba casi desnudo, y en una camiseta muy fina se leía Melgar; de aquí se pudo deducir que ere el del capitán ayudante de Arapiles, al cual se había dado por desaparecido. A su lado, boca arriba, había una masa informe, al parecer devorada por animales. Debía ser el cuerpo de un corneta, porque a su lado había una insignia verde.

Más allá aparecía otro, como si fuese una figura de cartón. El cadáver estaba horriblemente profanado. A más de haberle dado unos cortes, le habían abierto el vientre de una puñalada. Al pie de este, otro casi quemado, imposible de reconocer.

En una casa frente al tercer grupo de muertos, había unas latas llenas de chorizos y restos de provisiones.

Pasada la primera desembocadura, veíamos dos cadáveres de oficiales. Uno conservaba parte de la guerrera, y tenía un reloj pulsera sujeto con una correa. Casí al fondo y muy próximos, estaban los cadáveres de los comandantes Las Navas López Nuño y Fresneda. Al lado de estos había unos galones de cabo, y más allá uno de sargento.

Subimos barranco arriba, y vimo otro cuadro aún más doloroso; diez o doce cadáveres con horribles heridas. Hay uno de un soldado que tiene un gesto imponente. Está encogido y con las uñas clavadas en la tierra. Sin duda le cogió la muerte cuando, gateando, quería ganar la cuesta para salirse.

Los médicos que han reconocido los cadáveres afirman que muchos de ellos han sido quemados vivos, y a otros se les ha machacado la cabeza con piedras, sin haber recibido un balazo.
Y a que seguir. Nadie puede tener idea de aquel cuadro…”

Sobre el hallazgo de los cadáveres y el sepelio, en el Cementerio del Carmen de Melilla, se publicaba en “El Telegrama del Rif”, el 29 de septiembre de 1909, lo siguiente: (13).

“…En el Barranco del Lobo…”

“…Anteayer, al efectuarse un reconocimiento por el barranco del Lobo, fueron vistos muchos cadáveres de los jefes, oficiales y soldados muertos heroicamente el día 27 del pasado Julio.

Ayer mañana el general gobernador dsipuso su traslado al cementerio de la plaza, y al efecto, muy de mañana se dirigió a dicho lugar con sus ayudantes, Estado Mayor, tres compañías del batallón de Las Navas y una sección de caballería del escuadrón de Melilla. Estas fuerzas desplegaron por las lomas que bordean el tristemente célebre barranco.

El espectáculo que todos presenciamos fue imponente y aterrador. En tierra yacían insepultos los jefes, oficiales, sargentos y soldados que se consideraron desaparecidos dicho día.

La pluma se detiene al describir tan lúgubre cuadro. ¡A qué comunicar a los lectores impresiones tristes!.. Baste decir que los rifeños habían procedido con los cadáveres según su proverbial salvajismo y ferocidad. Conservaban las guerreras y camisas, habiéndoles despojado de las armas y de cuanto de valor poseían; solo un oficial tenía el reloj pulsera que usaba en vida.
En la casa donde fue muerto el llorado teniente coronel Ibáñez Marín había un cadáver y en la puerta otro. El mayor número de cadáveres se encontraba en la vertiente Sur de la loma inmediata a Mezquita, quizá por que allí se desarrolló lo más sangriento del combate.

El teniente de la guardia civil señor Alemán reconoció algunas casas, encontrando en una de ellas varios libros arábigos entre dos tablas colocadas en la pared a modo de estante. En ellas todo está lo mismo que si la habitasen sus propietarios.

El paisaje es pintoresco y contrastaba su belleza con las negras tintas del espectáculo.

El señor general Arizón dispuso que avanzasen los furgones, y en ellos fueran depositados los soldados y en cajas los jefes y oficiales envueltos todos en banderas nacionales.

El paso del fúnebre convoy hacia el cementerio hizo verter lágrimas a muchas personas, de las que lo presenciaban.

La fantástica leyenda que se forjó a propósito del infortunado teniente Laportilla, por desgracia no ha resultado cierta. Su cadáver ha sido reconocido, como el de los comandantes Fresneda y López Nuño y capitanes Fernández Martínez, Merino Guerra y Melgar.

El general gobernador presenció el sepelio, tributando los honores de ordenanza una compañía de Las Navas.

El juez D. Manuel Ortiz procedió a la identificación de los cadáveres de las clases y soldados. Descansen en paz aquellos héroes de la memorable jornada…”




Hans Nicolás i Hungerbühler

Imagenes:
- Capitán Melgar.
- Placa colocada en casa natal del capitán Melgar.




El capitán Melgar ( 2 )











D. Ángel Melgar Mata, capitán de




“Los Arapiles núm. 9” ( y 2 )


El Rey D. Alfonso XIII, y el retrato del capitán Melgar
El capitán D. Ángel Melgar Mata, había sido antes de acudir con su batallón a Melilla, Ayudante Honorario de S.M. el Rey D. Alfonso XIII. Este, en recuerdo del bravo capitán, hizo colocar su retrato en el Despacho de su Cuarto Militar. Dicho hecho, fue dado a conocer a la opinión pública en el diario madrileño “La Correspondencia de España del 31 de agosto de 1909. (3) :

“…Su Majestad el Rey ha dispuesto que figure en el despacho del Cuarto militar el retrato del capitán de cazadores de Arapiles Sr. Melgar, que dio su vida por la Patria en el combate del 27 de julio. Todo su afán al sentirse mortalmente herido era que el lazo y los cordones de ayudante honorario de Su Majestad se los arrancasen, para que de ellos no se apoderaran los rifeños. El capitán Melgar fue nombrado ayudante honorario del Monarca por sus méritos. Siempre se distinguió en la guarnición de Madrid en la instrucción de quintos…”

Aún y así, los moros, robaron a los cadáveres de los oficiales muertos en el campo de batalla, entre ellos al capitán Melgar, cuyo cuerpo, no sería recuperado hasta el 29 de septiembre, los objetos de valor y otros efectos que llevaran encima, como en el caso de Melgar, un lazo insignia que lo identificaba como ayudante del Rey. Dicho lazo, fue recuperado por el jefe del campamento francés ubicado al lado del río Muluya. Esta pequeña anécdota, quedó también recogida y fue dada a conocer de la forma siguiente, en “La Correspondencia de España”, del martes 2 de noviembre de 1909 bajo el título “…Objetos robados a los muertos españoles…” (textual): (4).

“…Hoy ha llegado M.Boguerau, jefe del campamento francés situado a la derecha del Muluya. Ha manifestado que se le presentaron varios moros con propósito de vender diversos objetos que habían pertenecido a los oficiales muertos en campaña, y otros efectos que los rifeños arrebataron a los cadáveres de nuestros soldados.
Entre tales objetos hallábanse la cadena y reloj que fueron del comandante Fresneda, y un lazo insignia del ayudante del Rey, que fue propiedad del capitán Melgar.
El comandante Boguerau se incautó de todos estos objetos y los llevó a Cabo de Agua. Allí, el comandante militar le rogó que viniera a Melilla y que se los entregara al general Marina personalmente. Así lo hizo M. Boguerau, en efecto, conduciendo dichos efectos hasta hacer entrega de ellos al general en jefe.

Además ha traído el comandante francés una corona que se depositará sobre la tumba de alguno de los héroes muertos en la campaña, como homenaje a la memoria de todas las víctimas.
Este delicado rasgo del comandante Boguerau ha sido aquí objeto de unánimes y calurosos elogios…”
La madre y los hermanos del capitán Melgar, regalaron un retrato al Rey que fue colocado en la mesa del despacho de S.M. Don Alfonso XIII (8).

“…Notícias de Palacio. Cumpliendo un honroso encargo de la madre y de los hermanos del capitán de Infantería don Ángel Melgar, muerto en el combate del 27 de Julio, el general conde del Serrallo ha entregado a S.M el Rey un retrato de aquel bizarro oficial.
Dicho retrato está encerrado en un precioso marco de acero con incrustaciones de oro. En la parte superior lleva el emblema del Arma de Infantería, y a los lados en la parte inferior, la fecha en que el capitán Melgar fue nombrado ayudante de S.M., y la de su gloriosa muerte.

El Rey ha estimado muchísimo este regalo, que conservará como perdurable recuerdo en su mesa de despacho.
Los ayudantes del monarca han acordado colocar en el Cuarto militar otro retrato del capitán Melgar, con una sentida inscripción que perpetúe su memoria…”

Condecoraciones del capitán del Batallón de Cazadores de Arapiles núm. 9, D. Ángel Melgar Mata. (35)

- Cruz roja al Mérito Militar, por los méritos contraídos en la acción de “La Morenita”, el 7 de abril de 1896, según Real Orden de 20 de junio, Diario Oficial nº 137.

- Cruz roja al Mérito Militar de 1ª clase pensionada, por los méritos contraídos en “Callejón del Brujo”, el 26 de junio de 1896, según Real Orden de 7 de diciembre, Diario Oficial nº 278.

- Cruz roja al Mérito Militar de 1ª clase pensionada por los méritos contraídos y distinguido comportamiento en las acciones de “Ojo de Agua”, Salto del Chivo” y, “Monte Escalera”, el 20 de octubre de 1896, según Real Orden de 30 de enero, Diario Oficial nº 24.

- Cruz roja al Mérito Militar de 2ª clase, por los méritos contraídos y distinguido comportamiento en las acciones habidas en la provincia de Santa Clara en julio de 1897, según Real Orden de 29 de marzo, . Diario Oficial nº 70.

- Medalla Conmemorativa de la Campaña de Cuba. Diario Oficial núm. 16, de 1º de febrero de 1900.

- Medalla de la Jura de S.M. el Rey Don Alfonso XIII, por Real Orden de 10 de marzo de 1903.

- Medalla de plata conmemorativa del 1r Centenario de los Sitios de Zaragoza creada por la Junta de la Inmortal Ciudad de Zaragoza, declarada condecoración oficial por Real Decreto de 9 de julio de 1909.

- Medalla de la plata conmemorativa de la Regencia de María Cristina. (10 de enero de 1909).

- Medalla de Melilla, por R.O.C. de 20 de abril de 1911, en oficio de la Subinspección de la 1ª Región, de fecha 1 de mayo siguiente. Fue creada por R.O. de 20 de marzo fr 1910 (D.0 núm 63) con derecho a pasador de Sidi-Ahmed el Hach, Gurugú.

- 22 de julio de 1912, Le es concedida la Cruz Laureada de San Fernando.

Cementerio del Carmen de Melilla
En él, junto a tantos otros, descansan los restos del capitán de Infantería del Batallón de Cazadores de Arapiles núm. 9, un toledano nacido en el Romeral en 1876 y, fallecido heroicamente, al frente de sus soldados, en las estribaciones del Gurugú, el 27 de julio de 1909. Un corresponsal, decía de esta tumba en 1909: (9).

“…Cumpliendo un deber pasé a visitar el cementerio del Carmen, donde reposan el sueño del justo los héroes muertos en la actual campaña…”, entre otros, al llegar al sepelio del capitán Melgar, “…En la tumba del bravo capitán Melgar una corona blanca con la inscripción siguiente: De su madre…”

Homenajes al capitán Melgar:
Monumento en Madrid.

En Madrid, fue levantado en terrenos y mármoles cedidos por el Rey, en los Jardines de Lepanto, en la Plaza de Oriente, un monumento en su memória. Este, fue realizado por el escultor D. Julio González-Pola y García. Fue inaugurado, el 21 de diciembre de 1911. (10).

En su lápida frontal, se puede leer:

“…S.M. El Rey D. Alfonso XIII honró su memoria cediendo sitio y mármoles para este monumento, recuerdo de sus compañeros de promoción en homenaje al valor que acreditó, estímulo para imitar, su ejemplo. MCMXI…”

En la parte superior del mojón, se lee “…Al capitán Melgar…” y en la frontal, “…Ángel Melgar Mata (1876-1909), capitán del Batallón de Cazadores de Arapiles número 9, combatiente en Melilla durante la Guerra de África y que falleció en la batalla del Barranco del Lobo (Melilla). Le fue concedida la Cruz Laureada de San Fernando…”

Con motivo de la inauguración del monumento al capitán de Infantería del Batallón de Cazadores de Arapiles número 9, se celebró un solemne acto, la noticia del cual, fue dada a conocer en el rotativo madrileño “ABC”, y al cual, asistieron a parte de autoridades militares y civiles, miembros de la nobleza y vida política del país, numerosísimo público, S.M. el Rey D. Alfonso XIII. Los hechos, tuvieron lugar el viernes 22 de diciembre de 1911. Dicha noticia, decía lo siguiente: (14).

“…En honor de un héroe…”

“…El capitán Melgar…”

“…Solemnidad patriótica…”

“…A las doce de ayer se celebró, con gran solemnidad, el acto de descubrir el monumento que he de perpetuar el nombre del capitán de Infantería D. Ángel Melgar, muerto gloriosamente el 27 de Julio de 1909 en las lomas del Gurugú.

A la ceremonia asistieron todas las autoridades civiles y militares, con el capitán general de la región, Sr. Marina a la cabeza; comisioines de todos los Cuerpos militares, el jefe del Gobierno Sr. Canalejas; el ministro de la Guerra, Sr. Luque; muchos diputados, senadores y otras distinguidas personalidades entre las que recordamos a los Sres. La Cierva, conde de Villasante, marqueses de Benavites y Regalía, el general Melgar y los Sres. D. José y D. Manuel Melgar, parientes del finado. El público, numerosísimo, llenaba por completo los alrededores de la plaza de Oriente, en uno de cuyos jardinillos ha sido emplazado el monumento.

Para rendir honores asistió el batallón de Cazadores de Arapiles, con bandera y música.

Momentos antes de las doce llegó Su Alteza el infante D. Carlos, acompañado de sus ayudantes y, al poco tiempo, a los acordes de la Marcha Real, llegó a pie S.M. el Rey, que vestía uniforme de capitán general de media gala. Acompañábanle el jefe de su Casa militar, Sr. Sánchez Gómez, y todos sus ayudantes.

El busto del héroe descansa sobre un artístico pedestal, rodeado de jardinillos, plantas, flores y coronas. Veíase entre estas una monumental, dedicada a Melgar por sus compañeros de promoción. El busto se hallaba cubierto por una bandera nacional.

Discursos
El comandante de Estado Mayor D. Gregorio Sabater, número uno de la promoción del Sr. Melgar, pronunció, con la venia de S.M., un elocuente discurso, ensalzando la memoria del brillante militar que murió heroicamente en el campo de batalla.

El ministro de la Guerra Sr. Luque, elogió el acto que se celebraba “prueba elocuente” –dijo- “del fraternal compañerismo que reina en los cuerpos militares”. Glorificó la acción en que perdió la vida el bizarro militar, y terminó con un brillante párrafo encomiando las virtudes del soldado español.

Seguidamente, S.M. el Rey tiró del cordón que sujetaba la bandera, y descubrió el busto del héroe, a la vez que la charanga lanzaba al aire las notas vibrantes del himno del batallón de Arapiles. Las tropas desfilaron ante el monumento, en columna de honor, y así terminó tan hermoso acto de patriótica solemnidad.

Biografía
Nació Melgar en Enero de 1876. Ingresó en la Academia de Infantería en 1893. Tomó parte durante tres años en la campaña de Cuba, formando en las filas del batallón de Puerto Rico, a las órdenes del infortunado general Pintos, mereciendo su bizarro comportamiento recompensas y concepto envidiable de militar pundonoroso y valiente.

A su regreso a España desempeñó, entre otros destinos, el de profesor del Colegio de María Cristina.

En filas constantemente, sus aficiones y aptitudes merecieron una reputación bien cimentada y de que da idea la nota que estampó el general conde del Serrallo en su hoja de servicios, con ocasión de la revista de inspección pasada el año 1907, y en que alaba “sus excelentes disposiciones, energía y tacto para el mando de tan brillante capitán”.

Estos merecimientos, acogidos por Su Majestad el Rey con entusiasmo, le valieron ser nombrado su ayudante honorario, y con los distintivos del cargo, , y siendo ayudante también de Cazadores de Arapiles, marchó a Melilla con este batallón en la segunda mitad del mes de Julio de 1909.

Al comenzar la acción del 27 las compañías de este Cuerpo se hallaban en reserva y como protección del flanco izquierdo; pero a poco de iniciarse el combate, allí mismo llegaban los proyectiles enemigos que privaron de la vida al jefe del batallón, teniente coronel Ortega. Por sucesión de mando lo tomó Melgar, y para evitar bajas sin combatir, y viendo la situación crítica de Llerena y Las Navas, casi deshechos por el empuje formidable del enemigo, que se venía encima, arengó a su tropa y avanzó a su encuentro con disposiciones y arrojo admirables, tomando el partido más digno de su espíritu y honor, como dicen las Ordenanzas.

Tres veces fue herido antes de desplomarse y dejar mando y vida; allí quedó su cuerpo agonizante, que dos meses después fue recogido por el teniente coronel Bermúdez de Castro con fuerzas de Las Navas, y descansa en tierra santa del cementerio de Melilla…”

Lápida y calle en su pueblo natal Romeral (Toledo)
En su casa natal, en el Romeral (Toledo), también fue colocada una lápida en la fachada, para perpetuar su memoria, y en la cual reza lo siguiente:

“…11 de enero de 1876, 27 de julio de 1909. (a los lados).
A la memoria del capitán de Infantería ÁNGEL MELGAR MATA, que nació en esta casa y murió gloriosamente por la Patria en los campos de Melilla. En homenaje al valor que acreditó y estímulo para imitar su ejemplo, fue costeada esta lápida por suscripción popular y descubierta el día 19 de noviembre de 1909…” al pie, la Cruz Laureada de San Fernando.
Sobre la colocación de esta lápida conmemorativa, D. Antonio García Santos, el 5 de noviembre de 1909, escribía una carta bajo el título “…Del Romeral…”, en la cual daba cuenta de la misma. Dicho escrito, fue publicado en el diario “El Siglo Futuro”, del sábado 13 de noviembre de 1909. Dicho artículo, decía lo siguiente: (12).

“…Del Romeral…”
“…Señor director de El Siglo Futuro:

Muy señor mío y de mi consideración más distinguida: El día 1º del actual tuvo lugar en esta villa el descubrimiento de la lápida conmemorativa que por suscripción popular se ha colocado en la fachada principal de la casa donde nació el heroico capitán Melgar, muerto gloriosamente en el Barranco del Lobo el 27 de Julio.

En presencia de doña Eloisa Mata, madre de D. Alfredo de Melgar, comandante del Cuerpo de Inválidos, hermana de D. Manuel Ibáñez, teniente del arma de infantería, hermano político de D. Venancio Melgar, general de brigada, tío del difunto, del Ayuntamiento, corporaciones locales y pueblo en masa, se verificó tan notable acontecimiento.

Hablan en elogio del acto los señores alcalde u cura párroco, y después de leída una bien escrita y entusiasta Memoria de D. Diego Cuéllar, hijo distinguido de la localidad, hizo uso de la palabra el ilustrado profesor de Instrucción pública de esta villa e hijo también de la misma, D. Marcelino Anguita.

Su voz vibrante conmueve al público. El silencio y la solemnidad del acto se armoniza con la elocuencia del distinguido maestro.

El acto terminó después en el Ayuntamiento, colocando el retrato del héroe en el salón de sesiones y dándose su nombre a la calle que hasta hoy ha sido de la Aduana.

He dado a usted unos ligeros detalles de tan solemne acto, por si tiene a bien publicarlos en su ilustrado diario, que bien lo merecen, por el patriotismo demostrado el héroe, su ilustre familia, las autoridades, el pueblo en masa y su maestro.

Y como siempre queda suyo, dándole gracias anticipadas y con la consideración más distinguida, afectísimo y atento s.s.,q.b.s.m.,

Antonio García Santos.
Romeral (Toledo), 5 de Noviembre de 1909…”

La Cruz Laureada de San Fernando
Por los méritos contraídos y el comportamiento observado al capitán D. Ángel Melgar Mata, se le propuso para la concesión de la más alta condecoración otorgada en tiempo de guerra en España, la Cruz Laureada de San Fernando. Dicha condecoración, le fue concedida por Su Majestad el Rey D. Alfonso XIII, el 22 de julio de 1912.

La concesión de dicha condecoración, se dio a conocer a la opinión pública en los rotativos de la época. Concretamente el diario madrileño “La Época”, lo hacía de la forma siguiente, bajo el título “…La laureada para Melgar…”: (33).

“…Mañana publicará el Diario Oficial del Ministerio de la Guerra una disposición concediendo al capitán de Infantería D. Ángel Melgar, muerto heroicamente en uno de los combates de Melilla, la cruz de segunda clase de San Fernando, con la pensión anual de 1.500 pesetas.

Esta distinción no puede ser más justificada; pues el capitán Melgar es uno de los oficiales muertos en Melilla más heroicamente, como lo demuestra el hecho de haberle erigido un monumento en Madrid sus compañeros de armas, como tributo de admiración por su notable comportamiento en la acción que encontró la muerte…”

“…Al frente de tres compañías del batallón de Cazadores de Arapiles nº 9 al que pertenecía, atacó briosamente a numeroso enemigo apostado en el Barranco, alentando a su tropa y dándole constante ejemplo de valor y energía, sufriendo dos heridas, en una pierna y en el cuello, que a pesar de la importancia que debieron tener, no aminoraron ni un momento su decisión, ni fueron bastantes a impedirle continuar con igual brío el avance y la lucha, hasta que otra bala le produjo herida mortal en el pecho. Considerando que estos hechos se hallan comprendidos en el caso séptimo de artículo 27 de la ley de 18 de mayo de 1862, el Rey…,ha tenido a bien conceder al capitán don Ángel Melgar y Mata, la cruz de segunda clase de la Real y Militar Orden de San Fernando.

Madrid, 22 de julio de 1912.

Luque…” (1).

De hecho, la concesión de la Cruz Laureada de San Fernando fue publicada en “La Correspondencia Militar” del 24 de julio de 1912, bajo los títulos “…Los héroes de la campaña…” y “…La cruz de San Fernando para el capitán Melgar…”, decía así: (34).

“…La Real orden que, concediendo tan preciada recompensa al heroico ayudante de Arapiles, inserta hoy el Diario Oficial, dice así: Visto el expediente de juicio contradictorio incoado para esclarecer si el capitán de Infantería D. Ángel Melgar y Mata se hizo acreedor a la cruz de San Fernando por los méritos contraídos en el combate del 27 de julio de 1909 en el barranco del Lobo (Melilla), en el que murió gloriosamente; resultando que al frente de tres compañías del batallón de Cazadores de Arapiles núm. 9, a que pertenecía, atacó briosamente a numerosos enemigo apostado en el citado barranco, alentando a su tropa y dándole constante ejemplo de valor y energía, sufriendo dos heridas en una pierna y en el cuello, que a pesar de la importancia que debieron de tener, no aminoraron ni un momento su decisión ni fueron bastantes a impedirle continuar con igual brío el avance y la lucha hasta que otra bala le produjo herida mortal en el pecho; y considerando que estos hechos se hallan comprendidos en el caso 7º de artículo 27 de la ley de 18 de Mayo de 1862, el Rey (q.D.g) de acuerdo con lo informado por el Consejo Supremo de Guerra y Marina y por resolución de esta fecha, ha tenido a bien conceder al capitán de Infantería don Ángel Melgar y Mata la cruz de segunda clase de la Real y Militar Orden de San Fernando, con pensión anual de 1.500 pesetas, que podrán percibir las personas de su familia citadas en el art. 11 de la citada ley y en la de 1 de marzo de 1909…”

Algunos jefes, oficiales, suboficiales del Batallón de Cazadores de Arapiles núm. 9
Teniente coronel jefe D. José Ortega Lores. Fallecido en el combate del 27 de julio de 1909.

Capitán D. Ángel Melgar Mata. Fallecido en el combate del 27 de julio de 1909. Recibió como recompensa el ascenso a comandante y la Cruz Laureada de San Fernando de 2ª clase.

Capitán D. Antonio Moreno Luque. Herido el 27. (16). Una bala le había herido en la clavícula y salido por el cuello. (21). Pronóstico leve. Evacuado a Málaga en el vapor “Menorquín”. Arribó el 30. (22).

Capitán D. Francisco Pujol Rubaldo. Herido. Evacuado a Cartagena en el vapor “León XIII”. (24). (Ojo encontrado también en Cazadores de Madrid).

Primer teniente D. Manuel Sánchez. Herido leve en el combate del 27. Evacuado a Málaga en el vapor “Menorquín”. Arribó el 30. (22).

Primer teniente D. Eusebio Gorbea. Evacuado a Málaga donde arribó el 28 de julio, fue herido el día de antes durante el combate. Una bala le atravesó el antebrazo izquierdo. (21). Había ganado tiempo atrás, el concurso de comedias de “El Liberal”, habiendo estrenado con éxito en el Lara, “La muñeca de los viejos”. (30). Restablecido de sus heridas, entró en turno de colocación sobre el 17 de diciembre de 1909. (31).


Segundo teniente D. Pedro San Miguel Campo. Herido. Evacuado a Cartagena en el vapor “León XIII”. (24). Estaba destinado en la segunda compañía del batallón de Cazadores de Arapiles núm. 9. Tenía 39 años y era natural de Reinoso (Valencia), domiciliado en Madrid. Ingresó en el Hospital de Marina de Cartagena el 5 de agosto. Herido durante el combate del 27 de julio, sufrió heridas en el lado derecho del cuello, con orificio de salida en el maxilar inferior del mismo lado y en el hombro derecho, hallándose el proyectil alojado sobre la tetilla derecha. (28).

Segundo teniente D. José Bartomeu González Longoria. Herido. Evacuado a Cartagena en el vapor “León XIII”. (24). (Ojo, encontrado también en Cazadores de Llerena 11).

Teniente señor Linares. Herido el 27, grave. (22).

Capellán. D. Miguel Lafuente. Comportamiento heroico. Se puso al mando de una compañía de cazadores ante la falta de oficiales por hallarse estos heridos o muertos. Se abrió Juicio Contradictorio, por haberle propuesto para la Cruz Laureada de San Fernando. (17).

Sargento D. Timoteo Fernández Montilla o Montalván. Herido. Evacuado a Cartagena, en el vapor “León XIII”. (24). Era sargento de la segunda compañía. Natural de Mestanza (Ciudad Real) y vecino de Abenojar. Tenía 23 años y fue herido el día 27 de julio durante el avance, siendo herido en el arco superciliar derecho, con orificio de salida en el parietal del mismo lado. Ingresó en el Hospital de Marina de Cartagena, el 5 de agosto. (28).

Sargento D. Arsenio Pérez Alonso. Herido. Evacuado a Cartagena, en el vapor “León XIII”. (24).

Sargento D. Jacinto Delgado Román, herido en el antebrazo con pronóstico grave. Fue condecorado con la Cruz del Mérito Militar, en Palacio, en el Salón de Columnas, por S.M. el Rey D. Alfonso XIII, el 11 de septiembre de 1909. (27).

Sargento D. Bonifacio García, recompensado por los méritos contraídos y observados durante el combate del día 27 de julio, en las estribaciones del Gurugú, con la Cruz de plata al mérito militar con distintivo rojo y, 25 pesetas anuales con carácter vitalicio. (32).

Sargento D. José Alique, recompensado por los méritos contraídos y observados durante el combate del día 27 de julio, en las estribaciones del Gurugú, con la Cruz de plata al mérito militar con distintivo rojo y, 25 pesetas anuales con carácter vitalicio. (32).

Cabo D. Benito Pérez. Herido leve en la acción del 27. Evacuado en el vapor “Menorquín” al Hospital Militar de Málaga. (16).

Cabo D. Tesifón Melero. Herido en la acción del 27. Evacuado al Hospital Militar de Málaga en el vapor “San Francisco”. Arribó el 28. (17). recompensado por los méritos contraídos y observados durante el combate del día 27 de julio, en las estribaciones del Gurugú, con la Cruz de plata al mérito militar con distintivo rojo y, 25 pesetas anuales con carácter vitalicio. (32).

Cabo D. Fausto Mellor. Herido en la acción del 27. Evacuado al Hospital Militar de Málaga en el vapor “San Francisco”. Arribó el 28. (17).

Cabo D. José del Pino, recompensado por los méritos contraídos y observados durante el combate del día 27 de julio, en las estribaciones del Gurugú, con la Cruz de plata al mérito militar con distintivo rojo y, 25 pesetas anuales con carácter vitalicio. (32).

Corneta de Órdenes D. Manuel Guizo Corbera. Herido en la acción del 27, en la región lumbar (20). Ingresado en el Hospital Civil de Málaga. (18).

Corneta D. Manuel Grande Mateo. Herido leve. Evacuado a Cartagena. (19). Evacuado en el vapor “Puerto Rico”. Ingresado en el Hospital de Marina del apostadero de Cartagena. Arribó el 2 de agosto. (23). Fue dado de alta por curación sobre el 19 de agosto. (26). Fue condecorado con la Cruz del Mérito Militar, en Palacio, en el Salón de Columnas, por S.M. el Rey D. Alfonso XIII, por la herida que recibió en combate en la pierna, el 11 de septiembre de 1909. (27).

Corneta D. Arturo de la Perla, recompensado por los méritos contraídos y observados durante el combate del día 27 de julio, en las estribaciones del Gurugú, con la Cruz de plata al mérito militar con distintivo rojo y, 25 pesetas anuales con carácter vitalicio. (32).

Soldado D. Cándido Morato Vadillo. Cayó prisionero de los moros el 27 de julio y perdió el habla de la impresión todo y que los médicos decían que la recuperaría. Era natural de La Granja, era reservista. Estaba casado y tenía 2 hijos. (15).

Soldado D. Raimundo Cristóbal. Enmudeció ante el terror de verse preso de los rifeños.

Soldado D. Félix de Arco. Herido leve en la acción del 27. Evacuado en el vapor “Menorquín” al Hospital Militar de Málaga. (16).

Soldado D. Vicente García. Herido leve en la acción del 27. Evacuado en el vapor “Menorquín” al Hospital Militar de Málaga. (16).

Soldado D. Mariano Luengo. Herido leve en la acción del 27. Evacuado en el vapor “Menorquín” al Hospital Militar de Málaga. (16).

Soldado D. Faustino Ramiro. Herido leve en la acción del 27. Evacuado en el vapor “Menorquín” al Hospital Militar de Málaga. (16).

Soldado D. Manuel Sánchez. Herido leve en la acción del 27. Evacuado en el vapor “Menorquín” al Hospital Militar de Málaga. (16).

Soldado D. Antonio Sastre. Herido leve en la acción del 27. Evacuado en el vapor “Menorquín” al Hospital Militar de Málaga. (16).

Soldado D. Ángel Arraus. Herido leve en la acción del 27. Evacuado en el vapor “Menorquín” al Hospital Militar de Málaga. (16).

Soldado D. Gregorio Blázquez Hernández. Herido en la acción del 27. Evacuado al Hospital Militar de Malága en el vapor “San Francisco”. Arribó el día 28 de julio. (17).

Soldado D.Juan Barrio Modernelo. Herido en la acción del 27. Evacuado al Hospital Militar de Málaga en el vapor “San Francisco”. Arribó el 28. (17).

Soldado D. Antonio Varón García. Herido en la acción del 27. Evacuado al Hospital Militar de Málaga en el vapor “San Francisco”. Arribó el 28. (17).

Soldado D. Juan Reyes Murillo. Herido en la acción del 27. Evacuado al Hospital Militar de Málaga en el vapor “San Francisco”. Arribó el 28. (17). Por lo visto fue trasladado posteriormente al Hospital de Córdoba, recibiendo alta por curación sobre el 30 de agosto de 1909. Estuvo entre los agraciados a los cuales, la condesa de Hornachuelos, en representación de la Junta de Damas Protectoras de los heridos, le entregó cinco pesetas y la señora marquesa de Valldeflores, tres pares de calzoncillos. (29).

Soldado D. Félix Ribas Minguez. Herido en la acción del 27. Evacuado al Hospital Militar de Málaga en el vapor “San Francisco”. Arribó el 28. (17).

Soldado D. Francisco Sánchez Domínguez. Herido en la acción del 27. Evacuado al Hospital Militar de Málaga en el vapor “San Francisco”. Arribó el 28. (17).

Soldado D. Manuel Ocaña Garzón. Herido en la acción del 27. Evacuado al Hospital Militar de Málaga en el vapor “San Francisco”. Arribó el 28. (17).

Soldado D. Jerónimo del Pozo González. Herido en la acción del 27. Evacuado al Hospital Militar de Málaga en el vapor “San Francisco”. Arribó el 28. (17).

Soldado D. Diego Fernández Martos Herido en la acción del 27. Evacuado al Hospital Militar de Málaga en el vapor “San Francisco”. Arribó el 28. (17).

Soldado D. Prudencio Jiménez García. Herido en la acción del 27. Evacuado al Hospital Militar de Málaga en el vapor “San Francisco”. Arribó el 28. (17).

Soldado D. Ricardo Montes Erizo. Herido en la acción del 27. Evacuado al Hospital Militar de Málaga en el vapor “San Francisco”. Arribó el 28. (17).

Soldado D. Medardo Castro. Herido en la acción del 27. Evacuado al Hospital Militar de Málaga en el vapor “San Francisco”. Arribó el 28. (17).

Soldado D. José Aramburo. Herido en la acción del 27. Evacuado al Hospital Militar de Málaga en el vapor “San Francisco”. Arribó el 28. (17).

Soldado D. Miguel Cubilla. Herido en la acción del 27. Evacuado al Hospital Militar de Málaga en el vapor “San Francisco”. Arribó el 28. (17).

Soldado D. Enrique Baila Sanz. Herido en la acción del 27. Evacuado al Hospital Militar de Málaga en el vapor “San Francisco”. Arribó el 28. (17).

Soldado D. José Sanz Ramírez. Herido en la acción del 27. Evacuado al Hospital Militar de Málaga en el vapor “San Francisco”. Arribó el 28. (17).

Soldado D. Mariano Lozanez. Herido en la acción del 27. Evacuado al Hospital Militar de Málaga en el vapor “San Francisco”. Arribó el 28. (17).

Soldado D. Ramón Fernández Redondo. Herido en la boca, con pronóstico grave, en la acción del 27. Evacuado al Hospital Militar de Málaga en el vapor “San Francisco”. Arribó el 28. (17). Fue condecorado con la Cruz del Mérito Militar, en Palacio, en el Salón de Columnas, por S.M. el Rey D. Alfonso XIII, el 11 de septiembre de 1909. Se encontraba en la Clínica de Urgencia del Buen Suceso.(27).


Soldado D. Joaquín Antonio. Herido en la acción del 27. Evacuado al Hospital Militar de Málaga en el vapor “San Francisco”. Arribó el 28. (17).

Soldado D. Daniel de las Heras Hernández. Herido en la acción del 27. Ingresado en el Hospital Noble. (17). Fue condecorado con la Cruz del Mérito Militar, en Palacio, en el Salón de Columnas, por S.M. el Rey D. Alfonso XIII, , el 11 de septiembre de 1909. (27).

Soldado D. Dionisio Cabello Iglesias. Herido en la acción del 27. Ingresado en el Hospital Noble. (17).
Soldado D. Rafael Arribas Cortezón. Herido en la acción del 27. Ingresado en el Hospital Noble. (17).

Soldado D. Mariano Méndez Mesón. Herido en la acción del 27, en el muslo izquierdo (20). Ingresado en el Hospital Civil de Málaga. (18).

Soldado D. José Latorre Hernández. Herido en la acción del 27. Ingresado en el Hospital Civil de Málaga. (18).

Soldado D. Arturo de la Peala Expósito. Herido en la acción del 27. Ingresado en el Hospital Civil de Málaga. (18).

Soldado D. Mateo de la Cruz Martín. Herido en la acción del 27. Ingresado en el Hospital Civil de Málaga. (18). recompensado por los méritos contraídos y observados durante el combate del día 27 de julio, en las estribaciones del Gurugú, con la Cruz de plata al mérito militar con distintivo rojo y, 25 pesetas anuales con carácter vitalicio. (32).

Soldado D. Blas Franillo Bariño o Barrio. Evacuado a Cartagena. (19). Evacuado en el vapor “Puerto Rico”. Ingresado en el Hospital de Marina del apostadero de Cartagena. Arribó el 2 de agosto. (23). Fue dado de alta por curación sobre el 19 de agosto. (26).

Soldado D. Siberio Miranda Tejedor. Evacuado a Cartagena. (19). Evacuado en el vapor “Puerto Rico”. Ingresado en el Hospital de Marina del apostadero de Cartagena. Arribó el 2 de agosto. (23).

Soldado D. Pedro Gil Vega. Evacuado a Cartagena. (19). Evacuado en el vapor “Puerto Rico”. Ingresado en el Hospital de Marina del apostadero de Cartagena. Arribó el 2 de agosto. (23). Fue dado de alta por curación sobre el 19 de agosto. (26).

Soldado D. Juan de Pablo. Evacuado a Cartagena (19). Evacuado en el vapor “Puerto Rico”. Ingresado en el Hospital de Marina del apostadero de Cartagena. Arribó el 2 de agosto. (23).

Soldado D. Timoteo Peláez Botegón o Relegón. Herido grave en el brzo. Evacuado a Cartagena. (19). en el vapor “Puerto Rico”. Ingresado en el Hospital de Marina del apostadero de Cartagena. Arribó el 2 de agosto. (23). Fue condecorado con la Cruz del Mérito Militar, en Palacio, en el Salón de Columnas, por S.M. el Rey D. Alfonso XIII, , el 11 de septiembre de 1909. (27).


Soldado D. Miguel Blanco Hernández. Evacuado a Cartagena. (19). Evacuado en el vapor “Puerto Rico”. Ingresado en el Hospital de Marina del apostadero de Cartagena. Arribó el 2 de agosto. (23). Fue dado de alta por curación, sobre el 19 de agosto. (26).

Soldado D. Eusebio Espada Álvarez. Evacuado a Cartagena. (19). Evacuado en el vapor “Puerto Rico”. Ingresado en el Hospital de Marina del apostadero de Cartagena. Arribó el 2 de agosto. (23).

Soldado D. Domingo García Herrero. Evacuado a Cartagena. (19). Evacuado en el vapor “Puerto Rico”. Ingresado en el Hospital de Marina del apostadero de Cartagena. Arribó el 2 de agosto. (23).

Soldado D. Florencio Muñoz Sáez. Evacuado a Cartagena. (19). Evacuado en el vapor “Puerto Rico”. Ingresado en el Hospital de Marina del apostadero de Cartagena. Arribó el 2 de agosto. (23).

Soldado D. Teodoro Martín García. En el Hospital de Málaga. Enfermo del aparato digestivo. (20).

Soldado D. Tomás Gallego. Herido. Evacuado a Cartagena en el vapor “León XIII”. (24). Fue dado de alta por curación, sobre el 19 de agosto. (26).

Soldado D. Felipe María Rodríguez. Herido. Evacuado a Cartagena en el vapor “León XIII”. (24).
Soldado D. Pedro Martín Vadillo. Herido. Evacuado a Cartagena en el vapor “León XIII”. (24).
Soldado D. Elías Méndez García. Herido. Evacuado a Cartagena en el vapor León XIII. (24).
Soldado D. Pascual Salomares Aguado. Herido. Evacuado a Cartagena en el vapor “León XIII”. (24).

Soldado D. Manuel Curado Carretero. Herido grave en el cuello. Evacuado a Cartagena en el vapor “León XIII (24).Fue condecorado con la Cruz del Mérito Militar, en Palacio, en el Salón de Columnas, por S.M. el Rey D. Alfonso XIII, , el 11 de septiembre de 1909. (27).

Soldado D. Alfonso Bontomeu Alvarado. Herido. Evacuado a Cartagena en el vapor “León XIII”. (24).
Soldado D. Pedro Gandino Santos. Herido. Evacuado a Cartagena en el vapor “León XIII”. (24).

Soldado D. Filiberto Martínez Rodríguez. Herido. Evacuado a Cartagena en el vapor “León XIII”. (24). Fue dado de alta por curación sobre el 19 de agosto. (26).

Soldado D. Venacio Hurtado. (25).
Soldado D. Vicente Rodríguez Canelo. Herido. (25).
Soldado D. Juan Francisco Pino Pérez. Herido. (25).

Soldado D. Melitón Arranz recompensado por los méritos contraídos y observados durante el combate del día 27 de julio, en las estribaciones del Gurugú, con la Cruz de plata al mérito militar con distintivo rojo y, 25 pesetas anuales con carácter vitalicio. (32).

Soldado D. Bernardo Arranz recompensado por los méritos contraídos y observados durante el combate del día 27 de julio, en las estribaciones del Gurugú, con la Cruz de plata al mérito militar con distintivo rojo y, 25 pesetas anuales con carácter vitalicio. (32).

Soldado D. Joaquín Antona recompensado por los méritos contraídos y observados durante el combate del día 27 de julio, en las estribaciones del Gurugú, con la Cruz de plata al mérito militar con distintivo rojo y, 25 pesetas anuales con carácter vitalicio. (32).

Soldado D. Francisco Domínguez recompensado por los méritos contraídos y observados durante el combate del día 27 de julio, en las estribaciones del Gurugú, con la Cruz de plata al mérito militar con distintivo rojo y, 25 pesetas anuales con carácter vitalicio. (32).

Soldado D. Nicolás Morón recompensado por los méritos contraídos y observados durante el combate del día 27 de julio, en las estribaciones del Gurugú, con la Cruz de plata al mérito militar con distintivo rojo y, 25 pesetas anuales con carácter vitalicio. (32).

Soldado D. Ricardo Monteserín recompensado por los méritos contraídos y observados durante el combate del día 27 de julio, en las estribaciones del Gurugú, con la Cruz de plata al mérito militar con distintivo rojo y, 25 pesetas anuales con carácter vitalicio. (32).

Soldado D. Lorenzo Sierra recompensado por los méritos contraídos y observados durante el combate del día 27 de julio, en las estribaciones del Gurugú, con la Cruz de plata al mérito militar con distintivo rojo y, 25 pesetas anuales con carácter vitalicio. (32).

Soldado D. Alfonso Domingo, recompensado por los méritos contraídos y observados durante el combate del día 27 de julio, en las estribaciones del Gurugú, con la Cruz de plata al mérito militar con distintivo rojo y, 25 pesetas anuales con carácter vitalicio. (32).

Soldado D. Mariano Gil o Cril, recompensado por los méritos contraídos y observados durante el combate del día 27 de julio, en las estribaciones del Gurugú, con la Cruz de plata al mérito militar con distintivo rojo y, 25 pesetas anuales con carácter vitalicio. (32).

Soldado D. Laureano Escalona, recompensado por los méritos contraídos y observados durante el combate del día 27 de julio, en las estribaciones del Gurugú, con la Cruz de plata al mérito militar con distintivo rojo y, 25 pesetas anuales con carácter vitalicio. (32).

Soldado D. Vicente García, recompensado por los méritos contraídos y observados durante el combate del día 27 de julio, en las estribaciones del Gurugú, con la Cruz de plata al mérito militar con distintivo rojo y, 25 pesetas anuales con carácter vitalicio. (32).

Soldado D. Julián Domínguez, recompensado por los méritos contraídos y observados durante el combate del día 27 de julio, en las estribaciones del Gurugú, con la Cruz de plata al mérito militar con distintivo rojo y, 25 pesetas anuales con carácter vitalicio. (32).

Soldado D. Ángel Arcos, recompensado por los méritos contraídos y observados durante el combate del día 27 de julio, en las estribaciones del Gurugú, con la Cruz de plata al mérito militar con distintivo rojo y, 25 pesetas anuales con carácter vitalicio. (32).

Soldado D. Antonio Delicado, recompensado por los méritos contraídos y observados durante el combate del día 27 de julio, en las estribaciones del Gurugú, con la Cruz de plata al mérito militar con distintivo rojo y, 25 pesetas anuales con carácter vitalicio. (32).

Soldado D. Francisco Cobos, recompensado por los méritos contraídos y observados durante el combate del día 27 de julio, en las estribaciones del Gurugú, con la Cruz de plata al mérito militar con distintivo rojo y, 25 pesetas anuales con carácter vitalicio. (32).

Soldado D. Nicolás Ruíz, recompensado por los méritos contraídos y observados durante el combate del día 27 de julio, en las estribaciones del Gurugú, con la Cruz de plata al mérito militar con distintivo rojo y, 25 pesetas anuales con carácter vitalicio. (32).

Soldado D. Cirilo López, recompensado por los méritos contraídos y observados durante el combate del día 27 de julio, en las estribaciones del Gurugú, con la Cruz de plata al mérito militar con distintivo rojo y, 25 pesetas anuales con carácter vitalicio. (32).

Soldado D. Julián Herraiz, recompensado por los méritos contraídos y observados durante el combate del día 27 de julio, en las estribaciones del Gurugú, con la Cruz de plata al mérito militar con distintivo rojo y, 25 pesetas anuales con carácter vitalicio. (32).

Soldado D. Fausto Mayor, recompensado por los méritos contraídos y observados durante el combate del día 27 de julio, en las estribaciones del Gurugú, con la Cruz de plata al mérito militar con distintivo rojo y, 25 pesetas anuales con carácter vitalicio. (32).

Soldado D. Arturo Barón, recompensado por los méritos contraídos y observados durante el combate del día 27 de julio, en las estribaciones del Gurugú, con la Cruz de plata al mérito militar con distintivo rojo y, 25 pesetas anuales con carácter vitalicio. (32).

Soldado D. Joaquín Ramírez, recompensado por los méritos contraídos y observados durante el combate del día 27 de julio, en las estribaciones del Gurugú, con la Cruz de plata al mérito militar con distintivo rojo y, 25 pesetas anuales con carácter vitalicio. (32).

Soldado D. Manuel M. Burgos, recompensado por los méritos contraídos y observados durante el combate del día 27 de julio, en las estribaciones del Gurugú, con la Cruz de plata al mérito militar con distintivo rojo y, 25 pesetas anuales con carácter vitalicio. (32).

Hans Nicolás i Hungerbühler



Fuentes:

(1). “España en sus héroes”, fascículo núm. 3, “Un capellán en el Barranco del Lobo”, pág. 95, “Concesión de Laureadas”, (Diario Oficial núm. 165), Madrid, 1969.
Retrato del capitán D. Ángel Melgar Mata, cedido por Javier Sánchez (Foro “Desastre de Annual 1921l”).
Reproducción de la partida de nacimiento del capitán D. Ángel Melgar Mata, cedida por Javier Sánchez (Foro “Desastre de Annual 1921”).
(2). Datos biográficos y militares del capitán D. Ángel Melgar Mata, “España en sus héroes”, fascículo núm. 3, “Un capellán en el Barranco del Lobo”, pág. 88 y, Hoja de Servicio del dicho oficial. Archivo General Militar de Segovia (AGMS).
Fotografía de la casa en la que nació y vivió el capitán D. Ángel Melgar Mata, en el Romeral (Toledo), cedida por Javier Sánchez (Foro “Desastre de Annual 1921”).
Grabado “Avance de un convoy protegido por el flanco, bajo el fuego rifeño”, “La Correspondencia de España”.
(3). “La Correspondencia de España”, Edición de la mañana núm.18.829, pág.5, Madrid, martes 31 de agosto de 1909.
(4). “La Correspondencia de España”, Edición de la mañana, núm. 18.892, pág.1, Madrid, martes 2 de noviembre de 1909.
(5). “La Época”, Últimos telegramas y noticias de la tarde, núm. 21.111, pág. 4, Madrid martes 3 de agosto de 1909.
(6). “La Correspondencia de España”, Edición de la mañana, núm.18.857, pág.1, Madrid martes 28 de septiembre de 1909.
(7). “La Época”, Últimos telegramas y noticias de la tarde, núm.21.171, pág.2, Madrid sábado 2 de octubre de 1909.
(8). “”La Época”, Últimos telegramas y noticias de la tarde, núm. 21.195, pág 3, Madrid, martes 26 de octubre de 1909.
Retrato blanco y negro del capitán de Infantería D. Ángel Melgar Mata, “España en sus Héroes”, fascículo núm.3, “Un capellán en el Barranco del Lobo”, pág.88, Madrid 1969.
(9). “El Globo”, Diario Independiente núm. 11.898, pág. 2, Madrid viernes 5 de noviembre de 1909.
(10). Monumento al capitán D. Ángel Melgar Mata, “Vikipédia”, enciclopedia libre en Internet.
Fotografías del monumento al capitán D. Ángel Melgar Mata, cedidas por Carlos Esquembri Hinojo de la Asociación de Estudios Melillenses.
Fotografía lápida en la casa natal del capitán D. Ángel Melgar Mata, cedida por Javier Sánchez, (Foro Desastre de Annual 1921”).
(11). “El Globo”, Diario independiente, núm.11.866, pág.2, Madrid, miércoles 29 de septiembre de 1909.
(12). “El Siglo Futuro”, Diario católico núm. 704, pág. 2, Madrid, sábado 13 de noviembre de 1909.
(13). “El Telegrama del Rif”, Melilla, 29 de septiembre de 1909.
(14). “ABC”, pág. 9, Madrid, viernes 22 de diciembre de 1911.
(15). “ABC”, pág. 6, Madrid, viernes 6 de agosto de 1909.
(16). “La Correspondencia de España”, Edición de la mañana, núm. 18.798, págs. 1 y.2, datos provinentes de la “Unión Mercantil de Málaga”, Madrid, sábado 31 de julio de 1909.
(17). “La Correspondencia de España”, Edición de la mañana, núm. 18.799, págs. 1 y 2, datos provinentes de la prensa malagueña, Madrid domingo 1 de agosto de 1909.
(18). “La Correspondencia de España”, Edición de la mañana, núm. 18.800, pág 1, datos provinentes de la “Unión Mercantil de Málaga”, lunes 2 de agosto de 1909.
(19). “La Correspondencia de España”, Edición de la mañana, núm.18.801, pág.1, Madrid, martes 3 de agosto de 1909.
(20). “La Correspondencia de España”, Edición de la mañana, núm.18.808, pág. 4, Madrid martes 10 de agosto de 1909.
(21). “La Época”, Últimos telegramas y noticias de la tarde”, núm.21.106, pág.2, Madrid jueves 29 de julio de 1909.
(22). “La Época”, “Últimos telegramas y noticias de la tarde”, núm.21.108, pág.3 Madrid, sábado 31 de julio de 1909.
(23). “La Época”, Últimos telegramas y noticias de la tarde, núm.21.111, pág.1, Madrid, martes 3 de agosto de 1909.
(24). “La ´Época”, Últimos telegramas y noticias de la tarde, núm. 21.114, pág.3, Madrid viernes 6 de agosto de 1909.
(25). “El Imparcial”, Diario Liberal, núm.15.228, pág.2, Madrid lunes 2 de agosto de 1909.
(26). “El País”, Diario republicano, núm. 3.039, pág. 2, Madrid jueves 19 de agosto de 1909.
(27). “La Correspondencia Militar”, cuatro ediciones diarias, núm.9.682, pág. 1, Madrid sábado 11 de septiembre de 1909.
(28). “El Imparcial”, Diario Liberal núm.15.257, pág.1, Madrid, martes 31 de agosto de 1909.
(29). “El Imparcial”, Diario Liberal núm.15.256, pág.1, Madrid lunes 30 de agosto de 1909.
(30). “La Correspondencia Militar”, Cuatro ediciones diarias, núm.9.644, pág.2, Madrid viernes 30 de julio de 1909.
(31). “La Correspondencia Militar”, Cuatro ediciones diarias, núm.9.787, pág.1, Madrid viernes 17 de diciembre de 1909.
(32). “La Correspondencia de España”, edición de la mañana, núm. 18.892, pág.2, Madrid martes 2 de noviembre de 1909.
(33). “La Época”, Últimos telegramas y noticias de la tarde, núm. 22.174, pág.1, Madrid martes 23 de julio de 1912.
(34). “La Correspondencia Militar”, Cinco ediciones diarias, núm.10.575, pág.2, Madrid miércoles 24 de julio de 1912.
(35). Hoja de servicio del capitán de Infantería D. Ángel Melgar Mata. Archivo General Militar de Segovia (AGMS).

Imágenes:
- Retrato del capitán Melgar.
- Edificio: Casa en el Romeral (Toledo), en la que nació y vivió su infancia el capitán D. Ángel Melgar Mata.
-Monumento en memoria del capitán Melgar.

jueves, 21 de enero de 2010

1910: ENTRADA TRIUNFAL EN MADRID







CENTENARIO DE LA ENTRADA TRIUNFAL



EN MADRID DE LA BRIGADA DE CAZADORES






Hace cien años un 22 de enero de 1910 la Brigada de Cazadores mandada por el General Tovar protagonizó una triunfal entrada en Madrid







El 17 de diciembre de 1909 el General Marina consideró que la zona próxima a Melilla estaba pacificada . Dándose por finalizada la Campaña iniciada por el ataque a los obreros que construían el trazado del ferrocarril de la Compañía Española de Minas del Rif , el 9 de julio de ese mismo año.En diciembre con el término de las operaciones los distintos batallones fueron recibiendo la orden de regresar a la península.






La animación se palpaba ese día un tanto gris por falta de sol el 22 de enero de 1910 por las calles de Madrid con cierre total de los comercios. Todas las vías llenas de ansioso gentío se encontraban engalanadas de banderas, gallardetes, estandartes y guirnaldas.La Orden General del 21-01-1910 disponía que el General Tovar tomara el mando de las fuerzas que desfilarán vestidas en traje de campaña siguiendo el itinerario que empezará por la Calle de Alcalá , Puerta del Sol, lado del Ministerio de la Gobernación, Calles Mayor y Bailén hasta la plaza de San Marcial.






El desfile comenzó a eso de las 11 de la mañana con el General Tovar montando un brioso caballo poniéndose en marcha por el Paseo del Prado. Abría el paso una sección de la Guardia Civil que fueron destinadas a Melilla en numero de 40 miembros del 14ª Tercio.Inmediatamente detrás el General Alfau con sus ayudantes, los Cazadores de los batallones de Arapiles, Madrid, Barbastro, Figueras, Las Navas y Llerena .Una compañía de Ferrocarriles y la de Aeroestación montado en columnas de piezas. En columna el Regimiento de Lanceros de la Reina seguido de las ambulancias.






El numerosísimo público vitoreaba a los soldados que en medio de un gran desorden daban vivas a España y al Ejército.Las Tropas avanzaban estrujadas por una multitud que les arrojaba incesantemente flores. Una representación de estudiantes valencianos aportaron mil kilos de flores que fueron utilizadas en la triunfal entrada de la Brigada.






En número de cuatro mil cigarreras de la fábrica de Tabacos con sus mantones y pañuelos ocupaban toda la rampa, escalinata y verja próxima al monumento del Dos De Mayo. No faltaron intrépidos que se apostaron en las copas de los árboles. Un dato anecdótico es la ausencia de reservistas en dicho desfile. Las críticas en la organización del desfile no fueron muy halagüeñas al calificarlo de caótico, deslucido y lento hasta acabar hacia las dos y media de la tarde.






La otra noticia recogida en la prensa de ese día fue la aparición del Cometa Halley esa noche en los cielos de Madrid.El General que protagonizó la entrada triunfal en Madrid el 22 de enero de 1910 fue Don Antonio Tovar Marcoleta (Madrid 1847-1925) que ingresó en 1863 en el ejército como cadete en la segunda guerra Carlista. Como teniente coronel de la Guardia Civil tomó parte de la expedición a Filipinas , así como en acciones de la guerra de Cuba y Puerto Rico. Siendo General de División, tomó parte en los sucesos de Melilla de 1909. Fue director general de la Guardia Civil. Nombrado Capitán General de Valencia en 1917 declaró el estado de guerra por los sucesos de ese año.






La efemérides de este mes de enero aparece mencionada en el calendario del Centenario de la Campaña de Melilla que puede descargarse en el enlace del blog de Juan Díez (Fuente: http://melillacampaade1909.blogspot.com/).Dicho calendario de efemérides y personajes ha sido incluido en las sites de La Ventana de la Agencia Tributaria, La Real Asociación Española de Cronistas Oficiales, Melillense.net entre otros, además de publicarse en medios de prensa locales.






Artículo de : Juan José Florensa y Conesa






Imágenes:



- Cromo número 49 de la colección "La Campaña de África - 1909". Entrada de las tropas de Madrid.



Al dorso se puede leer: "No solamente en las principales ciudades sino hasta en los más modestos pueblecillos, la llegada de sus hijos que vuelven victoriosos de la guerra, constituye un día de fiesta y de alegría. pero donde el pueblo ha superado a todos es en Madrid; es tarea imposible describir la frenética alegría y el loco entusiasmo con que recibió a las tropas. Millares de ramos de flores, millares de palomas que se tiraron y soltaron. Desde el Rey al más humilde obrero, todos se afanaron en dar la bienvenida a los héroes, no oyéndose más que las aclamaciones al Ejército y a España".



- General Tovar con teniente coronel Cavalcanti y capitán Antonio Tovar. Internet.



- Generales y oficiales. Internet.



lunes, 18 de enero de 2010

EL MAYOR RICHARDSON Y SU PERRA JOYFUL EN MELILLA







El mayor Richardson, introducción de los perros



ambulancia en la guerra, de Melilla

Sin duda alguna, el perro ha jugado siempre un papel favorable al hombre desde la antigüedad. Desde que fue domesticado por el hombre, inicialmente para la caza, vigilancia de rebaños y de la casa, usándose contra las cargas de caballería hasta la actualidad, en que le encontramos en diversos campos, ya sea en la búsqueda y detección de estupefacientes, explosivos, armas, personas, pasando por su utilidad en medicina (detección de cáncer de próstata), mensajería, lazarillos e incluso en terapias para personas ancianas como con enfermedades psíquicas.

En España, los canes, fueron introducidos en el campo militar en agosto de 1909 por un mayor (comandante) inglés, apellidado Richardson. Concretamente, fueron los perros ambulancia los cuales ya demostrados sus resultados positivos durante la guerra ruso-japonesa de 1905, tenían la misión de detectar y localizar a los heridos en el campo de batalla, como así fue y en el caso que nos ocupa, en la Campaña de Melilla en 1909.



El mayor Richardson, llegó a San Sebastián el viernes 27 de agosto de 1909, lugar donde fue recibido por S.M. la Reina Victoria y su madre, S. M. Cristina. La finalidad que traía a Richardson a España, era la implantación del servicio de perros-ambulancia los cuales y como ya se ha mentado, habían prestado notables servicios a la Cruz Roja en 1905. Estos servicios, habían sido clasificados de “excelentes”. El Ministro de la Guerra, designó a un oficial para que acompañara al mayor Richardson a Melilla, plaza a la que partiría el 28 de agosto de 1909. (1).

De los perros que portaba el mayor Richardson, y de la presencia de los canes en la milicia, decía “La Correspondencia Militar” del 27 de agosto de 1909, lo siguiente: (textual) (2).

“…Los perros que lleva el Mayor Richardson a Melilla para ayudar a la búsqueda de heridos parece ser que cumplen su misión maravillosamente.

Los intentos de utilizar en la guerra las dos cualidades sobresalientes de estos animales, el olfato y el instinto, son muy antiguos; pero nunca han recibido orientación exacta y adecuada.

Lo que se ha hecho en casos aislados, con resultado completo, y los servicios que los perros prestan en la vida normal del campo, hacen creer que en este asunto no se ha pensado nunca en serio, y no es para olvidarlo.

En todos los cuarteles hay perros que se encariñan con el soldado, comen las sobras del rancho y son allí un estorbo más que otra cosa. Más de un jefe de Cuerpo se ha visto obligado a ordenar su desaparición. Pero bien elegidos y enseñados por quien supiese hacerlo, podrían ser muy útiles, no sólo en la recogida de heridos, sino también en la exploración y las avanzadas…”

¿Quién era el Mayor Richardson y cómo llegó a España? ( 3 )
El mayor Richardson, era un comandante inglés que había servido en el Regimiento de Infantería núm. 43, del ejército británico. Se hallaba en posesión de muchísimas condecoraciones de diferentes países, especialmente de Rusia, ya que el Zar, le hizo llamar a palacio para felicitarle por los servicios prestados por sus perros que del campo japonés, habían rescatado a más de 23 heridos, los cuales, si no hubieran sido rescatados, hubieran perecido. Habiendo pasado a la reserva, al parecer de forma voluntaria, para dedicarse al mundo de los perros, por el que sentía verdadera pasión (5), solicitó ser agregado a la policía inglesa, para colocarse al frente de sus perros auxiliares de los agentes de seguridad.

El mayor Richardson, después de la Primera Guerra Mundial, estuvo al frente de las Escuelas de Perros Lazarillo en Inglaterra, de los cuales, surgió durante dicha contienda, dado el número elevado de soldados que perdieron la vista como consecuencia de las agresiones con gases contra las personas. Uno de los centros más importantes ya había sido creado en Alemania por Kraemer a lo largo del año 1915.

Oficiales del Ejercito francés, paralelamente, los señores Maric y Megnin realizaban experimentos en las perreras de Plessis-Trevise. También después de la guerra, surgió otra en Suiza pero para Instructores de perros-lazarillo en la propiedad de Dorothy Harrison Ausis, además aparecieron gran cantidad de escuelas en Europa y Estados Unidos. (6).

Una entrevista en el “ABC” (textual) (5)
“…Los perros en la guerra.
Uno de nuestros redactores celebró ayer una interesante interviú con el mayor inglés Richardson, que, como es sabido, va a Melilla con la famosa perra Jouful, adscrito a la Cruz Roja, con la humanitaria misión de recoger a los heridos y desaparecidos en campaña.
El mayor Richardson salió de Londres el día 19 del actual, llegó a San Sebastián el 21, y en la capital donostiarra fue recibido por S.M. la Reina doña Victoria, quien desde el primer momento se interesa sobre este asunto.

Nuestro interlocutor muéstrase satisfechísimo de la entrevista regia, pues Su Majestad le ofreció desde el primer momento su incondicional apoyo para la feliz realizaxión de su empresa.

Míster Richardson relató a la Soberana la misión especial de los bloodhound, que es el nombre de esta clase de perros, los cuales no sólo prestan sus servicios en las guerras, sino que también auxilian de un modo eficacísimo a la policía en el descubrimiento y captura de los criminales.

Esta raza canina existe en Inglaterra, a pesar de lo cual sus ejemplares en el mismo Reina Unido, no son muy comunes. Baste decir que se cotizan de 100 a 150 libras esterlinas cada uno.

Su instinto y su sagacidad son tales, que en Londres han realizado descubrimientos verdaderamente maravillosos, señalando pistas a la Policía y aún aprehendiendo a los autores de muchos crímenes varios días después de ser estos cometidos.

De tal modo han sido reconocidas estas cualidades, que en las jefaturas de Policía de París y Berlín han solicitado auxilio en algunas ocasiones a la de Londres, y esta ha presentado a aquellas a sus perros, que en las capitales indicadas dieron prueba de sus excepcionales facultades.

Al frente de la sección formada por estos perros y los agentes policiacos auxiliares se halla el propio mayor Richardson, que para desempeñar este cometido, por el que siempre ha sentido decidida vocación, pidió el retiro del Ejército británico, en el que había llegado al grado de comandante de Infantería.

Por los antecedentes que se tienen de la raza de los bloodhounds, sabése que estos perros tienen origen español, y que Cristóbal Colón, primero, y después Pizarro, en sus viajes a América, llevaron a este Continente algunos ejemplares de aquéllos. Quizá tengan en ellos su origen los que hace bastantes años existían todavía en Cuba.

En esta isla dedicábamos los dueños de ingenios a perseguir a los esclavos que se fugaban de las plantaciones de azúcar, y que casi siempre, merced a los “cazadores de hombres”, nombre con el que allí se designaba a estos perros, eran capturados.

En la reciente guerra ruso-japonesa dieron también excelente resultado los bloodhounds. El número de heridos por ellos descubiertos y que sin su auxilio hubieran perecido abandonados fue enorme. Las proezas en Manchuria se olvidaran dificicilmente.

Es tan grande su instinto. Poseen un olfato tan exquisito y tienen tal acierto en sus exploraciones, que con dificultad en los campos de batalla en que ellos maniobran se quedará ni un rezagado, ni un herido, que no sea olfateado por el can u orientado y aún transportado por él al lugar en que se halla establecida la ambulancia.

Como ejemplo de la constancia de estos animales, nos refería ayer tarde el mayor Richardson que, no hace aún dos meses, uno de sus perros estuvo durante cuatro días sin comer y sin descansar persiguiendo una pista, al cabo de los cuales dio con el paradero del autor de un crimen cometido en Londres y que por sus singulares condiciones adquirió enorme resonancia.

Ayer por la mañana estuvo Mr. Richardson en el ministerio de la Guerra. Conocido allí el interés por su humanitaria empresa tiene nuestra Soberana, le fueron dadas cuantas facilidades necesitó, y sus pasaportes quedaron prontamente en regla.

Esta noche saldrá para Málaga, y quizá el lunes podrá desembarcar en Melilla. En Málaga se le agregará un capitán de Artillería. Expresamente designado por el ministro de la Guerra para este objeto.

El bravo comandante hallase muy animado y deseoso de entrar en campaña. La perra Joyful, que le acompaña, es un hermoso ejemplar de la raza. Es no muy alta, fornida, tiene largas orejas, hocico pronunciado y mirada inteligente, su color es canela oscuro y tiene cuatro años.

El mayor Richardson, con motivo de la guerra actual, la regaló a nuestro compatriota el duque de Santoña, que reside en Londres. Este a su vez, dándose cuenta de la importancia del regalo, lo transmitió a la ex emperatriz Eugenia, y esta, comprendiendo su verdadero destino, la regalo a sí mismo a la Reina Victoria.

Esto explica, pues el interés vivísimo que S.M. ha tomado en este asunto desde el primer momento.

-Y ¿no tiene perros la Policía española?- nos pregunto nuestro interlocutor al final de la entrevista.
-¡Ay!, nosotros andamos bastante mal de perros- le respondimos, también hemos tenido nuestro correspondiente can por acá, y le contamos las aventuras del famoso Ney, cuyo paso por nuestros centros policíacos fue por cierto como el de un meteoro.

Nos despedimos del animoso comandante, felicitándole por su generosa iniciativa y dándole las gracias en nombre de ABC por su amabilidad con nosotros…”

Sobre su llegada a España, la prensa madrileña, concretamente el diario “La Época, publicó el siguiente artículo al respecto: (textual), (3).

“…Cuando Richardson tuvo conocimiento de los sucesos de Melilla, solicitó una entrevista en Londres con el duque de Santoña, a quién comunicó sus deseos de regalarle uno de sus perros para que fueran utilizados sus servicios en la campaña de Melilla.
El duque de Santoña aceptó el ofrecimiento y poco después le fue entregado el perro, que el duque regaló a su vez a la Emperatriz Eugenia.

La Emperatriz conocedora de la importancia de los servicios que prestan en campaña estos perros ingleses, dispuso que “Joiful”, nombre al que atiende la perra regalada, y que es un hermoso ejemplar de la raza Blordhounds, fuese enviada como regalo a la Reina Dª Victoria.
Pocos días después fue recibido por la Reina en el Palacio de Miramar el mayor Richardson, quien escuchó de labios de la Soberana frases de agradecimiento.

Como detalle curioso debe consignarse que los dos perros que acompañaban a Colón en las carabelas al hacer el descubrimiento de América, pertenecían a la preciada raza de Blordhounds, cuyos servicios han sido muy apreciados durante la guerra ruso-japonesa.

El coste ordinario de estos perros oscila entre 100 y 125 libras esterlinas…”.

El uso de estos animales, no tenía antecedente en España o no era recordado ya que en Méjico, muchísimos años atrás, los españoles, los habían usado en combate. Este, es el caso de “Becerrillo” y de su hijo “Leoncillo”, la historia de los cuales fue (textual) (11), según una publicación “Alrededor del Mundo”, del 6 de octubre de 1909, bajo el título, “El perro que llegó a capitán”.

“…Becerrillo era un enorme dogo, de pelaje rojizo con el hocico y el cerco de los ojos manchados de negro. Estaba dotado de tanta audacia como prudencia, por lo que se le apreciaba más que a los otros perros que siempre obraban brutalmente y se le daba doble ración. En el combate, se arrojaba sobre los indios, cogía a uno de ellos por un brazo y se lo levaba sin hacerle el mayor daño si el prisionero no se resistía; pero si trataba de huir, lo tiraba al suelo y en un santiamén lo estrangulaba.

En la batalla empeñada con el cacique Mabodomaca, “Becerrillo” se portó con sin igual bravura, contribuyendo al triunfo de los españoles. Se le nombró capitán en el mismo campo de batalla, y las tropas desfilaron ante el valeroso can rindiéndole los honores correspondientes.

La muerte de “Becerrillo” fue la de un verdadero soldado. En un combate con los caribes cayó atravesado por una flecha envenenada. Pero dejó un hijo que fue su digno sucesor. Llamábase este “Leoncillo”, y en las célebres exploraciones del istmo de Darien prestó inmensos servicios a las tropas de Núñez de Balboa. Tan noble como su padre, en cuanto oía la voz de su amo, que era uno de los soldados, se detenía aunque se hallase en lo más recio de la pelea. “Leoncillo” no llegó a capitán, pero tenía, a diferencia de los demás perros, paga y ración de soldado. Los indios le cobraron tal odio, que en todos los combates concentraban sobre él los flechazos, hasta que en una escaramuza lo dejaron acribillado sobre el campo. Esta antipatía se comprende al saber que entre “Leoncillo” y sus compañeros habían estrangulado más de dos mil indios.

Tal maestría llegaron a adquirir los españoles de aquellos tiempos en el empleo de perros en la guerra, que cuando empezaron las campañas entre Carlos Quinto y Francisco I, Enrique VIII de Inglaterra no halló mejor manera de testimoniar su amistad al emperador que enviarle doscientos dogos para que auxiliasen a sus tropas contra el monarca francés…”

La perra “Joyful/Joytol” (4)

Arribó junto al mayor Richardson a Melilla, el martes 31 de agosto de 1909. Al parecer y según dimana de la lectura del artículo publicado en “La Correspondencia de España” de dicha fecha, la perra “Joytol”, era ya veterana de la guerra ruso-japonesa. De ella, decía el periodista autor del citado escrito señor Rodríguez de Celis, que era hermosa y que había llevado a cabo empresas que pudieron parecer increíbles, avaladas por la presencia de testigos. Dicho animal que ahora era propiedad del S.M. la Reina Victoria, era de tamaño grande, de tipo cazador, de orejas grandes, pelo corto de color canela oscuro, dotada de una inteligencia jamás vista. Era muy dócil, como si su vida entre ejércitos la hubiera hecho adaptar a la disciplina y sumisión más grandes.

Sobre la inteligencia de “Joytol”, también escribiría en su artículo Rodríguez de Celis lo siguiente: (textual)

“…”Joytol” parecía comprender mis palabras. A punto he estado de equivocarme y solicitar de ella una “interview”. Pero he caído pronto en la cuenta de que “Joytol”, con toda su inteligencia, no me habría contestado. Esto la distingue de muchos políticos españoles, que hablan sin llegar, en punto a inteligencia, a la altura de “Joytol”…”

De la llegada de “Joyful” a Melilla. Dudas. (9)

El siguiente artículo, publicado en el diario madrileño “El Imparcial” del 6 de septiembre de 1909, el cual cito textualmente, recoge el momento de la llegada de la perra “Joyful” a Melilla.

“…Un dato más: desde que fondeó el “Menorquín”, al amanecer, hasta muy cerca de las once, no han sido desembarcados tres destiladores de agua remitidos por el filántropo marqués de Comillas, que producirán diariamente 15.000 litros de agua potable y la perra Bloodhound “Fortful” (por Joytol), que regaló la emperatriz Eugenia a nuestra soberana como un prodigio de instinto para el descubrimiento de heridos en campaña. El pobre animal, digno de mejor suerte, ha permanecido más de dos horas metido en un cajón dentro de una barcaza sufriendo un calor horrible y en una posición incómoda. Auxiliado por dos de los valencianos que antes indiqué, sacamos el cajón y lo sacamos a la sombra y en sitio llano, mientras que el mayor Richardson que lo ha traído, cumpliendo órdenes de S.M., había ido a cumplimentar al general Marina y a saber que destino que se iba a dar a “Joyful”.

Creíase que se le destinaría a la Cruz Roja, como ocurrió en la guerra ruso-japonesa; pero ha sido o será entregada en breve a los ingenieros, y cuando el general Marina así lo ha dispuesto, su motivos tendrá, porque esta guerra se parece a aquella como un huevo a una castaña.

Yo no dudo que la instalación de servicios de perros amaestrados den excelentes resultados en campañas de otra índole, pero en el Rif vivirá “Fortful” el tiempo que tarde en ponerse al alcance de los fusiles de la morisma.

Supongamos y esto es un colmo, que logre encontrar un herido no visto y que avise el hecho, ¿quién va por él?. La intención es buena, plausible, y la finalidad hermosa. En cuanto a la eficacia, reservo mi opinión. Por lo pronto están ya instalados en el Hotel Victoria el mayor inglés Richardson y la perra “Fortful”, que es un ejemplar precioso de pelo castaño con lomo negro y unas orejas muy grandes. De los servicios que prestan ya hablaremos cuando llegue la ocasión…”


Una anécdota, sobre el dispendio del viaje del mayor Richardson a Melilla, junto a “Joyful”. (10)

La Vanguardia de Barcelona, recogió una anécdota relativa al coste del viaje del mayor Richardson a Melilla junto a la perra “Joyful”, titulada, “El descubridor de heridos” (textual):

“…Dentro de breves días regresará de Melilla el mayor Richardson, que marchó a llevar al perro descubridor de heridos en campaña, regalado a la Reina, y esta al ejército de operaciones. Con este motivo se ha comentado favorablemente el acto de la Reina, quien ha pagado de su propio peculio el viaje a Melilla del mayor Richardson, que ha llevado el perro. Parece que alguien pretendía disuadir a la Reina del envío del perro, porque llevar uno solo podía ser de pocos resultados, siendo preferible esperar a que hubiera amaestrados más.

La Reina dijo:
- Con una sola vida que salve el perro, pueden darse por bien empleados gastos y viaje-…”

“Joyful”, destinada a la ambulancia de la 1ª División. (12)

Finalmente, “Joyful”, fue destinada a la ambulancia de la 1ª División, según explicaba el periodista Gombeet, en el diario “La Época” del 6 de septiembre de 1909. Con ella partió hacia el campamento de Zoco el Arbaa. Explicaba el citado periodista, que “Joyful”, congenió rápidamente con los soldados y que efectuaba una sola comida al día, consistente la misma en un kilo de carne cruda.

Hans Nicolás i Hungerbühler

Fuentes:

(1). “El Imparcial”, diario liberal, núm.15.253, pág. 2, Madrid viernes 27 de agosto de 1909.
(2). “La Correspondencia Militar”, núm. 9.669, pág. 2, Madrid viernes 27 de agosto de 1909.
(3). “La Época”, Últimas noticias y telegramas de la tarde, “Los perros en la guerra”, núm 21.135, pág.1, Madrid viernes 27 de agosto de 1909..
(4). “La Correspondencia de España·, núm. 18.829, pág. 1, Madrid martes 31 de agosto de 1909.
(5). “ABC” 1 edición, pág. 11, Madrid sábado 28 de agosto de 1909.
(6). “Razas de perros y gatos”, blog sobre las razas de perros y gatos en Internet, artículo titulado “Razas de perros lazarillos” firmado por Cristian en fecha lunes 16 de febrero de 1909.
(7). Fotografía del perro de raza “Bloodhound”, obtenida a través del buscador de Imágenes de Google.
(8). “Litografía perro-ambulancia auxiliando a un soldado alemán durante la primera Guerra Mundial (1914-1916), obtenida a través del buscador de imágenes de Google.
(9). “El Imparcial”, Diario liberal núm.15.261, pág. 2, Madrid sábado 4 de septiembre de 1909.
(10). “La Vanguardia”,pág.5, Barcelona jueves 5 de septiembre de 1909.
(11). “Alrededor del Mundo”,núm. 540, pág.219, “Proezas de perros en la guerra”, Madrid, 6 de octubre de 1909.
(12). “La Época”, Últimas noticias y telegramas de la tarde, núm.21.145, pág.2, Madrid, lunes 6 de septiembre de 1909.

Imágenes
- Perro-ambulancia auxiliando a un soldado alemán durante la Primera Guerra Mundial.
- Perro de raza ¨Bloodhound¨, como el que intervino en la Campaña de Melilla en 1909.(7).
- El Mayor inglés en una trinchera, en Melilla 1909. Dibujo de Frederick Villiers.”Ilustrated London News, The” 4 sept. 1909.
- Portada de ABC, 1909

miércoles, 6 de enero de 2010

LA CANTINERA , por Enrique López Alarcón




"LAS HIJAS DEL BATALLON"




Uno de los componentes más romántico de la Campaña de 1909 lo constituyeron la cantineras con su animosa presencia en los campamentos, calles de la ciudad e incluso línea de combate. Por ello no es difícil encontrar en los diarios, revistas y libros que plasmaron el devenir de estos graves sucesos, semblanzas acerca de estas señoritas y señoras..

Uno de estos comentarios sobre las cantineras se lo debemos al escritor y periodista Enrique López Alarcón, quien luego de publicarlo en el periódico “El Mundo Militar”, formó parte del libro “Melilla, 1909. Diario de la guerra, escrito durante las operaciones militares en el Rif”. Interesante obra de la que conocemos dos ediciones.
Apareciendo el epígrafe al que nos referimos en las páginas 278 – 280 de una de estas ediciones.

"LA CANTINERA
El regimiento del príncipe, número 3 de la división Sotomayor, ha traído consigo su cantinera de España. Perdonadme si al hablaros de ella menoscabo y debilito un poco la leyenda de “las hijas del batallón” y el prestigio universal, poético y folletinesco de las cantineras.
Yo vi por primera vez a esta intrépida mujer en la calle del General nacías, junto a la Puerta del Campo. La dama era el eje de un grupo de soldados del regimiento del Príncipe. Hablaron animadamente un momento y luego se separaron, partiendo los soldados hacía el camino de Rostrogordo y la cantinera hacia el muelle de desembarco, donde debía de reclamar tres o cuatro fardos, que era la impedimenta y la existencia de la cantina.
La cantinera andaba delante de mí con mucha marcialidad, la cabeza alta, un poco retrepada de la cintura, moviendo los brazos como péndulos. Caminaba de prisa e iba a cuerpo gentil. Llevaba el vuelo trasero de la falda sujeto y prendido entre la cinturilla del vestido. Este ardid la dejaba libre de la enfadosa traba de tener que recogerse las faldas al andar por la calle y daba al aire unas alpargatas iguales que las de la tropa y unas medias a rayas rojas de mucha bizarría; eran unos bajos de obrera trabajadora y limpia.
Tiene la cantinera la nariz corta, los ojos chicos y la boca grande. Pero su cara indica simpatía y franqueza, y es más picaresca que hermosa. Si os digo, por fin, que representa unos treinta años, queda completo el retrato de esta mujer atrevida, desenfadada y simpática.
La cantinera del Príncipe vivía de su cantina en Gijón, donde esta fuerza tenía un destacamento. Al concentrarse las compañías del Príncipe, la cantinera se movilizó con las tropas a que ella se adscribía, y vino a Melilla.
Viste, para estar en la guerra, falda de cretona gris, tenuamente rameada de negro y una guerrera azul de topa con el número 3 en el cuello. Un verdadero traje de campaña.
Yo la vi luego en el muelle, al día siguiente de llegar el regimiento, reclamando los fardos que había traído consigo; después contrató su carromatillo a un hebreo que andaba de cabeza ante la verbosidad y la decisión de aquella mujer privilegiada, y partió, llevando ella, con su despejo y ánimo al carromato, al macho y al judío.
Con el carro hizo como una huída presurosa hacia las alturas de su campamento. Yo la dejé que se marchara tranquila, sin preguntarle su nombre ni otros detalles. ¿ Para qué poner al remate de estas líneas un nombre vulgar que nos acabe de destruir el prestigio de su dueña? Para mi y para mis lectores y para el pueblo entusiasta y pintoresco, estas mujeres se llaman todas los mismo; todas se llaman Madame Sans-Gene".




Nota:


Como pensamos rescatar próximamente varios textos relativos al protagonismo de las cantineras en la Campaña del 9, complementádolos entonces con imágenes de 1909. Ahora hemos decidido ilustrar esta entrada con dos imágenes de cantineras, correspondientes a la Campaña de Melilla de 1893.




viernes, 1 de enero de 2010

Ernesto Ortuño y los obreros de la Cia. MM. del Rif




La agresión a los obreros: 9 de julio 1909…

El detonante del inicio de la Campaña del Rif del año 1909, desarrollada en el entorno de la ciudad de Melilla, fue la grave agresión sufrida por un grupo de obreros de la Compañía Española de Minas del Rif. Mientras éstos trabajaban en las tareas de replanteo destinadas a la construcción de un puente para el ferrocarril, a siete kilómetros de Melilla, en el arroyo de Sidi Musa.
Una agresión que tiene su origen en la detención de algunos habitantes de la kabila de Kebdana por la columna del general Del Real, luego de que éstos hubieran agredido a un policía indígena. Ante la detención de los quebdanas, el 7 de julio los jefes de Mazuza y Beni bu Ifrur acordaron que ocho voluntarios, acompañado por otros vecinos atacaran a los obreros que construían la línea del ferrocarril. Siendo el resultado seis obreros españoles muertos y uno herido, de un total de los trece que habían acudido a trabajar acompañados de otros jornaleros marroquíes.
Personal al servicio de la Compañía Española de Minas del Rif que fueron retirados a Melilla, donde encontraron sepultura los cadáveres y atención médica el herido.
Gracias a nuestro compañero de Estudios Melillenses, Eduardo Sar, hoy conocemos algunos datos más, acerca de los seis obreros muertos, de los que divulgó entonces la prensa nacional.

Obreros de la C.E.M.RIF que resultaron muertos:
Los restos de todos ellos descansan en el Panteón de Margallo, construido luego de la Campaña de 1893 para alojar los cuerpos de las víctimas de aquella contienda. Pero que el destino quiso albergara en su mayoría a caídos de 1909.
Años después ocurría lo mismo con el Panteón de los Héroes, destinado inicialmente para albergar a los héroes del 9 y que terminó dando cobijo final a los caídos en la Rota
de Annual y operaciones que siguieron a ésta.

Tomás Almeida
Natura del Matanzas ( Cuba ), tenía 45 años de edad y era soltero, siendo sus padres Santiago y Luisa. Había estado ingresado durante algún tiempo en el Penal de Melilla y disfrutaba de la condición de liberto.
Muerto por herida de arma de fuego, sus restos reposan en el Osario del Panteón de Margallo en el Cementerio de la Purísima Concepción de Melilla.
Recordemos que en octubre de 1906 se suprimieron los Presidios norteafricanos, quedando en Melilla algunos penados en su último periodo de condena, el de circulación libre. Bajo el control de un Patronato de Libertos que desapareció en 1909.

Manuel Delgado Paez
De 28 años de edad y estado civil soltero, sus padres fueron Miguel Delgado Guzmán ( carpintero de Alhaurin el Grande ) y Ana Páez González ( de Málaga ).
Muerto por herida de arma de fuego, sus restos reposan en el Panteón Margallo.

Emilio Esteban
Natural de Jérica ( Castellón ), estaba casado y con dos hijos.
Muerto a consecuencia de herida producida por arma de fuego, sus restos reposan en el Panteón Margallo.

Salvador Pérez
Muerto por arma de fuego, sus restos descansan en el Osario del Panteón Margallo del Cementerio de la Purísima Concepción de Melilla.

Cristóbal Sánchez González
Natural de Coín ( Málaga ) estaba casado con Francisca González Guzmán. Y era hijo de pedro Sánchez Sánchez y Francisca Gonzalez Cortés.
Muerto por arma de fuego. Sus restos se encuentran en el Osario del Panteón Margallo.

Miguel Suárez Rus
Natural de Ibros ( Jaén ), de donde era oriunda toda su familia. Soltero y de 30 años de edad, era hijo de Alonso Suárez Garrido y María Rus Palomares.
Muerto por herida de arma de fuego. Sus restos reposan el Panteón Margallo.

Ernesto Ortuño Saura
Cuando recopilábamos material para la confección de esta entrada, el azar quiso que el sábado 26 de diciembre de 2009, en el Rastro del Barrio del Polígono de Melilla pudiéramos adquirir un recordatorio de defunción cargado de historia y también perteneciente a un empleado de la Compañía Española de Minas del Rif. Un suceso que tiene su antecedente más remoto el 9 de julio de 1909…
El recordatorio de un acontecimiento trágico ocurrido en las Minas del monte Uixan el día 8 de agosto de 1958, poco después de la independencia de Marruecos ( 1956 ), luego de la guerra de Ifni y en el mismo año de una importante revuelta en el Rif contra Mohamed V sofocada brutalmente por el más tarde Rey Hassan II.
En los primeros días del mes de agosto de 1958 tenía lugar en los cotos mineros en Uixan, zona de Beni bu Ifrur, de la Compañía Española de Minas del Rif, disturbios de carácter aparentemente laboral que llegaron a su cenit cuando unos desconocidos apedrearon dentro del recinto del coto minero el automóvil jeep en el que viajaban un jefe de la explotación acompañado por otro técnico al volante, el Ayudante de Minas Ernesto Ortuño Saura, de 52 años de edad y que resultó muerto.
El diario melillense El Telegrama del Rif en su edición del 9 de agosto de 1958 y en su página 3 informaría al respecto: “Entierro del ayudante de Minas D. Ernesto Ortuño Saura, muerto en acto de servicio. Constituyó una importante manifestación de duelo.
Ayer viernes, a las seis de la tarde se verificó la conducción al Cementerio de la Purísima Concepción…, muerto el día anterior a consecuencia de gravísimas heridas recibidas en acto de servicio.
A la hora indicada partió del Hospital de la Cruz Roja ( Melilla ) la fúnebre comitiva…
Asistió el Comandante General de Melilla, Ramón Gotarredona Prats, generales Carvajal Arrieta y león Lerdo… Sr. Alcalde Juan Villalón… e ingeniero director de expresa compañía, señor Navarro Doménech.
De la carroza funeraria pendían numerosísimas coronas ofrendadas a la memoria…
El ataud fue trasladado hasta el Cementerio Municipal a hombros de compañeros… infinidad de empleados y obreros de la referida empresa asistieron…
Las calles del trayecto de la fúnebre comitiva se hallaban asimismo abarrotadas por un gran gentío que presenció el desfile del cortejo en medio de un impresionante silencio…”
Podemos añadir que algunos mayores recuerdan que el entonces Comandante General Ramón Gotarredona ordenó a los oficiales libres de servicio la asistencia al funeral.
También en febrero del mismo año 1958 las autoridades de Marruecos cortaron el paso de suministros a las fuerzas españolas que aún permanecían en el vecino país. Uno más de los numerosos incidentes que afecto al repliegue y que no cesaron hasta el verano de 1961 cuando los soldados españoles abandonaron el legendario monte Gurugú, último punto estratégico ocupado por España en Marruecos.

Juan Díez


NOTA
La información relativa al Presidio de Melilla se ha obtenido del trabajo del compañero
Santiago Domínguez Llosá, “Notas sobre el Presidio de Melilla ( Mediados siglo XVII a 1906 ), publicado en al revista Trepana de la Asociación de Estudios Melillenses, número 3 – 4 ( 1989 – 1990 ).