ÉRASE UNA VEZ MELILLA

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GRUPO DE ESCUELAS MIXTAS

EN EL BARRANCO DEL LOBO

domingo, 3 de mayo de 2009

J. Miaja y la primera bandera en el Gurugú 2/2






Campaña del Kert, los combates del 20 de septiembre de 1911. José Miaja Menant participa y se distingue en el combate

El periódico liberal “El Globo”, del 3 de octubre de 1911, daba a conocer el combate del 20 de septiembre de esta forma (textual), bajo el título “El combate del 20 de septiembre”, en el cual participó Miaja y que decía:
“…A consecuencia de no haber tomado ninguna posición a la orilla izquierda del Kert, se ha repetido el hecho de que los moros tiroteen a las fuerzas que van a la aguada causando bajas en hombres y ganado. Es imposible evitar estas agresiones porque los kabileños las realizan en órden muy abierto y cubriéndose admirablemente en los accidentes del terreno.

El 20 de Septiembre, a las seis y media de la mañana, algunos rifeños situados en las alturas inmediatas al cauce del río, hostilizaron con sus certeros disparos a las citadas tropas, hiriendo a un soldado e hiriendo también a un caballo y matando a otro. Al romper el fuego, la primera batería montada (capitán Ballenilla), corriéronse los moros hacia Taluzit Sur desde donde aumentaron las descargas sobre la compañía de Ceriñola que prestaba los servicios de escolta.
A las ocho creció la intensidad del tiroteo, viéndose que pasaban el Kert bastantes parejas de moros y que se concentraban en las barrancadas que rodean a Taluzit Norte y Bajo, subiendo por las laderas del primero hasta coronarlo. Entonces rompió el fuego la tercera batería montada capitán Aguirre para contener el avance de los agresores como lo consiguió.

El capitán general, acompañado de los jefes de la división y de Estado Mayor, de los generales Ordoñez y Aldave y hombres del coronel Cascajares, del comandante de Artillería y de cuantos componen su Estado Mayor, se colocó desde los primeros momentos en el punto más avanzado y dominante de Ishafen para tomar aquellas disposiciones que exigieran los propósitos del enemigo. En aquellos instantes fue herido un cabo de Artillería que estaba inmediato a S.E.
Los disparos de la primera batería montada, por la izquierda, y los de la tercera montada y los de la tercera de montaña, por la derecha, hechos a 1.400, 3.000 y 3.200 metros, respectivamente, con shrapnel a percusión, seguidos por un tiro de tiempos progresivo, hicieron retroceder a los moros. Suspendióse el fuego a las ocho y cuarenta minutos, y sólo contestaban a los escasos tiros del enemigo los soldados de mejor puntería.

Dispuso el general en jefe que, después de tomar el rancho, salieran algunas fuerzas para recoger la paja y cebada que había en los caseríos de donde partió la agresión, y, además, para que quemaran los restos de las edificaciones; pero a las diez aumentó el fuego, viéndose de nuevo pasar el río numerosos grupos de rifeños, por lo que el general Aldave ordenó que partieran de Ishafen cuatro compañías del regimiento de Melilla (capitanes Estrán y Salas y tenientes Cantero y Valéncia) al mando del comandante Daban, rompiendo el fuego la tercera batería de montaña (tenientes López, Aguirre y Díaz) sobre un poblado situado a 1.200 metros, batiendo la tercera montada las riberas del Kert y laderas de Taluzit Norte y Bajo, y la primera batería montada, con su primera y segunda pieza, a Taluzit Sur y barrancos que tiene al pie, y con la tercera y cuarta, apoyadas con los fuegos de la primera batería de montaña (capitán Cirera) el cauce y las orillas del río.

Cuando avanzó Melilla para envolver por la derecha a Taluzit Norte, dispuso el general en jefe que de Imarufen salieran dos compañías de San Fernando (capitán Verdú y teniente Martínez), a las órdenes del comandante Soler, para que flanqueran por la derecha y tornasen a Taluzit Sur, y que el capitán Coronel, con fuerza de las tres mías más 20 moros de la harka de Benisidel, mandados por el teniente Francés y con el médico Lazo, avanzaran para impedir el movimiento que hicieron los moros con objeto de interponerse entre Taluzit Norte e Ishafen, consiguiendo rechazarlos a las barrancadas de Taluzit Norte.

Yendo de vanguardia el capitán Estrán, se dirigieron las compañías de Melilla hacia la posición últimamente citada, no siendo agredidos en la primera parte de su avance; pero cerca de las once se avivó mucho más el fuego.
Por el ala izquierda, el comandante Soler, con la compañía del capitán Verdú, marchó resueltamente hacia Taluzit Sur (posición formada por una larga loma y coronada por varias alturas, a las que separan entre sí ásperas barrancadas, y el teniente Martínez lo flanqueó por la derecha, estableciendo contacto con las fuerzas del regimiento de Melilla.

Para apoyar este avance, proteger la retirada cuando llegara su hora y batir los núcleos moros, dispuso el coronel Cascajares que la tercera batería montada concentrase sus fuegos en la zona situada a la orilla izquierda del río, y la tercera de montaña sobre las crestas de Taluzit Norte y Bajo y el sector comprendido entre esta línea y el extremo derecho del barranco situado bajo su posición; la primera batería montada y la primera de montaña, emplazadas en Imarufen, debían batir al enemigo situado a la izquierda de la línea Imarufen Talusit Bajo, permitiendo esta distribución que tres núcleos artilleros, con distintos frentes y ocupando una línea de 4.000 metros, sin entorpecer los movimientos de las propias fuerzas, batieran perfectamente, y con aplausos y felicitaciones de los generales y jefes de Infantería, las crestas de las posiciones disputadas, caseríos y barrancos ocupados, protegiendo eficazmente el avance e impidiendo que, formando grupos, pasaran los moros el río.
Al avanzar por el barranco la compañía del teniente Martínez, del regimiento de San Fernando, salía de Imarufen su coronel Primo de Rivera, con una compañía (capitán Lasheras), estableciendo en la zona de Talusit Sur el depósito de municiones y la ambulancia, y encontrando muy bien situadas las fuerzas a su mando.

Para impedir en absoluto que el enemigo se corriera por nuestra derecha, ordenó el capitán general que el coronel del regimiento de Melilla, García Gómez, avanzara con el batallón mandado por el teniente coronel Pahissa (capitanes Alarcón, y Grávalos, tenientes Ramírez y Landa) para flanquear por la derecha las otras cuatro compañías del mismo regimiento.

A las once, la disposición del combate era la siguiente: A la izquierda, dos compañías de San Fernando (capitán Verdú y teniente Martínez), al mando del comandante Soler; centro, coronel Miguel Primo de Rivera con una compañía del mismo Cuerpo (capitán Lasheras) y comandante de Melilla Dabán , con cuatro compañías; derecha, batallón del mismo regimiento (teniente coronel Pahissa), al mando del coronel García Gómez. Convencido éste de que con fuego no se conseguiría desalojar al enemigo de sus posiciones, envió a su ayudante, capitán Miaja a recibir órdenes de S.E., indicando que a su entender, convenía tomar la posición principal; y, autorizado para ello, avanzó sobre Talusit Norte a paso ligero, dejando de ser hostilizado cuando se hallaba a mitad de la ladera y coronando sin gran esfuerzo la nombrada posición. Mientras tanto, el comandante Dabán bajaba a los barrancos limítrofes, batiendo al enemigo, que se dividó para repasar una parte del Kert, mientras la otra se refugiaba en las cortaduras que hay a los pies de los tres Talusits.

Al mismo tiempo el comandante Soler atacaba resueltamente las alturas que forman Taluzit Sur, desalojando de ellas a unos 80 moros que las defendían, y los cuales dejaron al pie y en la cresta de la posición siete muertos con parte de us armamento y municiones que se recogieron.
En el barranco, la compañía del teniente Martínez, apoyada por la de Lasheras y a las órdenes del coronel Primo de Rivera, entabló un combate a muy corta distancia con unos 100 moros que en aquella depresión del terreno se habían atrincherado, hasta arrojarlos a las barrancadas donde se habían refugiado también los batidos en Talusit Norte.

Lo tortuoso de las cortaduras y los muchos accidentes del terreno, dieron lugar a que dos heridos nuestros fueran cogidos por los moros. Soldados voluntarios al mando del teniente Rosales, se arrojaron al fondo del barranco y los rescataron en brava lucha cuerpo a cuerpo con los aprehensores.
Conquistados Talusit Norte, Sur y Bajo y rechazado el enemigo hasta las últimas quebraduras que mueren en el Kert, donde se había atrincherado fuertemente el capitán Calero, de Estado Mayor, a las tres y cuarenta llevó la orden del capitán general para que iniciase la retirada. Dispuso el general Carrasco, con grandísimo acierto, que tres compañías (capitanes Sánchez y Madrona y teniente Morales), al mando del comandante Iglesias, salieran de Imarufen para sostenerla, y de Ishafen hizo lo propio el batallón de África, del teniente coronel Vallejo, más la policía indígena, que descendió al cauce del río para cortar el paso al enemigo.

A las cuatro y media empieza la retirada que se hace lentísimamente por escalones sucesivos, apoyándola la Artillería de ambas posiciones con fuego tan vivo y certero que el enemigo, faltando a sus costumbres, no ¿….? Abandonar los barrancos donde se había guarecido, ni se atrevió a acosar a las fuerzas de retaguardia. Los batallones de Melilla y de África, paso a paso, se replegaron sobre Ishafen, recogiendo sus muertos y heridos, el armamento dejado por el enemigo y gran número de vainas vacías, y abandonando las bajas rifeñas, realizaron el movimiento con tal precisión, que resultó verdaderamete notable. Por el flanco derecho hicieron lo propio las fuerzas de San Fernando, después de reconocer detenidísimamente todo el terreno, recogiendo también nuestros muertos y heridos, los cartuchos gastados, varios aramamentos del enemigo, cananas y gumias, abandonado 19 cadáveres moros y llevando a cabo la retirada con no menos brillantez que la verificada por Melilla y África.
Las bajas del regimiento de San Fernando fueron: el teniente Castro muerto; tres oficiales heridos; cinco soldados muertos y 24 heridos. Un soldado de este regimiento ligeramente herido en un hombro, y a quien se vió retirarse por su pie, debió caer en el fondo de alguna cortadura, porque a pesar del detenido reconocimiento que se hizo del terreno, no fue posible encontrarlo. Gastó este regimiento 32.000 cartuchos; evidenció una vez más, como ya sucedió en la campaña de 1909, la pésima calidad del correaje, que va esparciendo cartuchos aún cuando el soldado procure evitarlo.
Distinguióse el coronel Primo de Rivera y el médico Valdovinos; notablemente el comandante Soler y el capellán Rubio, y mucho el teniente D. Martín Rosales.
En el regimiento de Melilla las bajas fueron: Comandante Dabán herido levemente; capitán Grávalos, grave; tres primeros tenientes y cuatro segundos heridos; seis de tropa muertos y 25 heridos. Estas fuerzas dispararon 67.000 cartuchos. Se distinguieron el coronel García Gómez. El teniente coronel Pahissa y el capitán Miaja, y mucho el segundo teniente Pompilio Martínez.

El batallón de África tuvo cinco soldados heridos; uno del regimiento mixto de Artillería, y los mías, que persiguieron tenazmente al enemigo en las barrancadas, un muerto. A las seis, las tropas habían regresado al campamento de Ishafen e Imarufen, sin que volviera a oírse un tiro.

El general Carrasco demostró condiciones de mando por la oportunidad y excelente colocación que dio a las tropas enviadas en apoyo de las que combatían, y para que sostuvieran su retirada.
El general Ordóñez no tomó parte alguna en la dirección dada a las tropas de su división en el descrito combate. Ishafen 24 de septiembre de 1911…”

Las lomas de Talusit, 20 de septiembre de 1911. (Campaña del Kert)

Sobre la participación del capitán ayudante del Regimiento de Infantería de Melilla núm. 59 en los combates del 20 de septiembre de 1911, en la toma de las Lomas de Talusit, otro de los momentos destacados de D. José Miaja Menant en la Campaña de Marruecos, quedó dicha acción recogida de la siguiente forma en la prensa de la época, concretamente en el rotativo madrileño “La Correspondencia de España del domingo 24 de septiembre de 1911. Dicha toma, quedó recogida de la forma siguiente (textual):
“…Los momentos en que arreció más el combate fueron a las once de la mañana y a las tres de la tarde. Y el más culminante la subida a las lomas de Talusit en brioso ataque a la bayoneta, dado por el segundo batallón del regimiento de Melilla, al mando del teniente coronel Pahissa.
El batallón que mandaba el comandante Daban marchó por el flanco derecho y el enemigo se corrió hasta la loma de Talusit Norte. Este fue el momento en que los moros hicieron fuego más certero. Los jefes de las columnas comprendieron que era preciso ocupar estas lomas.

La segunda compañía del citado batallón llevó el peso principal en este ataque. Mandaba la compañía el primer teniente D. Carlos Landa; pero se puso al frente el capitán ayudante del regimiento de Melilla, Sr. Miaja.
Las cuatro compañías se lanzaron monte arriba con la bayoneta calada. El coronel Sr. García Gómez arengó a las tropas, y los soldados y los oficiales prorrumpieron en vivas a España. Los soldados emocionados, se lanzaron como leones, y sin adular afirmo que el soldado está tremendo, gastando bromas cuando pasan las balas silbando, sin esconderse tras los parapetos, como yo mismo presencié.

Está fogueado, no teme y su mayor contento es atacar a la bayoneta, pues ello le da mayor confianza en que el triunfo es más seguro, ya que no puede competir en puntería con el enemigo que sabe donde puede hacer el blanco, sin que a él se le vea, por estar constantemente emboscado.
Sabe el soldado que con el ataque a la bayoneta termina pronto el peligro, que es la salvación y la victoria; por eso los ataques son emocionantes.
Se tomó Talusit con la pérdida expresada anteriormente del capitán Grávalos. Al ocupar Talusit, los moros repasaron el Kert, y en ese instante se les hizo muchas bajas. Los moros, colocados en el lado izquierdo del río, se refugiaron en una pequeña arboleda, desde donde hacían vivo fuego. Los soldados tiraban al pie de los árboles; pero los oficiales advirtieron con los gemelos que los moros habían trepado a las copas. Entonces se hicieron descargas cerradas y se vio a los heridos que caían de los árboles…”

Recompensas
1909
Recibió por los méritos contraídos en los combates del 20 y 21 de julio de 1909, entre otros jefes y oficiales, por los méritos contraídos en Sidi Ali, Sidi-Ahmed-el-Hach, Sidi Musa y la segunda caseta, la cruz roja pensionada el capitán D. José Miaja Menant, del regimiento de Infantería de Melilla.
Por los combates habidos en Sidi Musa y las cercanías de los Lavaderos, el 23 de julio de 1909, el capitán del regimentó de infantería de Melilla núm. 59, D. José Miaja Menant, fue propuesto y condecorado con la Cruz de María Cristina junto con otros , el 6 de diciembre de 1909, siendo la propuesta aprobada por el rey D. Alfonso XIII.
1910
Se presentó una proposición pidiendo se concediera prórroga para la apertura de juicio contradictorio que pudiera servir hasta la concesión de la Cruz Laureada de San Fernando, al capitán D. José Miaja Menant. Dicha proposición, fue presentada por parte del Sr. Melquiades Álvarez y otros diputados en Madrid al Congreso. El viernes 2 de junio de 1911, fue aprobada la proposición de ley en sesión del Congreso de los Diputados concediendo la prórroga para solicitar dicha condecoración. El martes 6 de junio, fue votada definitivamente dicha proposición de ley en la cámara citada anteriormente.
1911
Por los méritos contraídos en los combates del 20 de septiembre de 1911, ascendió el capitán de Infantería D. José Miaja Menant a comandante, en decreto firmado por S.M. el Rey D. Alfonso XIII en fecha 18 de diciembre de 1911, publicándose el ascenso en la Gaceta del ministerio de la Guerra el 19 de ese mismo mes.

Fuentes
- “La Vanguardia”, Barcelona pág. 9, de fecha viernes 9 de julio de 1909.
- “El Imparcial”, Madrid, núm. 15.215, pág. 2, de fecha martes 20 de julio de 1909.
- “La Correspondencia de España”, Edición de la mañana, Madrid núm. 18.793, pág. 3, de fecha lunes 26 de julio de 1909.
- “·La Correspondencia de España”, Edición de la mañana, Madrid núm. 18.797, pág. 1, de fecha viernes 30 de julio de 1909.
- “El Imparcial”, Madrid, núm. 15.381, pág. 2 de fecha, sábado 13 de noviembre de 1909.
- “La Correspondencia de España”, Edición de la mañana, Madrid núm. 18.927 pág. 2, de fecha martes 7 de diciembre de 1909.
- “La Época”, Últimos telegramas y noticias de la tarde, Madrid núm.21.240, pág. 2, del viernes 10 de diciembre de 1909.
- ”La Correspondencia de España”, Edición de la mañana, Madrid, núm. 18.930 Pág. 2, de fecha viernes 10 de diciembre de 1909.
- “El Imparcial”, Madrid, núm. 15.710, pág.1, de fecha martes 29 de noviembre de 1910.: “La Correspondencia de España”, Edición de la mañana, Madrid núm.19.470. pág.5 de fecha sábado 3 de junio de 1911.
- “La Correspondencia de España”, Edición de la mañana, Madrid núm. 19.474, pág. 5, de fecha martes 7 de junio de 1911.
- “La Correspondencia de España”,Edición de la mañana, Madrid núm. 19.583, pág. 1 , de fecha domingo 24 de septiembre de 1911.
- “El Globo” Diario Liberal de la Tarde, Madrid, núm. 12.473, pág. 2 de fecha martes 3 de octubre de 1911.
- “El Globo”, Diario Liberal de la Tarde, Madrid núm. 12.538, pág. 3 de fecha martes 19 de diciembre de 1911.
- Fotografías obtenidas del buscado de Google Imágenes de Internet.

Hans Nicolás i Hungerbühler.