ÉRASE UNA VEZ MELILLA

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GRUPO DE ESCUELAS MIXTAS

EN EL BARRANCO DEL LOBO

miércoles, 3 de junio de 2009

El teniente Rafael de los Reyes




21 años de servicio :


El teniente de Infantería Rafael de los Reyes Ortiz

Entre la oficialidad del Regimiento de Infantería de Melilla núm. 59, encontramos a un teniente que habiéndose alistado en el Ejército como educando de corneta, tras 21 años de servicio entre la península, Cuba y finalmente Melilla, halló la muerte al frente de sus hombres en los combates del 23 de julio de 1909, mientras mandaba una de las secciones de su regimiento, bajo las órdenes del coronel de Infantería D. Venancio Álvarez Cabrera de Nevares. Dicho oficial, era el primer teniente D. Rafael de los Reyes Ortiz, el cual, por los méritos contraídos en los combates del 23 de julio, fue condecorado con la Cruz Laureada de San Fernando y, ascendido a capitán. Tenía 38 años.

Nació el 31 de marzo de 1871, en Antequera (Málaga), siendo hijo de D. Manuel de los Reyes y de doña Concepción Ortiz Mora. Con 17 años, en 1888, se presentó voluntario en el Batallón de Cazadores de Cuba núm. 17, de guarnición en Málaga. siendo alistado como educando de corneta.

Destino en la península

Se distinguió en su comportamiento y espíritu militar, detalles que no pasaron inadvertidos al mando, ya que cinco meses después de su ingreso, ascendía a cabo por elección. Al año de haber ingresado en filas, concretamente en mayo de 1889, era ya cabo primero y, antes de finalizar ese año, conseguía el ascenso a sargento el 19 de diciembre de 1889. En agosto, había solicitado ser destinado a Filipinas.

Pasó cinco años de guarnición en Málaga y el 7 de octubre de 1893, salió con su batallón para Melilla. A los veinte días de haber llegado, el sargento De Los Reyes, desplegaba en guerrilla junto a su pelotón, entre los fuertes de San Francisco y de Cabrerizas Altas. Donde combatió, a las órdenes del general Margallo.

En Melilla por primera vez

Al comandante de su batallón, D. Buenaventura de Mora, formando parte de las fuerzas del general Monroy, se le encomienda llevar un convoy a Cabrerizas Altas y Rostrogordo, en la cual participa el entonces sargento D. Rafael de los Reyes Ortíz, entrando de nuevo en combate con los moros que los hostiliza constantemente. En ambos puntos, De Los Reyes, sostiene escaramuzas con los mismos.

Rumbo a Cuba

En 1894, pasa destinado a Córdoba como fuerza de guarnición, lugar donde estará hasta el 22 de noviembre de de 1895, momento en el que formando parte de los Cazadores de Cataluña núm. 1, embarca hacia Cuba en el buque “Buenos Aires”, arribando a dicha isla el 7 de diciembre en Carbarián (Santa Clara).

El 9 de enero de 1896, su unidad se incorpora a la columna del general D. José Oliver. En ella, De Los Reyes combate a los insurrectos y sus fuerzas, enfrentándose a Rego, Máximo Gómez y Antonio Maceo en los combates de Minas Bajas hasta Las Lomas y, de California a Cartagena del Alva, tras el paso del río Manicaragua, el ingenio Cantabria y el Potrero de Alberich.

Por los méritos contraídos y el comportamiento observado en los combates, es condecorado con la Cruz Roja del Mérito Militar.

Durante todo el año, prosiguen en mayor o menor intesidad los combates contra los rebeldes cubanos, hasta Santo Domingo, donde duran las operaciones y tras una breve pausa, combate en El callejón, entre Diamante y Josefa.

Defiende un convoy que va destinado a los fuertes de Loma Cruz y Manajanaba, en las Lomas del Cascajar y Farallón y, el 15 de febrero, se enfrenta con la partida de Quintín Banderas en Potrerillas. El sargento De Los Reyes, combate hasta que pasa destinado como escribiente provisional a La Habana.
25 de octubre de 1896, D. Rafael de los Reyes Ortíz, asciende a 2º teniente de la escala de la reserva. Tiene 25 años. En 1897, se incorpora en Palos (Habana) al Regimiento de Almansa núm. 18. En él, actúa en las operaciones que dirige el general D. Valeriano Weyler. Se distingue en Tamapita y Vista Hermosa.

Por los méritos contraídos y el comportamiento observado en el combate, en las Lomas del Grillo, encuadrado en la columna del general Aguilera, es condecorado con otra Cruz del Mérito Militar.
En julio de 1897, el 2º teniente De Los Reyes, manda el destacamento de Río seco, del que marcha a Nueva Paz y, en febrero de 1898, presta servicios de campaña y en la defensa de Nuevitas (Puerto Príncipe). De ahí, ya regresará a España.

Regreso a España

En noviembre de 1898, desembarca en Barcelona y de ahí, parte con dos meses de permiso a su tierra, a Antequera.
En marzo de 1899, pasa destinado al Regimiento de la Reserva núm. 69, de guarnición en Málaga, capital en la que conoce a la que será su esposa y con la que contraerá matrimonio, el 23 de octubre de 1900, doña Concepción Ruano Borrego.

En Málaga y Jaén, ocupa destinos burocráticos durante 5 años, hasta que en febrero de 1906, pasa destinado al Regimiento de Extremadura, destino en el que su estancia, será muy breve dado que en septiembre, pasa destinado al Regimiento de Melilla núm.59.

De nuevo en Melilla

En el Regimiento de Melilla núm. 69, el 28 de octubre de 1906, asciende a primer teniente de Infantería de la escala de la reserva. Hasta 1909, participa en los hechos de armas en los que toma parte su regimiento, distinguiéndose en los combates del 9 y los del 23 de julio de 1909.

La noche del 22 de julio de 1909, en los combates que tuvieron lugar con los rifeños en las estribaciones del Monte Gurugú, el primer teniente de Infantería, D. Rafael de Los Reyes Ortíz, al mando de una sección de su regimentó (Melilla núm. 59), formando parte de la columna mandada por el coronel D. Venancio Álvarez Cabrera, llegando a la posición de Sidi Musa ya amaneciendo el día 23, trabose combate con los moros parapetados en las laderas del Gurugú. Álvarez Cabrera, dejó parte de su fuerza en dicha posición, avanzando con el resto y en la cual, iba el primer teniente De Los Reyes.

Se consiguió desalojar a los rifeños de donde se encontraban y asegurar las nuevas posiciones rechazando, los contraataques de los moros. Durante el avance, el primer teniente De Los Reyes, fue herido en el pecho pero aún y así, consiguió seguir avanzando y animando a sus hombres con gestos dando ejemplo, hasta que se desplomó. Cuando llegaron los sanitarios aún le quedaba un hilo de vida, expirando al ser acomodado en las hangarillas para ser evacuado.

Por los méritos observados y su comportamiento en el combate, fue ascendido a capitán y condecorado con la más alta condecoración otorgada en tiempo de guerra, la Cruz Laureada de San Fernando. Tenía 38 años y atrás, quedaban 21 años de servicio en la milicia, de los cuales, trece los desempeñó como oficial.

La gesta del primer teniente Rafael de los Reyes Ortiz

La columna que mandaba el coronel D. Venancio Álvarez Cabrera el dia 23 de julio de 1909, después de haber dejado parte de sus fuerzas en Sidi-Musa, estaba compuesta por compañías y secciones de diferentes regimientos, siendo una de ellas a la segunda compañía del segundo batallón del Regimiento de Infantería de Melilla núm. 59, marchando esta en el flanco izquierdo de dicha columna. En esta, iba encuadrado el teniente de los Reyes Ortiz.

La segunda compañía del batallón del Regimiento de Melilla, iba mandada por el capitán de la misma arma, D. José Otegui Rodríguez, un vasco de 33 años, experimentado en el combate y con temple. Este, había ordenado desplegar al frente en guerrilla.

A la derecha, desplegó la segunda sección la cual, iba mandada por el primer teniente D. Ramón Fontana Lacasa, el cual, mantenía contacto con las compañías del Regimiento de Infantería de África núm. 68.
Por la izquierda, la primera sección, iba mandada por el teniente D. Rafael de los Reyes Ortiz. Tras de ellos, marchaba junto al capitán Otegui Rodríguez, la tercera sección, al mando del teniente D. Isaac Labrador Gallardo.

Inicialmente, el avance es rápido, bajo la cobertura de las compañías del Regimiento de África núm. 68, el conjunto de las cuales, va dejando cada vez más atrás la posición de Sidi-Musa.

El ataque de la columna del coronel Álvarez Cabrera, dependía del apoyo que le pudiera dar la segunda compañía del Regimiento de Melilla núm. 59, a las órdenes del capitán Otegui Rodríguez ya que mientras avanzaban las de África 68 iban siendo batidas por fuego de flanco rifeño. El éxito inicial de estas últimas, comenzaba a ser comprometido debido a los disparos enemigos ya citados. Jugaba en este avance, un papel muy importante la sección del primer teniente de los Reyes Ortiz.

El capitán Otegui Rodríguez, recibió mientras avanzaba una pequeña nota escrita a lápiz y, rubricada, enviada por el coronel Álvarez Cabrera, en la cual decía: “…correrse hacia la izquierda y atacar por ese flanco haciendo fuego…”, era la sección del teniente de los Reyes, la que cubría ese flanco pues, del factor sorpresa y la rapidez dependía el que los moros reaccionaran.

Con este movimiento, cada vez más lejos de Sidi-Musa, la compañía del capitán Otegui, va distanciándose del resto de la columna. La sección del teniente de los Reyes, se separa de las demás. Enfrente, sobre un reborde del hondo barranco, hay un aduar rodeado de chumberas y desde el cual se recibía fuego enemigo.

Ante esta situación, el capitán Otegui, da orden a la 1ª sección, mandada por el teniente de los Reyes de desalojarlas. La sección del teniente Labrador, la tercera, tiene la misión de cubrir y proteger a la primera. El desalojo era vital, dado que si se conseguía echar de ahí al enemigo, se podría proseguir el avance del resto de la columna. Por el contrario, si no se conseguía, la situación se agravaría para los españoles. Era una “ratonera” de la cual, se había de romper el flanco más peligroso.

El teniente de los Reyes, ante las órdenes recibidas, levantó su sable y seguido del cabo Olivares, este oyendo la voz de su oficial sobre el ruido de las descargas de fusilería. Escucha dar la orden de cambio de frente a la sección y, mientras unos avanzan, los otros cubren con sus descargas el avance sobre el aduar rodeado de chumberas.

Los soldados, van tras el oficial, la escuadra del cabo Olivares es la primera en continuar la marcha, sin esperar la orden oportuna del sargento que también avanza. En una de las descargas, y en posición “cuerpo a tierra”, se oye la voz de un soldado, es la del infante Calderón, que avisa de la presencia rifeña parapetada detrás de las chumberas y cercas.

Cuatro rifeños, intentan sorprender a los españoles pero, no lo consiguen dado que los que se llevan la sorpresa, son ellos, el teniente de los Reyes, sacó a uno de ellos a punta de sable de detrás de unas piedras. El rifeño, aunque herido se abalanza sobre el teniente y este, con su revólver le hace saltar de un disparo. Los otros tres también murieron por los disparos de la guerrilla.

Aún así, el enemigo estaba bien parapetado y guarecido, arreciando su fuego sobre la fuerza española, motivo por el cual, el teniente de los Reyes, ordenó cargar a la bayoneta. El soldado Caparrós, en el momento que se lanzaban hacia las piedras donde se protegían los moros, vio al teniente de los Reyes titubear y se dirige hacia su oficial, preguntándole a otro soldado apellidado Gómez ¿qué era los que le pasaba al teniente?, este le contestó: “…le acaban de pegar un tiro…” El teniente se había llevado la mano al pecho y en unos breves instantes, y observó que le brotaba sangre. Aún y así, sin detenerse, ordenó hacer fuego por descargas pero esta orden, apenas la escuchó la escuadra del cabo Olivares. El teniente, continuaba animando a sus hombres, ahora más con el gesto que con la voz.

El soldado Caparrós decía: “…Va chorreando sangre y ha avanzado al menos treinta pasos…” Gómez aseguraba que habían sido más de cuarenta. El teniente de los Reyes, cayó en ese momento al suelo y Gómez, dirigiéndose a calderón le dijo: “…Mira Calderón, la pérdida de sangre ha podido con él…”. En ese momento, el cabo Olivares llamó a los camilleros que lo colocaron inconsciente en la camilla pero vivo, fue entonces cuando murió.

Se hizo cargo de la sección el sargento D. Carlos Rodríguez Gómez, el cual cayó de un disparo en la cabeza junto a cuatro de sus hombres. Los moros, viendo el destrozo que están produciendo entre las filas españolas, se lanzaron al ataque desbordándoles por ambos flancos, los soldados sin clases ni oficiales, se batieron cuerpo a cuerpo.

Otegui, ordena al teniente Labrador acuda en refuerzo de dicha fuerza y que lo haga a la bayoneta. El fuego arreciaba y el teniente Labrador junto al sargento D. Manuel Alberola y seis soldados más, cayeron muertos. Avisado el teniente Fontana de la muerte del teniente de los Reyes, acudió a tomar el mando de la sección de este. Reunió a los supervivientes y coordinó sus esfuerzos. Los momentos más tensos, habían pasado todo y que el peligro, aún se cernía por la izquierda ya que ese flanco, aún estaba en manos morunas. La jornada concluyó finalmente exitosa para la fuerza española.


Bajas del día 23 de julio en la compañía del capitán D. José Otegui

El primer teniente D. Rafael de Los Reyes Ortiz, del Regimiento de Infantería de Melilla núm. 59, encuadrada su sección dentro de la compañía del capitán D. José Otegui, el cual recibiría por su comportamiento y méritos observados en el combate del día 23 de julio, el empleo de comandante, no fue la única baja de dicha compañía ya que además de la propiamente citada, fueron:

Muertos en combate:

Primer teniente D. Rafael de los Reyes Ortiz, natural de Antequera (Málaga). Ascendido a capitán con antigüedad de 23 de julio de 1909. Le fue concedida la Cruz de San Fernando.
Segundo teniente D. Isaac Labrador Gallardo, natural de Ferrol (La Coruña). Ascendido a primer teniente con antigüedad de 23 de julio de 1909.
Segundo teniente D. José Fernández de Guevara y Mackenna, natural de Barcelona. Ascendido a primer teniente, con antigüedad de 23 de julio de 1909. Le fue concedida la Cruz de San Fernando.
Sargento D. Carlos Rodríguez Gómez, natural de Cañizo (Zamora)..
Sargento D. Manuel Alberola Quiles, natural de Calabazar (Habana – Cuba).
Soldado D. Alonso Martínez Belmonte, natural de Mojácar (Almería).
Soldado D. Francisco Jabalús Martínez.
Soldado D. José Silvestre Pastor.
Soldado D. Juan Jiménez Reina, natural de Caravaca (Murcia).
Soldado D. Andrés Pérez Gómez, natural de Moscardón (Teruel).
Soldado D. Leandro Bernal Gil, natural de Teruel.
Soldado D. Manuel Vergara Gómez o García, natural de Orihuela (Alicante)
Soldado D. Pedro Perelló Soler, natural de Alicante.

Heridos en combate

D. Pedro Gallardo Jiménez.
D. Antonio Soler Flores.
D. Bartolomé Soriano Soriano.
D. Eladio Peña.
D. José Hernández González.
D. Pascual Sanz Cartín.
D. Salvador Ros Lanjanú.
D. Vicente Solanier Chiva.

De los oficiales solo resultaron ilesos el capitán Otegui y el teniente Fontana. La compañía del capitán Infantes, que estaba en el Hipódromo, realizó actos verdaderamente heroicos. El teniente Abad fue herido en la oreja por un moro, con quien luchó cuerpo a cuerpo, logrando desarmarle y rematarlo de un culatazo.

La concesión de la Cruz Laureada de San Fernando

Por los méritos contraídos en el combate del día 23 de julio de 1909 y que costó entre otros muchos la vida al primer teniente de Infantería D. Rafael de los Reyes Ortíz, fue, a petición de doña Concepción Ruano Borrego, su viuda, la concesión de la más alta condecoración habida en tiempo de guerra, la Cruz Laureada de San Fernando. La noticia de dicha petición, fue dada a conocer en la siguiente forma en el periódico madrileño “La Época”, del día 9 de agosto de 1909 (textual).

“…La Cruz de San Fernando. En el “Telegrama del Rif se publica la órden de la plaza de Melilla mandando abrir juicio contradictorio para la concesión de la cruz de San Fernando a los jefes y oficiales siguientes: (entre otros), Don Rafael de los Reyes Ortiz, primer teniente que fue de Infantería, a petición de su viuda, la cual solicita se le declare a su difunto con derecho a la cruz de San Fernando de segunda clase, por el mérito que contrajo el día 23 de julio último en el combate sostenido con los moros en las estribaciones del monte Gurugú, en cuyo combate fue herido de gravedad, continuando en su puesto, hasta que momentos después por otra herida recibida en lucha cuerpo a cuerpo, falleció en el mismo campo de acción…”

Expediente favorable a la concesión de la Cruz Laureada de San Fernando

La resolución al expediente iniciado con la apertura de juicio contradictorio, a instancias de la esposa del primer teniente de Infantería D. Rafael de Los Reyes Ortiz, para la concesión de la Cruz Laureada de San Fernando, decía así (textual):

“…Visto el expediente de juicio contradictorio instruido con el objeto de esclarecer si el primer teniente de Infantería don Rafael de los Reyes Ortiz se hizo acreedor a la cruz de San Fernando por su comportamiento en el combate del día 23 de julio del año último en las estribaciones del Gurugú;…
…,el referido oficial, perteneciente a una compañía del regimiento de Infantería de Melilla, salió de esta plaza la noche del 22 del expresado mes, formando parte de la columna mandada por el coronel Álvarez Cabrera, llegando a la posición de Sidi-Musa al amanecer del 23 y trabando combate con los moros parapetados en las estribaciones del Gurugú; dicho coronel, dejando parte de sus fuerzas en la posición de Sidi-Musa, avanzó con la restante, de la que formaba parte el teniente Reyes, consiguiendo desalojar al enemigo y hacerse fuerte en los puntos ocupados, rechazando las acometidas de aquel; durante este avance fue gravemente herido el teniente Reyes, continuando no obstante el ataque, mandando fuego por descarga y animando a su tropa con el ejemplo y con la voz hasta que poco después cayó muerto por consecuencia de la herida recibida;…
…,los hechos realizados por el primer teniente don Rafael de los Reyes Ortiz se hallan comprendidos en el caso 7º del artículo 27 de la ley de 18 de mayo de 1862, el Rey…
…,ha tenido a bien conceder al expresado oficial la cruz de segunda clase de San Fernando…

Madrid, 30 de agosto de 1910.

Aznar.

(Diario Oficial núm. 189).

De hecho, en el periódico “El Imparcial” de fecha 5 de septiembre de 1910, se daba a conocer a la opinión pública, en “Notas Militares” y bajo el título “…La Cruz Laureada, dos hechos heroicos…”, la concesión de dicha condecoración al ya capitán de Infantería de la Escala de Reserva, D. Rafael de los Reyes Ortiz. Dicha noticia publicada, decía lo siguiente bajos los títulos ya expuestos:

“…El Diario Oficial ha publicado las siguientes órdenes:

Visto el expediente de juicio contradictorio, instruido con objeto de esclarecer si el primer teniente de Infantería D. Rafael de los Reyes Ortiz se hizo acreedor a la cruz de San Fernando por su comportamiento en el combate del 23 de Julio del año último en las estribaciones del Gurugú; resultando que el referido oficial, perteneciente a una compañía del regimiento de Infantería de Melilla, salió de esta plaza a noche del 22 del expresado mes, formando parte de la columna mandada por el coronel Álvarez Cabrera, llegando a la posición de Sidi-Musa al amanecer del 23 y trabando combate con los moros parapetados en las laderas del Gurugú; que dicho coronel, dejando parte de su fuerza en la posición de Sidi-Musa, avanzó con la restante, de la que formaba parte el teniente Reyes, consiguiendo desalojar al enemigo y hacerse fuerte en los puntos ocupados, rechazando las acometidas de aquel; que durante este avance fue gravemente herido el teniente Reyes, continuando, no obstante, el ataque, mandando fuego por descargas y animando a su tropa con el ejemplo y con su voz hasta que poco después cayó muerto por consecuencia de la herida recibida; considerando que los hechos realizados por el primer teniente de Infantería D. Rafael de los Reyes Ortiz se hallan comprendidos en el caso 7º del artículo 27 de la ley de 18 de mayo de 1862, el Rey (q.D.g), de acuerdo con lo informado por el Consejo Supremo de Guerra y Marina, y por resolución del 25 del actual, ha tenido a bien conceder al expresado oficial la cruz de segunda clase de San Fernando, con la pensión anual de 1.000 pesetas, que podrán disfrutar las personas de su familia a quien se refiere el artículo 11 de la mencionada ley…”

Otros condecorados de aquella jornada, fueron:
(Recompensas por los combates del 23 de julio de 1909 en Sidi Musa y en los Lavaderos)
General de Brigada, D. Pedro Sánchez del Real, gran Cruz del Mérito Militar pensionada.
Coronel D. Daniel Morcillo, Cruz de tercera clase roja al Mérito Militar pensionada.
Capitán D. Miguel Cabanellas, Cruz de Primera clase de María Cristina.
Capitán D. José Fernández Villa-Abrille, Cruz del Mérito Militar sencilla.
Capitán D. Antonio Segri, Cruz del Mérito Militar pensionada.
Alumno de la Academia de Infantería D. Pedro Real, Cruz al Mérito Militar sencilla.
Alumno de la Academia de Infantería D. León Real, Cruz al Mérito Militar sencilla.
Capitán D. Teodoro Fernández Cuevas y de Ramón, Cruz de primera clase de María Cristina.
Capitán D. José Otegui, empleo de comandante.
Capitán D. Ildefonso Infante, Cruz al Mérito Militar pensionada.
Capitán D. José Miaja Menant, Cruz de primera clase de María Cristina.
Primer teniente D. Narciso Vilallón, Cruz al Mérito Militar sencilla.
Primer teniente D. José González Deleito, Cruz al Mérito Militar sencilla.
Primer teniente D. Manuel Segura Lacomba, Cruz al Mérito Militar sencilla.
Primer teniente D. Agustín Devós, Cruz al Mérito Militar sencilla.
Primer teniente de la escala de reserva D. Ramón Fontana, Cruz al Mérito Militar pensionada.
Primer teniente de la escala de reserva D. Fernando Caro, Cruz al Mérito Militar sencilla.
Segundo teniente D. Antonio Hernández Ballester, Cruz al Mérito Militar sencilla.
Segundo teniente de la escala de reserva, D. Eugenio Prados, Cruz al Mérito Militar sencilla.
Segundo teniente D. Augusto Relico, Cruz al Mérito Militar pensionada.
Segundo teniente D. Tomás Dorrego, Cruz al Mérito Militar sencilla.
Segundo teniente D. Vicente Solanos, Cruz al Mérito Militar sencilla.
Segundo teniente D. Gabriel Aizpuru, Cruz al Mérito Militar sencilla.
Médico segundo, D. Emilio Blanco, Cruz al Mérito Militar sencilla.
Capellán segundo D. Alejo Fernández, Cruz de María Cristina.
Teniente coronel D. Enrique Baños, Cruz al Mérito Militar de segunda clase pensionada.
Capitán D. José Sánchez Recio, Cruz del Mérito Militar pensionada.
Capitán D. José de Celis Hernández, Cruz al Mérito Militar sencilla.
Primer teniente D. Fernando Castañón, Cruz al Mérito Militar sencilla.
Primer teniente D. Enrique Mayorga, Cruz al Mérito Militar sencilla.
Primer teniente D. Rodrigo Echevarría, Cruz al Mérito Militar pensionada.
Primer teniente de la escala de reserva D. Antonio Carmona, Cruz al Mérito Militar sencilla.
Primer teniente de la escala de reserva D. Juan Román García, Cruz de María Cristina.
Segundo teniente D. Miguel Estévez Navarro, Cruz al Mérito Militar sencilla.
Segundo teniente D. Maximiano Infante, Cruz al Mérito Militar sencilla.
Segundo teniente D. Jesús Jiménez Ortoneda, Cruz al Mérito Militar pensionada.
Segundo teniente D. Carlos Lázaro, Cruz al Mérito Militar sencilla.
Segundo teniente D. Álvaro Pelayo, Cruz al Mérito Militar pensionada.
Segundo teniente D. Enrique González, Cruz al Mérito Militar pensionada.
Médico segundo D. Servando Camúñes del Puerto, Cruz al Mérito Militar pensionada.
Capitán D. Simón Serena, empleo de comandante.
Capitán D. Cipriano Nieto González, Cruz de María Cristina.
Capitán de la escala de reserva D. Serafín Cortés, Cruz al Mérito Militar pensionada.
Primer teniente D. José Roig, Cruz de María Cristina.
Primer teniente D. Ricardo Carrasco, Cruz de María Cristina.
Primer teniente de la escala de reserva D. Felipe Artal, Cruz al Mérito Militar pensionada.
Capellán segundo D. Inocente Lechuga, Cruz de María Cristina.
Primer teniente D. Jaime Torres, Cruz al Mérito Militar pensionada.
Primer teniente D. Manuel Vallarino, Cruz al Mérito Militar sencilla.
Comandante D. Carlos Huelin, Cruz al Mérito Militar sencilla.
Capitán D. Carlos Sánchez Pastorfido, empleo de comandante.
Primer teniente D. Francisco Tudell, Cruz al Mérito Militar pensionada.
Primer teniente D. Ricardo Moltó, Cruz al Mérito Militar sencilla.
Médico segundo D. Marcelo Oseras, Cruz al Mérito Militar sencilla.
Comandante D. Pablo Padilla Trillo, Cruz del Mérito Militar sencilla.
Capitán D. Droctoveo Castañón, Cruz del Mérito Militar pensionada.
Segundo teniente, D. Francisco Carcaño, Cruz al Mérito Militar pensionada.
Oficial segundo de Administración Militar D.Salvador Grosso Cruz al Mérito Militar sencilla.
Comandante D. Francisco Alcalá Bieto, Cruz al Mérito Militar sencilla.
Capitán D. Mario Muslera Planes, Cruz al Mérito Militar pensionada.
Primer teniente D. Silvano Cirujano, Cruz al Mérito Militar pensionada.
Primer teniente D. Víctor Asensi, Cruz al Mérito Militar pensionada.
Segundo teniente D. Luís Toledano, empleo de primer teniente.
Capitán D. Godofredo Nouvilas, Cruz al Mérito Militar pensionada.
Capitán D. Eugenio Pérez de Lema, Cruz al Mérito Militar pensionada.
Capitán D. Fernando Berenguer, Cruz al Mérito Militar pensionada.
Capitán D. Luís Martín Pinillos, Cruz al Mérito Militar sencilla.
Capitán D. Francisco Atienza, Cruz al Mérito Militar sencilla.
Primer teniente D. Antonio Azpiazu, Cruz al Mérito Militar sencilla.
Segundo teniente D. Vicente Valero, Cruz al Mérito Militar sencilla.
Médico Primero, D. Justo Carmona, Cruz al Mérito Militar sencilla.
Capellán segundo, D. Luís García, Cruz al Mérito Militar sencilla.
Coronel D. Juan Fernández Cuerda, Cruz al Mérito Militar sencilla.
Primer teniente D. Ricardo Matta, Cruz al Mérito Militar pensionada.
Segundo teniente D. Francisco Serra, Cruz al Mérito Militar sencilla.
Comandante D. Gabriel Fernández Ampón, Cruz al Mérito Militar pensionada.
Capitán D. José Montero, Cruz al Mérito Militar pensionada.
Capitán D. Juan Herrero, Cruz al Mérito Militar sencilla.
Primer teniente D. Enrique Eyma, Cruz al Mérito Militar sencilla.
Primer teniente D. Julián Aguirrezábal, Cruz al Mérito Militar sencilla.
Primer teniente D. Benigno Fiscer, Cruz al Mérito Militar sencilla.
Segundo teniente D. José de la Cerda, Cruz al Mérito Militar pensionada.
Segundo teniente de la escala de reserva, D. Julio de Malibrau, Cruz al Mérito Militar sencilla.
Segundo teniente D. Eulogio Domínguez, Cruz al Mérito Militar sencilla.
Capitán D. Ramón Badell, Cruz al Mérito Militar sencilla.
Capitán D. Andrés Martínez, Cruz al Mérito Militar sencilla.
Capitán D. Rafael Marzo, Cruz al Mérito Militar pensionada.
Primer teniente D. Conrado Salvador, Cruz al Mérito Militar pensionada.
Primer teniente D. Jualián Domingo Danglade, empleo de capitán.
Segundo teniente D. José Querol, Cruz al Mérito Militar pensionada.
Segundo teniente D. Luís Carbonell, Cruz al Mérito Militar sencilla.
Capellán segundo D. Francisco Bermúdez García, Cruz al Mérito Militar sencilla.
Comandante D. Joaquin Summers de la Calzada, Cruz al Mérito Militar pensionada.
Segundo teniente D. Hipólito Domingo, Cruz al Mérito Militar sencilla.
Segundo teniente D.Fernando Cases, Cruz al Mérito Militar sencilla.
Capitán D. Luís García Larra, Cruz del Mérito Militar pensionada.
Primer teniente D. Julio Monedero, Cruz al Mérito Militar sencilla.
Primer teniente D. José Ferrate, Cruz al Mérito Militar sencilla.
Medico Primero D. Santos Rubiano Herrera, Cruz al Mérito Militar pensionada.
Médico segundo, D. Salvador Sanz, Cruz al Mérito Militar sencilla.
Primer teniente D. Joaquin Tarazona , Cruz al Mérito Militar sencilla.
Sargento D. Antonio Alcaide, empleo de segundo teniente.
Sargento D. Manuel Vilela, empleo de segundo teniente.


Fuentes:
- “El Imparcial”, Diario Liberal, Madrid núm. 15.215, pág. 2, de fecha martes 20 de julio de 1909.
- “España en sus héroes”, fascículo núm. 2, “Las Hogueras del Gurugú”, págs.40, 41, 42 43 44 y, 47, Madrid 1969.
- “Alto y Clarowww”, galería de generales, jefes, oficiales, suboficiales, clases y tropa laureados”, publicado en Internet.
- “Siglo Futuro”, Diario Católico, Madrid núm. 602, pág. 1, de fecha viernes 30 de julio de 1909.
- “La Vanguardia”, Barcelona, pág. 5, de fecha viernes 13 de agosto de 1909.
- “La Correspondencia de España”, Edición de la mañana, Madrid núm. 18.815, pág. 2, de fecha martes 17 de agosto de 1909.
- “La Correspondencia de España”, Edición de la mañana, Madrid núm. 21.117, pág. 2, de fecha martes 7 de diciembre de 1909.
- “La Época”, Últimos telegramas y noticias de la tarde, Madrid núm. 21.117, pág. 1, de fecha lunes 9 de agosto de 1909.
- “El Imparcial”, Madrid núm. 15.625, pág. 5, de fecha lunes 5 de septiembre de 1910.

Hans Nicolás i Hungerbühler

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