La jota del Gurugú: 29 de septiembre de 1909
“…Hoy la Virgen del Pilar
nos dio valor y salud
para poder escalar
el alto del Gurugú…”
¿Dónde estaba el Gurugú?
El Gurugú, limitado por Río Oro, nacido en las cumbres de Taxuda y Beni-bu-Gomareu y que desciende formando varias cascadas para dar inicio a los ríos de Frajana y Benisicar y de los cuales, al unir ambos sus aguas dan lugar a Río Oro. Por otro lado, el Gurugú limita con la llanura de Beni-Ensar y Mar Chica hasta Nador, teniendo en su base un perímetro de 60 kilómetros.
De poca accesibilidad por el este y noreste y menos aún, por el oeste, existiendo en el curso seguido por el Río Oro, barrancos que en épocas de lluvias causan grandes torrentes.
Sus alturas, conocidas como Kol-la, Sidi Mohamed y Ulad-Aixa son posiciones de importancia de unos 1.000 metros de altura sobre el nivel del mar.
Su naturaleza es volcánica y se hallan cortadas por barrancos profundos y de laderas tan verticales que parecen estar hechas a pico. En sus partes bajas, hay tierras dedicadas al cultivo y hacia el oeste algunos bosques de pinos. Existían en aquellas alturas algunos manantiales de agua buena y abundante (1).
Importancia de la posesión del Gurugú, narrada por la prensa de la época
De la importancia de dominar el Gurugú por parte de las tropas españolas, la prensa de la época y concretamente el rotativo madrileño “El Imparcial” del 7 de septiembre, ya informaba a la opinión pública al respecto, en los términos siguientes y bajo el título “…La posesión del Gurugú es necesaria…” (textual):
“… Así lo juzgan técnicos y profanos. Mientras los rifeños se hallen en las escabrosidades del Gurugú, la línea española será hostilizada y no gozará de las garantías necesarias.
La “Correspondencia Militar” publica anoche un artículo del diputado a Cortes don Joaquín Llorens, escrito en Melilla, donde hace tiempo está siguiendo con atención el desarrollo de la campaña. Este artículo merece ser leído atentamente, porque demuestra cual es el único objetivo de las operaciones. Este artículo se titula “lo hecho” y dice así:
- El día 9 de Julio, el general Marina, con motivo de la agresión de que habían sido objeto los trabajadores de la vía férrea, se apoderó de toda la faja de terreno donde se encuentra trazada, con objeto de proteger y asegurar su construcción.
Algunas fuerzas mandadas por el teniente coronel Pedreira, durmieron el citado día en una de las cumbres dominantes del Gurugú; pero trece compañías, que eran las disponibles, no bastaban para asegurar tan extensa línea, y el general, con muy buen acuerdo, tuvo que limitarse a ocupar la primera y segunda caseta, Sidi Musa, Sidi Hamet el Hach. Algún día después tomó posesión de la Mar Chica, mediante la ocupación del importantísimo montículo llamado El Atalayón, y estableció una fuerte guardia atrincherada en una colina avanzada hacia Nador con respecto a Sidi Hamet-el Hach.
Vamos a estudiar la seguridad e importancia de la línea que, partiendo del Hipódromo termina en el Atalayón, y de los puntos Restinga, zoco de Arbaa y Cabo Agua.
La línea férrea tiene en su flanco izquierdo la costa pero está completa y absolutamente dominada en el derecho y lo estará siempre, mientras el enemigo pueda contar con el refugio y base de operaciones que representa el Gurugú. Apenas se deja atrás el Hipódromo, se presenta por dicho flanco una serie de posiciones escalonadas e interrumpidas algunas de ellas por barrancos de pendientes rapidísimas, que permiten y permitirán a los rifeños hostilizar cuando y donde les convenga, y siempre con gran ventaja, a las tropas españolas. Por esta causa las bajas suelen menudear al salir el diario convoy, y las guarniciones de la primera y segunda caseta, blockhaus, Sidi Musa, Sidi Hamet-el Hach, se hallan día y noche bajo la acción de los tiradores rifeños.
El Atalayón es una posición preciosa, que está defendida, por la parte del istmo que a la tierra lo une, por Sidi Hamet-el-Hach, pero solo en parte, porque el enemigo puede correrse fácilmente por la costa, aunque exponiéndose mucho a ser cortado en su retirada y tirotear a la guarnición. Comprendiéndolo así, esos ataques solo los han verificado los rifeños de noche, y, consumada la agresión se ha retirado precipitadamente.
En resumen; todas las posiciones citadas, es decir, las que se encuentran desde el Hipódromo a Sidi Hamet-el-Hach, han sido tomadas para asegurar la vía férrea, son forzadas, pero no dejaran jamás de ser hostilizadas, mientras el Gurugú esté en posesión del enemigo. Es mas: bastará a las kábilas que en él y sus alrededores viven quieran la guerra, para que el ejército español viva constantemente arma al brazo y a diario experimente bajas. En la segunda caseta llegan a 200 las ya sufridas.
Restinga está perfectamente fortificado. Por mar tiene su aprovisionamiento asegurado, y resulta inexpugnable, aun cuando el Rif entero lo atacara. Sucede lo mismo con Cabo de Agua.
La posesión de zoco de Arbaa completa la de Mar Chica, y es una excelente base de operaciones en la zona que limitada por el Muluya, se extiende hacia Zeluán, pero no da ninguna mayor estabilidad a la línea Hipódromo Sidi-Hamet-el-Hach. Para asegurarla hay precisión absoluta de conquistar el Gurugú, y como su ataque de frente sería una tremenda locura (a no ser que un día tuviera el general en jefe la seguridad de que solo lo ocupaban un par de centenares de rifeños, sin auxilio posible), en otro artículo trataré de cómo, según mi leal saber y entender debe envolverse.
Una nota para terminar. En el zoco de Arbaa solo se han verificado hasta hoy algunos reconocimientos y una pequeña acción. Dar el nombre de batalla a esas funciones de guerra, es sencillamente ponernos en ridículo a ojos de las demás naciones. Conviene no exagerar los hechos ni mucho menos sus efectos para evitar que, con justicia se rían de nosotros.
Joaquín Llorens Fernández de Córdova. 1 de Septiembre 1909…”(5).
Nace una jota
Las primeras fuerzas que coronaron el pico más alto fueron 6 soldados del Batallón Disciplinario al mando de un 2º teniente, los cuales para acceder tuvieron que escalar apoyando pies y manos en huecos y salientes de la roca, demostrando ser grandes montañeros.
A la media hora de esta coronación, llegaba una compañía de Cazadores de Las Navas, sobre las ocho de la mañana. Los soldados gritaban aclamaciones a España y al Ejército con entusiasmo, confundiéndose unas con otras. Los soldados que se encontraban en el picacho de la derecha era igual al de sus homólogos de la izquierda. A intervalos, fueron apareciendo las banderas de España, al grito que más se oía, que era el de ¡Viva España!, jamás escuchado en aquellos riscos.
Con los Cazadores de las Navas, arribó la charanga del batallón y los músicos, sentándose sobre los peñascos, se pusieron a tocar alegres composiciones que aumentaban la alegría y júbilo de los soldados. Un aragonés de sangre, recordó al parecer su tierra y no pudiendo reprimir el entusiasmo, arrancó improvisadamente con la jota:
“…Hoy la Virgen del Pilar
nos dio valor y salud
para poder escalar
el alto del Gurugú…”.
Así, nació la “jota del Gurugú”.
Otro soldado, al llegar al último picacho de dicha montaña y al observar que ya ondeaba la bandera nacional, exclamó:
“ …Después de la alegría de verme en el Gurugú, ya no me importa que me maten, pues es la mayor satisfacción que cabe en mi pecho…”
Mientras la artillería de 15 centímetros de Fuerte Camellos, disparaba salvas mientras en las gargantas ocupadas se escuchaba un delirante ¡Viva España! Y el general, enardecido arengaba a las tropas:
“…¡Soldados!, ya ondea la hermosa bandera de la patria en el hasta ahora inexpugnable Gurugú, último refugio de la morisma infiel, y queda elevada a las alturas por los robustos brazos de los hijos de la patria, de los hijos amados del Ejército español, que ha vertido pródigamente a raudales su sangre. Con sangre se conquistan las glorias. Con sangre se lavan los agravios inferidos a la patria. Soldados: ¡¡Viva España!!, ¡¡Viva el Rey!!. (1).
2º teniente del batallón Disciplinario junto a los 6 soldados que coronó el Gurugú y 2 guías moros en el pico Basbel a 985 mts de altura y donde se colocó la 1ª bandera de España. (2).
¡Viva España!. La ocupación del Gurugú
“…¡¡Viva España!!
Fue el día de ayer de júbilo para todos los españoles; día de gozo sin límites para los ejércitos de mar y tierra, que vieron coronados sus esfuerzos al pisar las tropas de la guarnición de Melilla y los cuerpos expedicionarios las temibles montañas cuyas faldas regaron con su sangre cien y cien mártires del sagrado juramento que prestaran; día de inmensa satisfacción para la nación entera, que deseaba con fervoroso anhelo ver tremolar en ellas, victorioso, su siempre triunfal pabellón.
Glorioso habría sido realizar la empresa tras formidable combate; más tan glorioso fue conseguirlo sin batalla sangrienta, porque bastantes precedieron a la deseada ocupación; jornadas inmortales, que constituyen páginas sublimes de la historia de la patria.
¡¡Viva España!! Fue el grito que ayer partió de las altas cumbres del Gurugú, en el momento solemne de izarse la bandera española; el eco lo trajo a Melilla, y nuestra plaza resonó entusiasta, confundiéndose con el estampido de los cañones saludando a la insignia venerada de la patria.
¡Viva España!, gritaron los soldados que sin resistencia habían ocupado el más formidable baluarte del fanatismo rifeño. ¡Viva España!, repitió el eco en las alturas vecinas y en el fondo de los barrancos donde inanimados sucesos. Y hasta las almas de tanto y tanto héroe que sacrificaron generosamente sus vidas en holocausto por la patria exclamarían allá, en las alturas celestes: ¡Viva España!...” (4).
D. Pedro San José, planta la bandera nacional en lo alto del Gurugú
Al parecer, el soldado de cazadores de Las Navas, que hincó la bandera nacional en lo alto del Gurugú, el 29 de septiembre de 1909, fue D. Pedro San José, del cual, se desprendía ya una historia personal, de la cual, el general marina, tenía conocimiento, motivo por el cual, sería propuesto para la Cruz Laureada de San Fernando. Esto quedó recogido en el diario madrileño “El Imparcial” del 5 de octubre de 1909. Dicha noticia decía literalmente lo siguiente:
“…El soldado Pedro San José , que fue quien, en unión de cinco compañeros más, al mando de un teniente hincó la bandera nacional en una de las crestas del Gurugú. El relato de las peripecias ocurridas a este soldado, a quien el general Marina ha propuesto para la cruz laureada es interesantísimo.
El día 18 de Julio, cuando entre un diluvio de plomo salvó a cuestas a su capitán y mató a dos moros que querían arrebatárselo, recibió cuatro balazos. Repuesto de sus heridas, y después de lograr subir al Gurugú y tremolar nuestra enseña en la cúspide del monte, cáyose por un precipicio y se fracturó el brazo izquierdo, que es la lesión que ahora padece, y para colmo de desventuras, sus padres al saber que estaba herido y que habían degollado a un hermano suyo, sucumbieron al peso de tanto dolor y rindieron su tributo a la muerte. En medio de tanta desdicha, solo tiene el consuelo de haber trepado en primera línea por el Gurugú, de haber recibido felicitaciones sin cuento, entre otras la del propio general en jefe, y de haber recibido diversos regalos de la familia del general Marina…”(3).
El parte oficial
“…Melilla, 29, 11 M.
A las siete y treinta ha sido ocupada posición que forma vertiente derecha barranco Lobo, dominando todo el valle de Beni Emsar (Beni-Ensar), poco después se han ocupado también los dos picos principales del Gurugú, enarbolando sobre ellos bandera española; han concurrido a la operación diez y seis compañías, tres baterías, tres secciones de Caballería, más una de Ingenieros; no ha habido resistencia; se está fortificando esta posición, donde quedará por ahora coronel Primo de Rivera con cuatro compañías de su regimiento y la Brigada Disciplinaria…” (3).
Hans Nicolás y Hungerbühler
Fuentes:
- (1).“España en sus héroes”, fascículo núm, 5. “El Cabo Noval ha caído prisionero”, Madrid 1969. Pág.135.
- (2). “El Telegrama del Rif”, Melilla, pág. 1, de fecha jueves 30 de septiembre de 1909.
- (3)“El Imparcial”, Madrid, núm. 15.292, pág. 2, de fecha martes 5 de octubre de 1909.
- (4). ABC, Madrid, pág. 5, de fecha 30 de septiembre de 1909.
- (5).”El Imparcial”, Madrid núm. 15.264, pág. 3 de fecha martes 7 de septiembre de 1909.
“…Hoy la Virgen del Pilar
nos dio valor y salud
para poder escalar
el alto del Gurugú…”
¿Dónde estaba el Gurugú?
El Gurugú, limitado por Río Oro, nacido en las cumbres de Taxuda y Beni-bu-Gomareu y que desciende formando varias cascadas para dar inicio a los ríos de Frajana y Benisicar y de los cuales, al unir ambos sus aguas dan lugar a Río Oro. Por otro lado, el Gurugú limita con la llanura de Beni-Ensar y Mar Chica hasta Nador, teniendo en su base un perímetro de 60 kilómetros.
De poca accesibilidad por el este y noreste y menos aún, por el oeste, existiendo en el curso seguido por el Río Oro, barrancos que en épocas de lluvias causan grandes torrentes.
Sus alturas, conocidas como Kol-la, Sidi Mohamed y Ulad-Aixa son posiciones de importancia de unos 1.000 metros de altura sobre el nivel del mar.
Su naturaleza es volcánica y se hallan cortadas por barrancos profundos y de laderas tan verticales que parecen estar hechas a pico. En sus partes bajas, hay tierras dedicadas al cultivo y hacia el oeste algunos bosques de pinos. Existían en aquellas alturas algunos manantiales de agua buena y abundante (1).
Importancia de la posesión del Gurugú, narrada por la prensa de la época
De la importancia de dominar el Gurugú por parte de las tropas españolas, la prensa de la época y concretamente el rotativo madrileño “El Imparcial” del 7 de septiembre, ya informaba a la opinión pública al respecto, en los términos siguientes y bajo el título “…La posesión del Gurugú es necesaria…” (textual):
“… Así lo juzgan técnicos y profanos. Mientras los rifeños se hallen en las escabrosidades del Gurugú, la línea española será hostilizada y no gozará de las garantías necesarias.
La “Correspondencia Militar” publica anoche un artículo del diputado a Cortes don Joaquín Llorens, escrito en Melilla, donde hace tiempo está siguiendo con atención el desarrollo de la campaña. Este artículo merece ser leído atentamente, porque demuestra cual es el único objetivo de las operaciones. Este artículo se titula “lo hecho” y dice así:
- El día 9 de Julio, el general Marina, con motivo de la agresión de que habían sido objeto los trabajadores de la vía férrea, se apoderó de toda la faja de terreno donde se encuentra trazada, con objeto de proteger y asegurar su construcción.
Algunas fuerzas mandadas por el teniente coronel Pedreira, durmieron el citado día en una de las cumbres dominantes del Gurugú; pero trece compañías, que eran las disponibles, no bastaban para asegurar tan extensa línea, y el general, con muy buen acuerdo, tuvo que limitarse a ocupar la primera y segunda caseta, Sidi Musa, Sidi Hamet el Hach. Algún día después tomó posesión de la Mar Chica, mediante la ocupación del importantísimo montículo llamado El Atalayón, y estableció una fuerte guardia atrincherada en una colina avanzada hacia Nador con respecto a Sidi Hamet-el Hach.
Vamos a estudiar la seguridad e importancia de la línea que, partiendo del Hipódromo termina en el Atalayón, y de los puntos Restinga, zoco de Arbaa y Cabo Agua.
La línea férrea tiene en su flanco izquierdo la costa pero está completa y absolutamente dominada en el derecho y lo estará siempre, mientras el enemigo pueda contar con el refugio y base de operaciones que representa el Gurugú. Apenas se deja atrás el Hipódromo, se presenta por dicho flanco una serie de posiciones escalonadas e interrumpidas algunas de ellas por barrancos de pendientes rapidísimas, que permiten y permitirán a los rifeños hostilizar cuando y donde les convenga, y siempre con gran ventaja, a las tropas españolas. Por esta causa las bajas suelen menudear al salir el diario convoy, y las guarniciones de la primera y segunda caseta, blockhaus, Sidi Musa, Sidi Hamet-el Hach, se hallan día y noche bajo la acción de los tiradores rifeños.
El Atalayón es una posición preciosa, que está defendida, por la parte del istmo que a la tierra lo une, por Sidi Hamet-el-Hach, pero solo en parte, porque el enemigo puede correrse fácilmente por la costa, aunque exponiéndose mucho a ser cortado en su retirada y tirotear a la guarnición. Comprendiéndolo así, esos ataques solo los han verificado los rifeños de noche, y, consumada la agresión se ha retirado precipitadamente.
En resumen; todas las posiciones citadas, es decir, las que se encuentran desde el Hipódromo a Sidi Hamet-el-Hach, han sido tomadas para asegurar la vía férrea, son forzadas, pero no dejaran jamás de ser hostilizadas, mientras el Gurugú esté en posesión del enemigo. Es mas: bastará a las kábilas que en él y sus alrededores viven quieran la guerra, para que el ejército español viva constantemente arma al brazo y a diario experimente bajas. En la segunda caseta llegan a 200 las ya sufridas.
Restinga está perfectamente fortificado. Por mar tiene su aprovisionamiento asegurado, y resulta inexpugnable, aun cuando el Rif entero lo atacara. Sucede lo mismo con Cabo de Agua.
La posesión de zoco de Arbaa completa la de Mar Chica, y es una excelente base de operaciones en la zona que limitada por el Muluya, se extiende hacia Zeluán, pero no da ninguna mayor estabilidad a la línea Hipódromo Sidi-Hamet-el-Hach. Para asegurarla hay precisión absoluta de conquistar el Gurugú, y como su ataque de frente sería una tremenda locura (a no ser que un día tuviera el general en jefe la seguridad de que solo lo ocupaban un par de centenares de rifeños, sin auxilio posible), en otro artículo trataré de cómo, según mi leal saber y entender debe envolverse.
Una nota para terminar. En el zoco de Arbaa solo se han verificado hasta hoy algunos reconocimientos y una pequeña acción. Dar el nombre de batalla a esas funciones de guerra, es sencillamente ponernos en ridículo a ojos de las demás naciones. Conviene no exagerar los hechos ni mucho menos sus efectos para evitar que, con justicia se rían de nosotros.
Joaquín Llorens Fernández de Córdova. 1 de Septiembre 1909…”(5).
Nace una jota
Las primeras fuerzas que coronaron el pico más alto fueron 6 soldados del Batallón Disciplinario al mando de un 2º teniente, los cuales para acceder tuvieron que escalar apoyando pies y manos en huecos y salientes de la roca, demostrando ser grandes montañeros.
A la media hora de esta coronación, llegaba una compañía de Cazadores de Las Navas, sobre las ocho de la mañana. Los soldados gritaban aclamaciones a España y al Ejército con entusiasmo, confundiéndose unas con otras. Los soldados que se encontraban en el picacho de la derecha era igual al de sus homólogos de la izquierda. A intervalos, fueron apareciendo las banderas de España, al grito que más se oía, que era el de ¡Viva España!, jamás escuchado en aquellos riscos.
Con los Cazadores de las Navas, arribó la charanga del batallón y los músicos, sentándose sobre los peñascos, se pusieron a tocar alegres composiciones que aumentaban la alegría y júbilo de los soldados. Un aragonés de sangre, recordó al parecer su tierra y no pudiendo reprimir el entusiasmo, arrancó improvisadamente con la jota:
“…Hoy la Virgen del Pilar
nos dio valor y salud
para poder escalar
el alto del Gurugú…”.
Así, nació la “jota del Gurugú”.
Otro soldado, al llegar al último picacho de dicha montaña y al observar que ya ondeaba la bandera nacional, exclamó:
“ …Después de la alegría de verme en el Gurugú, ya no me importa que me maten, pues es la mayor satisfacción que cabe en mi pecho…”
Mientras la artillería de 15 centímetros de Fuerte Camellos, disparaba salvas mientras en las gargantas ocupadas se escuchaba un delirante ¡Viva España! Y el general, enardecido arengaba a las tropas:
“…¡Soldados!, ya ondea la hermosa bandera de la patria en el hasta ahora inexpugnable Gurugú, último refugio de la morisma infiel, y queda elevada a las alturas por los robustos brazos de los hijos de la patria, de los hijos amados del Ejército español, que ha vertido pródigamente a raudales su sangre. Con sangre se conquistan las glorias. Con sangre se lavan los agravios inferidos a la patria. Soldados: ¡¡Viva España!!, ¡¡Viva el Rey!!. (1).
2º teniente del batallón Disciplinario junto a los 6 soldados que coronó el Gurugú y 2 guías moros en el pico Basbel a 985 mts de altura y donde se colocó la 1ª bandera de España. (2).
¡Viva España!. La ocupación del Gurugú
“…¡¡Viva España!!
Fue el día de ayer de júbilo para todos los españoles; día de gozo sin límites para los ejércitos de mar y tierra, que vieron coronados sus esfuerzos al pisar las tropas de la guarnición de Melilla y los cuerpos expedicionarios las temibles montañas cuyas faldas regaron con su sangre cien y cien mártires del sagrado juramento que prestaran; día de inmensa satisfacción para la nación entera, que deseaba con fervoroso anhelo ver tremolar en ellas, victorioso, su siempre triunfal pabellón.
Glorioso habría sido realizar la empresa tras formidable combate; más tan glorioso fue conseguirlo sin batalla sangrienta, porque bastantes precedieron a la deseada ocupación; jornadas inmortales, que constituyen páginas sublimes de la historia de la patria.
¡¡Viva España!! Fue el grito que ayer partió de las altas cumbres del Gurugú, en el momento solemne de izarse la bandera española; el eco lo trajo a Melilla, y nuestra plaza resonó entusiasta, confundiéndose con el estampido de los cañones saludando a la insignia venerada de la patria.
¡Viva España!, gritaron los soldados que sin resistencia habían ocupado el más formidable baluarte del fanatismo rifeño. ¡Viva España!, repitió el eco en las alturas vecinas y en el fondo de los barrancos donde inanimados sucesos. Y hasta las almas de tanto y tanto héroe que sacrificaron generosamente sus vidas en holocausto por la patria exclamarían allá, en las alturas celestes: ¡Viva España!...” (4).
D. Pedro San José, planta la bandera nacional en lo alto del Gurugú
Al parecer, el soldado de cazadores de Las Navas, que hincó la bandera nacional en lo alto del Gurugú, el 29 de septiembre de 1909, fue D. Pedro San José, del cual, se desprendía ya una historia personal, de la cual, el general marina, tenía conocimiento, motivo por el cual, sería propuesto para la Cruz Laureada de San Fernando. Esto quedó recogido en el diario madrileño “El Imparcial” del 5 de octubre de 1909. Dicha noticia decía literalmente lo siguiente:
“…El soldado Pedro San José , que fue quien, en unión de cinco compañeros más, al mando de un teniente hincó la bandera nacional en una de las crestas del Gurugú. El relato de las peripecias ocurridas a este soldado, a quien el general Marina ha propuesto para la cruz laureada es interesantísimo.
El día 18 de Julio, cuando entre un diluvio de plomo salvó a cuestas a su capitán y mató a dos moros que querían arrebatárselo, recibió cuatro balazos. Repuesto de sus heridas, y después de lograr subir al Gurugú y tremolar nuestra enseña en la cúspide del monte, cáyose por un precipicio y se fracturó el brazo izquierdo, que es la lesión que ahora padece, y para colmo de desventuras, sus padres al saber que estaba herido y que habían degollado a un hermano suyo, sucumbieron al peso de tanto dolor y rindieron su tributo a la muerte. En medio de tanta desdicha, solo tiene el consuelo de haber trepado en primera línea por el Gurugú, de haber recibido felicitaciones sin cuento, entre otras la del propio general en jefe, y de haber recibido diversos regalos de la familia del general Marina…”(3).
El parte oficial
“…Melilla, 29, 11 M.
A las siete y treinta ha sido ocupada posición que forma vertiente derecha barranco Lobo, dominando todo el valle de Beni Emsar (Beni-Ensar), poco después se han ocupado también los dos picos principales del Gurugú, enarbolando sobre ellos bandera española; han concurrido a la operación diez y seis compañías, tres baterías, tres secciones de Caballería, más una de Ingenieros; no ha habido resistencia; se está fortificando esta posición, donde quedará por ahora coronel Primo de Rivera con cuatro compañías de su regimiento y la Brigada Disciplinaria…” (3).
Hans Nicolás y Hungerbühler
Fuentes:
- (1).“España en sus héroes”, fascículo núm, 5. “El Cabo Noval ha caído prisionero”, Madrid 1969. Pág.135.
- (2). “El Telegrama del Rif”, Melilla, pág. 1, de fecha jueves 30 de septiembre de 1909.
- (3)“El Imparcial”, Madrid, núm. 15.292, pág. 2, de fecha martes 5 de octubre de 1909.
- (4). ABC, Madrid, pág. 5, de fecha 30 de septiembre de 1909.
- (5).”El Imparcial”, Madrid núm. 15.264, pág. 3 de fecha martes 7 de septiembre de 1909.
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