ÉRASE UNA VEZ MELILLA

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GRUPO DE ESCUELAS MIXTAS

EN EL BARRANCO DEL LOBO

lunes, 21 de septiembre de 2009

Capellán laureado: Jacinto Martínez Verdasco







Zoco El Jemis de Beni-Bu-Ifrur:
Jacinto Martínez Verdasco, capellán castrense laureado

Otro oficial laureado en los combates del Zoco de El Jemis, de Beni-Bu-Ifrur, el 30 de septiembre de 1909, fue un capellán segoviano, el cual, ya se mentó en “Pater a mí”, publicado en este blog, meses atrás. y los combates, ya narrados, en la pequeña historia particular del teniente D. Isidoro Oderiz Domínguez, del batallón de Cazadores de Chiclana núm. 17. Esta, es la pequeña gran historia del capellán militar, D. Jacinto Martínez Verdasco.

Jacinto Martínez Verdasco

Nacido en Segovia el 16 de agosto de 1871, era hijo de D. José Martínez Fernández y de doña Carlota Verdasco Laguna. Ingresó en el capellanato castrense por oposición el 1º de julio de 1897, obteniendo el empleo de capellán 2º, siendo destinado en el Peñón de la Gomera, lugar donde prestará sus servicios religiosos, hasta finales de septiembre de 1898.

En abril de 1902, en el Regimiento de Infantería de Barcelona, fue asimilado a teniente. Quedó excedente hasta 1904 y, en la 1ª Brigada de Cazadores de la primera Región Militar, hasta finales de enero de ese año.

En 1907, se encontraba en la Parroquia de San Justo, según noticia publicada en ABC de Madrid, el 6 de febrero y en pleno ejercicio de sus funciones. Dicha noticia, bajo el título “…El día de hoy…”, decía lo siguiente: (2)

“…Santos Saturnino, Teófilo, Amando y Santa Dorotea.- La Misa y oficio divino son de San Fito. – Se gana el jubileo de las Cuarenta Horas en las Comendadoras (por la parroquia de San Justo), y habrá solemne función a Nuestra Señora de la Purificación, a las diez y media, y por la tarde, a las cuatro y media, termina la novena; predicará ambos sermones D. Jacinto Martínez Verdasco; se hará procesión de reserva, y después letanía, salve y adoración del Niño Jesús.-…”

Partió para Málaga posteriormente, con el Batallón de Cazadores de Madrid, donde embarcó en el vapor “Cataluña” con destino a Melilla el 23 de septiembre de 1909, desembarcando a la mañana siguiente, día 24.

Acampó en el Zoco de Triana, lugar donde su Unidad, prestaba servicio.

Participó, en los combates del 25 de septiembre en el Hipódromo y del día 30 de ese mismo mes, en el del Zoco El Jemis, de Beni-Bu-Ifrur, donde fue citado como distinguido, y propuesto para la Cruz Laureada de San Fernando, condecoración que le fue concedida el 26 de julio de 1910.

En octubre de 1909, prestó servicio en convoyes. El 30 de ese mes, marchó a Tauima para regresar a Zeluán el 1º de noviembre. Ese mes, el día 12, embarcó con destino a Málaga, para trasladarse por ferrocarril a Getafe, donde arribó el día 17 de noviembre de 1909. De Getafe (Madrid), al parecer marchó a Barcelona, lugar donde tenía familia. Sobre la partida de Melilla y llegada a Málaga, a bordo del, vapor “Puerto Rico” que atracó en dicho puerto el 16 de enero de 1910, el cual entre otros repatriaba al Batallón de Cazadores de Madrid, entre los cuales venía Martínez Verdasco, pudo ser según el diario madrileño, “El Heraldo de Madrid” la fecha citada. Dicho vapor y del referido batallón, traía a bordo:

Teniente coronel D. Enrique López Sans.
Capitán ayudante D. Ángel Izarduy.
Capitán D. Eduardo Comas.
Capitán D. Manuel Linares.
Capitán D. Salvador Ibronda.
Abanderado D. Salvador Cayuela.
Teniente D. Miguel Campos.
Teniente D. Antonio Larramba.
Teniente D. Guillermo Prieto.
Teniente D. Carlos Delanda.
Teniente D. Julio Pastor.
Teniente D. José Billón.
Teniente D. Manuel Vilcho.
Teniente D. Ángel Montijano.
Teniente D. Mariano Valentín.
Teniente D. Mariano Rasano.
Teniente D. José Ortega.
Teniente D. Adolfo Martínez.
Teniente D. José de la Cuerda.
Médico D. Francisco Huguet.
Capellán D. Jacinto Martínez Verdasco.
578 soldados de dicho batallón.

En el muelle, les recibió gran multiud de españoles, encontrándose entre ellos el general Vilallón, el gobernador civil, el alcalde, el presidente de la Diputación, concejales, diputados, Comisiones de jefes y oficiales, Centros, Corporaciones, y otras autoridades, y la banda del regimiento de Extremadura. El vapor “Puerto Rico”, fondeó a las 07:30 horas, y a las 08.00 horas, el “Cataluña”, que repatriaba a los batallones de cazadores de Figueras núm. 6 y de Barbastro. Ambos, atracaron en el muelle de “Canóvas”. (14).

“La Correspondencia Militar”, del 30 de marzo de 1910, anunciaba que el capellán segundo, D. Jacinto Martínez Verdasco, había marchado de Barcelona hacia Madrid, para incorporarse a su destino, en el Batallón de Cazadores de Madrid. (12).

1912, destinado al 14 Tercio de la Guardia Civil (9).

Regresó a Marruecos, en 1921, tomando parte en las acciones de Melilla, combates de Tizza, ocupación de Sebt y Ulad Daid, el Gurugú, Zeluán y, Monte Arruit. Intervino posteriormente, en otras operaciones bajo el mando del general Sanjurjo.

En 1922, se le citó como distinguido por su comportamiento y méritos obsevados en los combates de Sebt y Dex Azugat. En 1923, su nombre apareció en la Órden General de la Comandancia de Melilla como muy distinguido en el desempeño de su sagrado ministerio y por haber estado siempre, en la 1ª línea de fuego.

Según una nota biográfica aparecida en los fascículos editados en Madrid en 1969, titulados “España en sus Héroes”, (“La batería de Beni-bu-Ifrur), falleció en Madrid en 1936, como D. Jesús Moreno Álvaro, otro capellán castrense condecorado con la Cruz Laureada de San Fernando por su comportamiento y méritos obtenidos durante la acción del Barranco del Lobo, pero a diferencia de este último que murió a manos de incontrolados, D. Jacinto Martínez Verdasco, finó de repente, mientras estaba destinado como Capellán Primero, en el Vicariato General Castrense.

Sobre su traspaso, el diario madrileño “La Época” del lunes 16 de agosto de 1926, daba la noticia de su fallecimiento, de la siguiente forma (textual). (10).

“…Sucesos de Madrid

Muerte repentina de un capellán castrense.- En su domicilio, calle de Don Ramón de La Cruz 69, falleció ayer repentinamente el capellán D. Jacinto Martínez Verdasco. El médico de la Casa de Socorro, reconocido el cadáver, manifestó que la muerte era natural; pero sin concretar las causas que determinaron el fallecimiento…”

El Diario Oficial de Guerra, publicó según el diario católico “El Siglo Futuro”, su baja en el ejército por fallecimiento, el lunes 20 de septiembre de 1926. Se le daba de baja con el empleo de Comisario castrense, capellán primero. (11).

Condecoraciones: (1)

Cruz Laureada de primera Clase de la Orden de San Fernando.
Cruz de María Cristina.
2 Cruces rojas al Mérito Militar de 1ª clase.

Los hechos

Sin dar nombres y apellidos, bajo el título “…Un capellán heroico.- Conducta admirable.- Felicitaciones…”, el rotativo católico “Siglo Futuro” del 2 de octubre de 1909, daba a conocer a sus lectores, la hazaña de D. Jacinto Martínez Verdasco, 2º capellán de Cazadores de Madrid. (textual) (6).

“…Melilla 1º.- Un capellán, el del batallón de cazadores de Madrid, se ha distinguido por su conducta heroica que ha sido elogiadísima.
El capellán estaba en todos los sitios de peligro prestando los auxilios espirituales a los moribundos y heridos graves.

Cuando tenía algún momento libre en su piadosa y tristísima misión, corría hacia las acémilas que llevaban las municiones, y cogiendo cuantos paquetes de cartuchos podía, llevábalos a las avanzadas. Allí entregabálos a los soldados , excitándoles al propio tiempo sus ánimos con patrióticas palabras.



La conducta del capellán es unánimemente elogiada, y en la misma línea de fuego, donde hizo también varias curas provisionales a los heridos, fue felicitado por varios jefes y oficiales. El capitán de cazadores de Madrid antes aludido y que murió heroicamente, fue reemplazado en el acto por el teniente de la compañía, que con gran serenidad y arrojo no sólo atendió a la maniobra , sino que volviendo otra vez a la posición recuperó el cadáver del capitán.

Este rasgo laudable de humanidad realizáronlo los bravos cazadores bajo un fuego nutridísimo; pero lograron su propósito de rescatar el cadáver del heroico oficial. La batalla en conjunto ha sido importantísima.

Las fuerzas de cazadores de Ciudad Rodrigo, Figueras, Cataluña y Madrid, se han portado valerosamente, luchando con impetu y entusiasmo extraordinarios.
Todos los batallones de cazadores y las demás fuerzas que entraron en fuego se han conducido con bravura incomparable.
Los jefes y oficiales animaron a los soldados con su serenidad, dándoles en todo momento ejemplo con denuedo…”

Petición de la Cruz de San Fernando. Apertura de Juicio Contradictorio

Se publicaba en “La Correspondencia de España”, la petición que se efectuó para la concesión de la Cruz Laureada de San Fernando entre otros, para el capellán 2º D. Jacinto Martínez Verdasco, del batallón de Cazadores de Madrid, por los méritos contraídos y observados, en el 18 de octubre de 1909, de la forma siguiente: (5).

“…(De la Agencia Fabra). Petición de Cruces. Melilla (Domingo mañana). En la orden de la plaza de hoy se ordena abrir juicio contradictorio para conceder la cruz de San Fernando al capitán fallecido , del batallón de cazadores de Madrid Sr. Rodríguez Salgado.
El teniente coronel de Caballería Sr. Cavalcanti ha pedido la misma cruz, e igual petición ha hecho el capellán de cazadores de Madrid, Sr. Martínez Verdasco, por méritos contraídos el día 30 del pasado en los reconocimientos de Zoco Jemis y Beni-bu-Ifrur; y para el capitán fallecido, del batallón de las Navas D. Teodoro Sánchez Gómez, al padre de este, por el comportamiento del finado, el día 27 de julio…”

La concesión de la Cruz Laureada de San Fernando. (1)

“…El capellán segundo del Cuerpo Eclesiástico del Ejército don Jacinto Martínez Verdasco, en el combate del Zoco el Jemis de Beni bu Ifrur el 30 de septiembre de 1909, permaneció en la posición central que ocupaba el batallón de Cazadores de Madrid núm. 2, a que pertenencía, auxiliando a los heridos en primera línea y sirviendo de auxiliar eficaz en la comunicación de órdenes y avisos bajo el fuego, municionando personalmente la segunda compañía del batallón. Los hechos realizados por el capellán Martínez Verdasco son de los comprendidos en los casos 72 y 70 del artículo 25 de la ley de 18 de mayo de 1862, el Rey…,ha tenido a bien concederle la cruz de primera clase de la Orden de San Fernando.
Madrid, 26 de julio de 1910
Aznar…”

Dicha condecoración, llevaba pareja, una pensión de 200 pesetas. (3).

Recibió de parte de su familia y amigos, residentes en Barcelona, felicitaciones vía la prensa catalana de la época, tal y como quedaba recogido en “La Vanguardia” del4 de octubre de 1909, en la cual, se podía leer (textualmente) (4):

“…Algunos amigos del capellán del batallón de Cazadores de Madrid, cuya familia reside en esta ciudad, (Barcelona), expidieron ayer el siguiente telegrama:

Don Jacinto Martínez Verdasco.- Melilla. Los que firman a continuación, reunidos en conmemoración del 21 aniversario del natalicio de su sobrino Remigio, le envían el más afectuoso saludo y entusiasta felicitación por su heroico comportamiento en el combate del día 30 de septiembre próximo pasado, como capellán del batallón de Cazadores de Madrid, rogándole haga extensiva la felicitación a ese valeroso ejército, que con sus admirables hechos tanto honra a su patria. ¡Viva España!- Barcelona 3 octubre 1909.- Siguen 30 firmas…”



1910. Combinación con la vida civil: Sermón en San Ginés (Madrid)

“…La Real e Ilustre Congregación de Nuestra Señora de la Cabeza, la antigua, y escuderos de la de Atocha, patrona de los Comerciantes de paños y ropas de esta corte, celebrará con toda solemnidad su fiesta principal de instituto el domingo 2 de octubre en San Ginés, con sermón, que predicará D. Jacinto Martínez, capellán del batallón de Cazadores de Madrid y caballero de la Real y distinguida Orden militar de San Fernando. Concluída la misa, se cantará una solemne salve. Asistirá a este conjunto de actos un conjunto de voces…”(8).

1912. Destinado al 14 Tercio de la Guárdia Civil

La Correspondencia de España, del 25 de febrero de 1912, anunciaba el pase del capellán segundo, D. Jacinto Martínez Verdasco, al 14 Tercio de la Guárdia Civil, en lo que a destinos del capellanato castrense, se refería. (9).

13 de octubre de 1913. En el Cuartel de la Batalla del Salado. Capellán del Cuerpo

D. Jacinto Martínez Verdasco, formó parte de la comisión que presidió los actos de la fiesta de El Pilar, patrona de la Guardia Civil. Dicha noticia, publicada en “La Correspondencia Militar”, decía lo siguiente, describiendo los actos de la patrona del Instituto Armado. (textual): (13).

“…La Patrona de la Guardia Civil

Por primera vez celebró ayer el benemérito y brillante Instituto de la Guardia civil la fiesta de su patrona, Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza.

Atendiendo a que en esta ocasión hállanse en África nuestras tropas combatiendo y sufriendo las penalidades y riesgos de la guerra, no han tenido los festejos el esplendor que en otras circunstancias habrían alcanzado; pero de todas maneras, con lo hecho se ha demostrado el entusiasta espíritu, el fraternal compañerismo y la elevación profesional que resplandecen en cuantos tienen la señalada honra de pertenecer a una institución de que con justos títulos se envanece España y de la cual se habla con admirativo elogio en todo el mundo.

A continuación consignamos una información de que las fiestas celebradas en Madrid y en varios puntos de provincias, y claro es que, aunque el telégrafo no lo haya trasmitido la solemnidad de la fecha habrá tenido parecida consagración en los demás puntos de España, donde la Guardia civil es la más firme garantía del orden y de la seguridad de los ciudadanos.

En Madrid
En el cuartel de la Batalla del Salado

Como todo el mundo sabe, este cuartel construido expresamente para el objeto para el que se le destina, reúne grandes condiciones para cualquier acto, y, es claro, en él se han celebrado los festejos.

En el hermoso patio central se ha instalado con tapices, banderas, llores, armas, y atributos un hermoso altar bajo la dirección de una comisión compuesta por el comandante D. Hermógenes Gutíerrez, capitán D. Rogelio Tenorio, capellán del Cuerpo Sr. D. Jacinto Martínez y tenientes D. Benito Haro y D. Antonio Marqués de la Plata.

La Misa

Ante este altar formaron ayer mañana: una compañía del primer Tercio mandada por el capitán D. Luís Abreu y cuatro compañías de las Comandancias del Norte y Sur del decimocuarto Tercio al mando de los capitanes D. Leopoldo Serrano. D. Rogelio Tenorio, don Pedro Checa y D. Joaquín Verdes, constituyendo todo ello un batallón al mando del teniente coronel D. Justo Pardo y comandante D. Miguel Camino.

Dicho batallón formó en columna de batallón por compañías en línea con su escuadra, banda y bandera, actuando de abanderado el teniente D. Benito Haro.
Detrás de este lucido batallón formó en línea al mando del capitán D. José Osuna, un escuadrón a pie con escuadra, banda y estandarte, actuando de porta el teniente don Luís Andrés Marín.
Tanto los comisionados como la Infantería y la Caballería vestían traje de gala.

A las once en punto entró en el patio de cuartel el conde de Serrallo, acompañado de los generales Martín Arrué y Feliu, que vestía el uniforme del Cuerpo, y casi todos los jefes y oficiales del mismo que tienen destino en Madrid.

Entre estos vimos a los coroneles García Pérez, Vieyra de Abreu, Lobo, Madrigal, Zaforteza y Martínez Narro, y tenientes coroneles Bustos, García Pérez, Dacal, Sánchez y otros que sentimos no recordar.

El general La Barrera no asistió por tener que estar con una comisión del Cuerpo, y en representación de este en la fiesta organizada por la colonia aragonesa.

Las galerías altas del cuartel estaban repletas de famílias de jefes y oficiales y guardias e infinidad de invitados.

La Revista

Terminada la misa, pasó el general Echagüe una detenida revista a la fuerza, a la que hizo atinadas preguntas, y después se colocó con su lúcido acompañamiento junto a la puerta central, e hizo que desfilaran ante él el batallón y escuadrón, que lo hicieron con la bizarría y marcialidad acostumbradas.

Reunió después el general Echagüe a todos los jefes y oficiales y les hizo presente lo muy satisfecho que quedaba por el estado admirable de las tropas de Guardia civil, no sólo en aquel acto, sino en la parte que le correspondió como integrantes de las fuerzas que formaron con motivo de la visita del presidente de la República francesa.

Hecha la felicitación, refirió los términos sumamente gratos en que se desarrollaron los acontecimientos después del accidente ocurrido al guardia cuando su caballo se espantó del automóvil del presidente de la República, de los cuales se deduce el alto y merecido concepto que su Majestad tiene de la Guardia civil.

Para la tropa

Por disposición del general recibieron todos los guardias residentes en Madrid una peseta para mejora de comida, con cargo a los fondos del economato del décimocuarto Tercio. Esta peseta se les dio a los casados en mano, y a los solteros en mejora de comida. Esta fue verdaderamente suculenta.

Lo imprescindible

En el Cuartel de la Batalla del Salado hay más de doscientos hombres solteros y muchas mujeres en estado de merecer. Unos y otros se pusieron de acuerdo, y mediante la autorización del jefe y pianillo de manubrio, armaron un magnífico baile popular en el gran comedor que el cuartel tiene. Allí hubo buen humor y alegría hasta dejárselo de sobra. Allí bailó una jota un aragonés de ochenta y cuatro años. ¡Si será tonificante el popular baile de Aragón!.

Un rasgo

El general Echagüe, guiado por sus nobles impulsos, ofreció un regalo en forma de juguete a cada uno de los chicos que hay en el cuartel. Falta le hace preparar un buen cheque, pues si mal no recordamos, hay más de trescientos.



Hoy

A las nueve y media, y con la asistencia de la misma tropa que ayer, aunque sin armas, se ha celebrado una misa en sufragio de los difuntos del Cuerpo. Por no poder asistir el general director, presidió el general Feliu. Asistieron también muchos jefes y oficiales…”

Hans Nicolás y Hungerbühler


Fuentes:

(1).“España en sus héroes”, fascículo núm. 6, “La batería de Beni Bu Ifrur”, Madrid 1969, pág. 184.
Fotografía D. Jacinto Martínez Verdasco: “España en sus héroes”, fascículo núm. 6, “La batería de Beni Bu Ifrur”, Madrid 1969. pág. 184
(2). “ABC”, Madrid pág. 8 de fecha 6 de febrero de 1907.
(3). “ABC”, Madrid, pág. 12, de fecha 24 de julio de 1910.
(4). “La Vanguardia”, Barcelona pág. 3.,de fecha 4 de octubre de 1909.
(5). “La Correspondencia de España”, Edición de la mañana, Madrid núm. 18.877, pág.1, de fecha lunes 18 de octubre de 1909.
(6). “El Siglo Futuro”, Diario Católico, Madrid núm. 663, pág.1, de fecha sábado 2 de octubre de 1909.
(7). Grabado “Cura a los soldados heridos en el combate”, “La Correspondencia de España”, de la época.
(8).” La Correspondencia de España”, edición de la mañana, Madrid núm.19.226, pág. 7, de fecha domingo 2 de octubre de 1910.
(9). “La Correspondencia de España”, Edición de la mañana, Madrid 19.737, pág. 5, de fecha domingo 25 de febrero de 1912.
(10). “La Época”,Últimos telegramas y noticias de la tarde, Madrid núm.27.023, pág. 3, de fecha lunes 16 de agosto de 1926.
(11). “El Siglo Futuro”, Diario católico, Madrid núm. 5.945, pág. 4, de fecha lunes 20 de septiembre de 1926.
(12). “La Correspondencia Militar”,Madrid núm. 9.854, pág. 3, de fecha miércoles 30 de marzo de 1910.
(13). “La Correspondencia Militar”, Madrid núm. 10.953, pág.2, de fecha lunes 13 de octubre de 1913.
(14). “El Heraldo de Madrid”, Madrid, núm. 6.988, pág.2, de fecha domingo 16 de enero de 1910.