Sor María de la Alegría de Jesús: el hecho heroico de una religiosa de la Congregación de Hermanas Franciscanas del Buen Consejo
Una religiosa, hermana de la congregación de Franciscanas del Buen Consejo de Melilla, natural de un pueblecito de la provincia de Salamanca, Aldea Dávila de la Ribera que según definición del Diccionario Universal de Historia y Geografía Universal de 1846, se decía de él, que era una villa de España, en la provincia y diócesis de Salamanca, partido judicial de Lumbrales que contaba con 408 vecinos y un total de 1632 habitantes. Situado junto al río Duero, sobre el que tenía una barca. Sobre dicha población salmantina, no se apuntaba nada más.
Nació el 8 de abril de 1880 en la localidad salmantina de Aldea Dávila de la Ribera.
Una población también denominada Aldeadeávila. Trabajadora, sacrificada, carácter alegre, abierto, eran y son algunos de los calificativos que merece Sor Alegría por su forma de proceder y ser y, aún faltarían más.
Sus padres fueron D. Pedro Garrido, labrador y Victoriana Caballero. Tomando la niña el nombre de Juliana Garrido Caballero.
Contando unos veintidós años de edad, debió de profesar como monja, siendo entonces cuando adoptó el nombre de Sor Alegría.
La Congregación de Hermanas Franciscanas del Buen Consejo se estableció en Melilla en el año 1904 de la mano de Sor Josefina, quien estuvo acompañada entonces por dos hermanas. Llegando Sor María alegría de Jesús al año siguiente, 1905.
Esta nueva comunidad, creó en marzo de 1906, en un local provisional en la vieja Melilla, el Colegio de las Madres del Buen Consejo, que fue la primera congregación religiosa femenina, establecida en Melilla.
Durante la Campaña de 1909, estas monjas, colaboraron como enfermeras en varios hospitales de la ciudad y, además acudían allí donde eran requeridos sus servicios. Entre los mencionados hospitales, se encontraba el de nueva creación llamado Hospital del Buen Acuerdo, comenzado a construir en el segundo semestre de 1909 en madera y con la mayor urgencia, dado que las infraestructuras sanitarias al estallido de la Campaña de 1909, habían quedado insuficientes. En dicho hospital, fue donde el 14 de abril de 1910 tuvo lugar la donación de piel mediante intervención quirúrgica, de Sor María de la Alegría de Jesús, al soldado del Regimiento de Infantería de Saboya núm. 6, D. Gabriel Fernández Rodríguez, herido durante la Campaña de 1909.
Sor Alegría de Jesús, en 1908 fundó la Iglesia y el Colegio del Buen Consejo de Melilla. Fue Directora del Colegio de Nuestra Señora del Buen Consejo de Melilla, y Consiliaria General de las RR.HH (Reverendas Hermanas Terciarias Franciscanas de los Sagrados Corazones de Jesús y María).
Recordemos que en el año 1924, el Obispo de Málaga unió a las Franciscanas del Buen Consejo con las Hermanas Terciarias Franciscanas de los Sagrados Corazones en una sola congregación con el nombre de las últimas.
E igualmente podemos reseñar que también asumió la presidencia de la Hermandad Congregación de la Divina Pastora, una entidad fundada en el año 1914.
Falleció Sor Alegría en Melilla a los 80 años, el viernes 29 de julio de 1960, dejando tras de sí, 58 años de vida religiosa. Su sepelio, fue presidido por el Comandante General de Melilla, D. Ramón Gotarredona Prats y el Alcalde D. Luís Carvajal Arrieta, siendo su cuerpo enterrado en el Cementerio Municipal de la Purísima Concepción de Melilla, ante el lateral derecho de la Capilla Principal. Parcela 4, fila 11 y número 7. Y en sus tumba, sin nombres únicamente figura la inscripción “Terciarias Franciscanas”
Sor Alegría, un hecho altruista y sacrificado
Según aparecía publicado en el “Telegrama del Rif” del 14 de abril de 1910, esta abnegada, sacrificada y valiente monja, se prestó de forma voluntaria y altruista, a que le extirparan tres trozos de piel de su brazo, para practicarle un injerto a un soldado del Regimiento de Infantería de Saboya núm. 6, que era D. Gabriel Fernández González, el cual, había resultado gravemente herido en los combates que había participado el mencionado regimiento. Dicha noticia, decía así (textual):
“…Es un ángel de Caridad que ha prestado al bisturí su carne de heroína, reclamada por la salud de un soldado. Su nombre merece las bendiciones de todos; ahogando el dolor por el imperio de su espíritu bien templado dejó que la cuchilla del cirujano rayase su piel de virgen puestos los ojos en el bien del prójimo y el corazón en lo alto. Sor Alegría ha trabajado sin descanso en los hospitales durante la Campaña con sus hermanas las religiosas del Buen Consejo y ha terminado por poner a su obra hermosa un digno remate, con el cruento sacrificio. ¡Sor Alegría, mujer de carácter abierto todo alegría como el nombre que lleva, su figura no se apartará fácilmente de los que han tenido sus cuidados, su celo exquisito y su inagotable caridad a la cabecera del lecho del dolor…”
Sobre dicha gesta protagonizada por esta religiosa, en un texto atribuido al Sr. Mir Berlanga, se dice (textual):
“…SOR ALEGRÍA.- Abnegada religiosa, que el día 14 de abril de 1910, en el antiguo Hospital del Buen Acuerdo, se sometió voluntariamente a una dolorosa intervención quirúrgica, para ceder, parte de su carne y de su piel a Gabriel Fernández Rodríguez, un pobre soldado del Regimiento de Saboya.
El pueblo natal de la heroína, Aldeavila de la Ribera, acordó colocar su retrato en el Salón de Sesiones. El Ejército le concedió la Cruz del Mérito Militar, y el Estado la de Beneficencia. Melilla le dedicó una calle. Se le concedió la Medalla de Oro de la Ciudad de Melilla…”
Mientras que en la página 60 del libro escrito por el señor Moya Casals, titulado “Melilla Piadosa y Tradicional”, edición de 1954, se recordaba este hecho de la forma siguiente (textual), a la vez que mencionaba los reconocimientos a Sor Alegría y se reclamaba el rotular de nuevo una calle de Melilla con el nombre de la Madre Fundadora Sor Josefina.
“…,rebasando los límites y el esfuerzo humano, se llegó al sacrificio por salvar la vida de un heroico defensor de la Patria y el nombre de Sor Alegría surgió de la sala del dolor a la admiración y reconocimiento del Rey Alfonso XIII, que premió a la humilde religiosa con la Gran Cruz de Beneficencia, Medalla de la Campaña del Rif, la de oro de la Cruz Roja Española y la Cruz de primera clase de la Orden del Mérito Militar con distintivo rojo, cuyas insignias le fueron regaladas a la Madre Alegría, por la oficialidad del regimiento de infantería de Saboya núm. 6; mereciendo más tarde, al igual que la Madre Fundadora Sor Josefina, que la Ciudad grabara sus nombres rotulando dos calles de Melilla, y que si es de lamentar que el de Sor Josefina fuera sustituido, es de esperar asimismo que por el Excmo. Ayuntamiento de Melilla, se repare este acto de injusticia y olvido cometido durante el tiempo que los hombres regían los destinos de España, se proclamaban defensores de la “libertad” y la “democracia”, y por tanto, de respeto al sentimiento altamente cristiano del pueblo español…”
Podemos añadir que Sor Alegría también estaba en posesión de La Legión de Honor francesa.
Religiosas condecoradas
“…Propuesta de recompensas. Entre las últimas propuestas de recompensas con motivo de la Campaña del Rif, ha venido al Ministerio de La Guerra una relación de Hermanas del Buen Consejo, que en Melilla han atendido solícitamente y han alentado con su ejemplo a los heridos de la guerra.
Todos los que en Melilla han estado, y especialmente los que, por haber rendido a la Patria su tributo de sangre, han pasado por los hospitales elogian calurosamente a estas abnegadas mujeres, en muchos casos, con riesgo de su vida, han llegado hasta el campo de batalla para atender a los heridos y socorrer a los enfermos.
El Ejército ha querido coronar su obra otorgándolas las recompensas que a los héroes son concedidas, y por ello se ha elevado a la superioridad esta propuesta de cruces roja al Mérito Militar de primera clase , que ya ha sido aprobado por el ministro de la Guerra.
Además de estas recompensas, se hace especial mención en la propuesta de la hermana Sor María Alegría de Jesús, que, como nuestros lectores saben, fue la que se presentó espontáneamente a que se le cortara un trozo de piel, único medio de que pudiera practicarse una difícil operación al soldado Gabriel Fernández, del Regimiento de Saboya, y de la cual dependía la salvación del infeliz herido.
La recompensa que se solicita para esta hermana, aparte de la cruz roja al Mérito Militar de primera clase, es la de su ingreso en la Orden Civil de Beneficencia.
En la Real Orden aprobatoria de la propuesta, se significa el deseo de S.M. de que se dé traslado al ministro de la Gobernación, para que se ha incoado el oportuno expediente.
El rasgo hermoso de Sor María Alegría de Jesús, que ya obtuvo el aplauso unánime del pueblo español, bien merece esta distinción por parte de los Poderes Públicos, como merecen todas las recompensas concedidas a las virtuosas hermanas del Buen Consejo…”
“…Mundo Eclesiástico. A la hermana María Alegría de Jesús, que en Melilla se prestó espontáneamente a que se le cortara un trozo de piel para la difícil operación del soldado Gabriel Fernández, ha sido propuesta para su ingreso en la Orden civil de la Beneficencia…”
“…El Diario Oficial del Ministerio de la Guerra publica las recompensas otorgadas a las hermanas religiosas del Buen Consejo, por su distinguido comportamiento y extraordinarios servicios prestados en los hospitales militares de Melilla durante la Campaña.
Cruces del Mérito Militar con distintivo rojo, libre de gastos a las siguientes:
- Sor María Aurelia de Jesús.
- Sor María Francisca de Jesús.
- Sor María Antonia de Jesús.
- Sor María Luisa de Jesús.
- Sor María Esperanza de Jesús.
- Sor María Petra de Jesús.
- Sor María …… de Jesús (el nombre está muy borroso).
- Sor María Trinidad de Jesús.
- Sor María de la Anunciación de Jesús.
- Sor María Agustina de Jesús.
- Sor María ¿Vicenta?, de Jesús (el nombre está muy borroso).
- Sor María Socorro de Jesús.
- Sor María Marta de Jesús.
- Sor María Salud.
- Sor María Inés de Jesús.
También publica otra orden que dice así:
-El Rey (q.D.g) ha tenido a bien conceder a la hermana religiosa del Buen Consejo , Sor María Alegría de Jesús, la cruz de primera clase del Mérito Militar, con distintivo rojo, libre de gastos, por su distinguido comportamiento y extraordinarios servicios prestados en los hospitales militares de Melilla durante la campaña. Es al propio tiempo la voluntad de S.M., se signifique a la expresada hermana al Ministerio de la Gobernación por si en consideración al sublime acto de abnegación y caridad cristiana que ha realizado prestándose voluntariamente a que le fuera arrancado un trozo de su piel para hacer un injerto epidérmico necesario a la curación del soldado del Regimiento de Saboya núm. 6 Gabriel Fernández y Rodríguez, se conceptuara procedente disponer se incoe el oportuno expediente para su ingreso en la Orden civil de la Beneficencia…”
Ante la voluntad real de conceder a Sor Alegría, la gran Cruz de la Orden de Beneficencia, se empezó a instruir el correspondiente expediente, cosa que se inició en el Regimiento de Infantería de Saboya núm. 6, quedando la noticia recogida en “La Correspondencia de España” del 18 de julio de 1910, de la forma que a continuación se cita (textual):
“…En el regimiento de Saboya se han empezado a instruir las diligencias, que han de servir de base para la concesión de la Cruz de Beneficencia a Sor María Alegría de Jesús la heroica monja que prestó trozos de su piel para salvar a un soldado de aquel Regimiento…”
Bajo el título “…Religiosa condecorada…”, la prensa salmantina daba a conocer de la siguiente forma, la concesión de la Cruz al Mérito Militar a Sor María de la Alegría de Jesús (textual):
“…Se ha concedido a la religiosa Sor María de la Alegría, la Cruz de primera clase roja del Mérito, libre de gastos por su comportamiento extraordinario en los servicios que prestó en los hospitales de Melilla.
Gestiónase del Gobierno se le conceda la Cruz de la Beneficencia por el acto de abnegación de ofrecer su piel que le fue arrancada para hacer un injerto epidérmico al soldado de Saboya Gabriel Fernández Rodríguez.
Acto de imposición de la Cruz al Mérito Militar a Sor Alegría
La prensa de Salamanca, concretamente el periódico “El Salmantino”, narraba a la opinión pública de la forma que a continuación sigue (textual), el acto de imposición de la Cruz del Mérito Militar a Sor Alegría, bajo los títulos “…Imposición de una cruz.-Una hermana heroica…”
“…Ayer se celebró con gran solemnidad (diario del 7 de junio, por lo tanto, la ceremonia tuvo lugar el día 6 del citado mes), la ceremonia de imponer las insignias de la Cruz Roja del Mérito Militar, a una hermana del Buen Consejo. Objeto de esta distinción tan honrosa, fue la Hermana Alegría, cuyo heroísmo alabaron no hace mucho tiempo todos los periódicos.
La ceremonia.-Discurso del general Arraiz.
Al acto de imposición de las insignias asistió toda la oficialidad del regimiento de Saboya y las hermanas del colegio donde se verificó la ceremonia. El coronel señor Arraiz, visiblemente conmovido, pronunció un breve discurso, ensalzando la noble y cristiana entereza con que la buena hermana sufrió la operación de dejarse cortar la piel, para salvar la vida a un soldado del regimiento. Y, en nombre de este, le dio las más expresivas gracias. La hermana recibió tan honrosa distinción con la humildad de que tantas pruebas tiene dadas. Para más honrar este ángel de la Caridad, el regimiento le costeó las insignias de la Cruz…”
El rotativo madrileño “La Época”, daba a conocer a la opinión pública el acto ya narrado, en la forma siguiente (textual), bajo el título “…Ceremonia interesante.-Noticias-…”:
“…Melilla 6 (9 noche).-En el Colegio del Buen Consejo se ha celebrado hoy una interesante ceremonia, a la cual ha asistido brillante representación del Ejército, que ha querido así testimoniar el sentimiento de afecto que profesa a las religiosas del mismo, recientemente condecoradas con cruces del Mérito Militar, rojas, por sus grandes servicios durante la última campaña.
La imposición de la preciada condecoración militar a Sor Alegría, la heroica Hermana que se prestó a que fuera extirpado un gran trozo de su piel para salvar la vida de un soldado del regimiento de Saboya, revistió gran solemnidad, pronunciando entusiástico discurso el coronel del Cuerpo en elogio de la ilustre y heroica monja, la cual apenas podía balbucear las gracias, profundamente emocionada…”
Condecoraciones y homenajes recibidos
Sor Alegría, ya era conocida en Melilla por su fecunda estancia en la ciudad así como por haberse sometido de forma voluntaria y desinteresada, de forma altruista a una intervención quirúrgica con la finalidad, de salvar la vida de un soldado. Este último hecho, le valió el reconocimiento de todas las instituciones y personas, incluyendo al mismísimo Rey D. Alfonso XIII, que solicitó atender la petición de ingreso de la religiosa en la Orden de la Beneficencia.
Las condecoraciones que recibió fueron:
- La Gran Cruz de Beneficencia.
- Cruz del Mérito Militar con distintivo rojo.
- Medallas de la Cruz Roja de España, entre ellas la de Oro.
- Medalla de la Real Academia.
- Medalla de la Campaña del Rif.
- Medalla de Oro de la Ciudad de Melilla.
- Medalla de Plata de la Ciudad de Melilla (falta esta confirmar que fue por dicho acto).
- La Legión de Honor francesa.
- En Melilla, se le dedicó el nombre de una calle, la cual al llegar la proclamación de la IIª República, tocó el turno cambiar. Pero prevaleció el sentido común, ya que si inicialmente la mayor parte del Ayuntamiento, decidió cambiar el nombre de la vía al igual que había sucedido con la de Sor Josefina. Finalmente uno de los allí reunidos, posiblemente el cronista oficial D. Rafael Fernández de Castro, recordó a los allí presentes los méritos de Sor Alegría y el por qué la calle llevaba su nombre. Motivo por el cual finalmente, fue respetado conservar el nombre de la vía.
- En su pueblo natal, Aldea Dávila de Ribera, en Salamanca, se acordó colocar su retrato en el Salón de Sesiones del Ayuntamiento.
También en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Melilla estuvo presente un cuadro con la imagen De Sor Alegría. Que al igual que el de algunos generales fue retirado poco tiempo después de instaurase la II República española.
Si bien, su imagen continuó en el Colegio del Buen Consejo de Melilla, y pasados bastantes años. A comienzos del año 1992, en la biblioteca de la Asociación de Estudios Melillenses, formando parte de la galería de personajes ilustres de la Ciudad, se colocó una fotografía suya. Facilitada por la madre María Balbina, profesora del Colegio del Buen Consejo de Melilla.
Fuentes:
- “Diccionario Universal de Historia y Geografía, de D. Francisco de Paula Mellado, D. J. Pérez Camoto, D. F.F. Villabrille, D. V. Canseco y D. C. Iturralde”, Tomo I, Madrid 1846.
- “La Correspondencia de España”, Edición de la mañana, Madrid núm. 18.799, págs. 2 y 3, de fecha domingo 1 de agosto de 1909.
- “Siglo Futuro”, Diario católico, Madrid núm. 610, pág. 1, de fecha lunes 9 de agosto de 1909.
- “La Correspondencia de España”, edición de la mañana. “Informaciones de Madrid”, Madrid, núm.
19.107, pág. 4 de fecha domingo 5 de junio de 1910.
Nota: También publicada en “El Imparcial” de Madrid núm.15.533, pág. 1, de fecha domingo 5 de junio de 1910. En esta noticia, aparecía con el mismo texto que en “La Correspondencia de España”, pero no citaba el nombre del resto de religiosas, simplemente decía que eran 15 las condecoradas.
- Fuente: “La Correspondencia de España”, edición de la mañana. “Informaciones de Madrid”, Madrid núm. 19.116, pág. 4, de fecha martes 14 de junio de 1910.
- Fuente: “La Correspondencia de España”, edición de la mañana, Madrid, núm. 19.099, pág. 1, de fecha sábado 28 de mayo de 1910.
- “El Salmantino”, periódico semanal, Salamanca, págs.2 y 3, de fecha 7 de junio de 1910.
- “La ´Época”, Ultimos telegramas y noticias de la tarde, Madrid, núm. 21.418, pág. 2, de fecha jueves 9 de junio de 1910.
- “Regimiento de Infantería de Saboya núm. 6”, Buscador de imágenes de Google, en Internet.
- CARMONA, Francisco.”Melilla de Ayer. Un antiguo hospital de madera y una monja ejemplar: Sor Alegría”, en dominical” La Voz”, suplemento del diario ”Melilla Hoy”,15 de agosto de 1993.
- Agradecemos a Don Mariano Carralero Tovar, Encargado del Cementerio de la Purísima Concepción de Melilla, las facilidades prestadas para realizar este artículo.
Una religiosa, hermana de la congregación de Franciscanas del Buen Consejo de Melilla, natural de un pueblecito de la provincia de Salamanca, Aldea Dávila de la Ribera que según definición del Diccionario Universal de Historia y Geografía Universal de 1846, se decía de él, que era una villa de España, en la provincia y diócesis de Salamanca, partido judicial de Lumbrales que contaba con 408 vecinos y un total de 1632 habitantes. Situado junto al río Duero, sobre el que tenía una barca. Sobre dicha población salmantina, no se apuntaba nada más.
Nació el 8 de abril de 1880 en la localidad salmantina de Aldea Dávila de la Ribera.
Una población también denominada Aldeadeávila. Trabajadora, sacrificada, carácter alegre, abierto, eran y son algunos de los calificativos que merece Sor Alegría por su forma de proceder y ser y, aún faltarían más.
Sus padres fueron D. Pedro Garrido, labrador y Victoriana Caballero. Tomando la niña el nombre de Juliana Garrido Caballero.
Contando unos veintidós años de edad, debió de profesar como monja, siendo entonces cuando adoptó el nombre de Sor Alegría.
La Congregación de Hermanas Franciscanas del Buen Consejo se estableció en Melilla en el año 1904 de la mano de Sor Josefina, quien estuvo acompañada entonces por dos hermanas. Llegando Sor María alegría de Jesús al año siguiente, 1905.
Esta nueva comunidad, creó en marzo de 1906, en un local provisional en la vieja Melilla, el Colegio de las Madres del Buen Consejo, que fue la primera congregación religiosa femenina, establecida en Melilla.
Durante la Campaña de 1909, estas monjas, colaboraron como enfermeras en varios hospitales de la ciudad y, además acudían allí donde eran requeridos sus servicios. Entre los mencionados hospitales, se encontraba el de nueva creación llamado Hospital del Buen Acuerdo, comenzado a construir en el segundo semestre de 1909 en madera y con la mayor urgencia, dado que las infraestructuras sanitarias al estallido de la Campaña de 1909, habían quedado insuficientes. En dicho hospital, fue donde el 14 de abril de 1910 tuvo lugar la donación de piel mediante intervención quirúrgica, de Sor María de la Alegría de Jesús, al soldado del Regimiento de Infantería de Saboya núm. 6, D. Gabriel Fernández Rodríguez, herido durante la Campaña de 1909.
Sor Alegría de Jesús, en 1908 fundó la Iglesia y el Colegio del Buen Consejo de Melilla. Fue Directora del Colegio de Nuestra Señora del Buen Consejo de Melilla, y Consiliaria General de las RR.HH (Reverendas Hermanas Terciarias Franciscanas de los Sagrados Corazones de Jesús y María).
Recordemos que en el año 1924, el Obispo de Málaga unió a las Franciscanas del Buen Consejo con las Hermanas Terciarias Franciscanas de los Sagrados Corazones en una sola congregación con el nombre de las últimas.
E igualmente podemos reseñar que también asumió la presidencia de la Hermandad Congregación de la Divina Pastora, una entidad fundada en el año 1914.
Falleció Sor Alegría en Melilla a los 80 años, el viernes 29 de julio de 1960, dejando tras de sí, 58 años de vida religiosa. Su sepelio, fue presidido por el Comandante General de Melilla, D. Ramón Gotarredona Prats y el Alcalde D. Luís Carvajal Arrieta, siendo su cuerpo enterrado en el Cementerio Municipal de la Purísima Concepción de Melilla, ante el lateral derecho de la Capilla Principal. Parcela 4, fila 11 y número 7. Y en sus tumba, sin nombres únicamente figura la inscripción “Terciarias Franciscanas”
Sor Alegría, un hecho altruista y sacrificado
Según aparecía publicado en el “Telegrama del Rif” del 14 de abril de 1910, esta abnegada, sacrificada y valiente monja, se prestó de forma voluntaria y altruista, a que le extirparan tres trozos de piel de su brazo, para practicarle un injerto a un soldado del Regimiento de Infantería de Saboya núm. 6, que era D. Gabriel Fernández González, el cual, había resultado gravemente herido en los combates que había participado el mencionado regimiento. Dicha noticia, decía así (textual):
“…Es un ángel de Caridad que ha prestado al bisturí su carne de heroína, reclamada por la salud de un soldado. Su nombre merece las bendiciones de todos; ahogando el dolor por el imperio de su espíritu bien templado dejó que la cuchilla del cirujano rayase su piel de virgen puestos los ojos en el bien del prójimo y el corazón en lo alto. Sor Alegría ha trabajado sin descanso en los hospitales durante la Campaña con sus hermanas las religiosas del Buen Consejo y ha terminado por poner a su obra hermosa un digno remate, con el cruento sacrificio. ¡Sor Alegría, mujer de carácter abierto todo alegría como el nombre que lleva, su figura no se apartará fácilmente de los que han tenido sus cuidados, su celo exquisito y su inagotable caridad a la cabecera del lecho del dolor…”
Sobre dicha gesta protagonizada por esta religiosa, en un texto atribuido al Sr. Mir Berlanga, se dice (textual):
“…SOR ALEGRÍA.- Abnegada religiosa, que el día 14 de abril de 1910, en el antiguo Hospital del Buen Acuerdo, se sometió voluntariamente a una dolorosa intervención quirúrgica, para ceder, parte de su carne y de su piel a Gabriel Fernández Rodríguez, un pobre soldado del Regimiento de Saboya.
El pueblo natal de la heroína, Aldeavila de la Ribera, acordó colocar su retrato en el Salón de Sesiones. El Ejército le concedió la Cruz del Mérito Militar, y el Estado la de Beneficencia. Melilla le dedicó una calle. Se le concedió la Medalla de Oro de la Ciudad de Melilla…”
Mientras que en la página 60 del libro escrito por el señor Moya Casals, titulado “Melilla Piadosa y Tradicional”, edición de 1954, se recordaba este hecho de la forma siguiente (textual), a la vez que mencionaba los reconocimientos a Sor Alegría y se reclamaba el rotular de nuevo una calle de Melilla con el nombre de la Madre Fundadora Sor Josefina.
“…,rebasando los límites y el esfuerzo humano, se llegó al sacrificio por salvar la vida de un heroico defensor de la Patria y el nombre de Sor Alegría surgió de la sala del dolor a la admiración y reconocimiento del Rey Alfonso XIII, que premió a la humilde religiosa con la Gran Cruz de Beneficencia, Medalla de la Campaña del Rif, la de oro de la Cruz Roja Española y la Cruz de primera clase de la Orden del Mérito Militar con distintivo rojo, cuyas insignias le fueron regaladas a la Madre Alegría, por la oficialidad del regimiento de infantería de Saboya núm. 6; mereciendo más tarde, al igual que la Madre Fundadora Sor Josefina, que la Ciudad grabara sus nombres rotulando dos calles de Melilla, y que si es de lamentar que el de Sor Josefina fuera sustituido, es de esperar asimismo que por el Excmo. Ayuntamiento de Melilla, se repare este acto de injusticia y olvido cometido durante el tiempo que los hombres regían los destinos de España, se proclamaban defensores de la “libertad” y la “democracia”, y por tanto, de respeto al sentimiento altamente cristiano del pueblo español…”
Podemos añadir que Sor Alegría también estaba en posesión de La Legión de Honor francesa.
Religiosas condecoradas
“…Propuesta de recompensas. Entre las últimas propuestas de recompensas con motivo de la Campaña del Rif, ha venido al Ministerio de La Guerra una relación de Hermanas del Buen Consejo, que en Melilla han atendido solícitamente y han alentado con su ejemplo a los heridos de la guerra.
Todos los que en Melilla han estado, y especialmente los que, por haber rendido a la Patria su tributo de sangre, han pasado por los hospitales elogian calurosamente a estas abnegadas mujeres, en muchos casos, con riesgo de su vida, han llegado hasta el campo de batalla para atender a los heridos y socorrer a los enfermos.
El Ejército ha querido coronar su obra otorgándolas las recompensas que a los héroes son concedidas, y por ello se ha elevado a la superioridad esta propuesta de cruces roja al Mérito Militar de primera clase , que ya ha sido aprobado por el ministro de la Guerra.
Además de estas recompensas, se hace especial mención en la propuesta de la hermana Sor María Alegría de Jesús, que, como nuestros lectores saben, fue la que se presentó espontáneamente a que se le cortara un trozo de piel, único medio de que pudiera practicarse una difícil operación al soldado Gabriel Fernández, del Regimiento de Saboya, y de la cual dependía la salvación del infeliz herido.
La recompensa que se solicita para esta hermana, aparte de la cruz roja al Mérito Militar de primera clase, es la de su ingreso en la Orden Civil de Beneficencia.
En la Real Orden aprobatoria de la propuesta, se significa el deseo de S.M. de que se dé traslado al ministro de la Gobernación, para que se ha incoado el oportuno expediente.
El rasgo hermoso de Sor María Alegría de Jesús, que ya obtuvo el aplauso unánime del pueblo español, bien merece esta distinción por parte de los Poderes Públicos, como merecen todas las recompensas concedidas a las virtuosas hermanas del Buen Consejo…”
“…Mundo Eclesiástico. A la hermana María Alegría de Jesús, que en Melilla se prestó espontáneamente a que se le cortara un trozo de piel para la difícil operación del soldado Gabriel Fernández, ha sido propuesta para su ingreso en la Orden civil de la Beneficencia…”
“…El Diario Oficial del Ministerio de la Guerra publica las recompensas otorgadas a las hermanas religiosas del Buen Consejo, por su distinguido comportamiento y extraordinarios servicios prestados en los hospitales militares de Melilla durante la Campaña.
Cruces del Mérito Militar con distintivo rojo, libre de gastos a las siguientes:
- Sor María Aurelia de Jesús.
- Sor María Francisca de Jesús.
- Sor María Antonia de Jesús.
- Sor María Luisa de Jesús.
- Sor María Esperanza de Jesús.
- Sor María Petra de Jesús.
- Sor María …… de Jesús (el nombre está muy borroso).
- Sor María Trinidad de Jesús.
- Sor María de la Anunciación de Jesús.
- Sor María Agustina de Jesús.
- Sor María ¿Vicenta?, de Jesús (el nombre está muy borroso).
- Sor María Socorro de Jesús.
- Sor María Marta de Jesús.
- Sor María Salud.
- Sor María Inés de Jesús.
También publica otra orden que dice así:
-El Rey (q.D.g) ha tenido a bien conceder a la hermana religiosa del Buen Consejo , Sor María Alegría de Jesús, la cruz de primera clase del Mérito Militar, con distintivo rojo, libre de gastos, por su distinguido comportamiento y extraordinarios servicios prestados en los hospitales militares de Melilla durante la campaña. Es al propio tiempo la voluntad de S.M., se signifique a la expresada hermana al Ministerio de la Gobernación por si en consideración al sublime acto de abnegación y caridad cristiana que ha realizado prestándose voluntariamente a que le fuera arrancado un trozo de su piel para hacer un injerto epidérmico necesario a la curación del soldado del Regimiento de Saboya núm. 6 Gabriel Fernández y Rodríguez, se conceptuara procedente disponer se incoe el oportuno expediente para su ingreso en la Orden civil de la Beneficencia…”
Ante la voluntad real de conceder a Sor Alegría, la gran Cruz de la Orden de Beneficencia, se empezó a instruir el correspondiente expediente, cosa que se inició en el Regimiento de Infantería de Saboya núm. 6, quedando la noticia recogida en “La Correspondencia de España” del 18 de julio de 1910, de la forma que a continuación se cita (textual):
“…En el regimiento de Saboya se han empezado a instruir las diligencias, que han de servir de base para la concesión de la Cruz de Beneficencia a Sor María Alegría de Jesús la heroica monja que prestó trozos de su piel para salvar a un soldado de aquel Regimiento…”
Bajo el título “…Religiosa condecorada…”, la prensa salmantina daba a conocer de la siguiente forma, la concesión de la Cruz al Mérito Militar a Sor María de la Alegría de Jesús (textual):
“…Se ha concedido a la religiosa Sor María de la Alegría, la Cruz de primera clase roja del Mérito, libre de gastos por su comportamiento extraordinario en los servicios que prestó en los hospitales de Melilla.
Gestiónase del Gobierno se le conceda la Cruz de la Beneficencia por el acto de abnegación de ofrecer su piel que le fue arrancada para hacer un injerto epidérmico al soldado de Saboya Gabriel Fernández Rodríguez.
Acto de imposición de la Cruz al Mérito Militar a Sor Alegría
La prensa de Salamanca, concretamente el periódico “El Salmantino”, narraba a la opinión pública de la forma que a continuación sigue (textual), el acto de imposición de la Cruz del Mérito Militar a Sor Alegría, bajo los títulos “…Imposición de una cruz.-Una hermana heroica…”
“…Ayer se celebró con gran solemnidad (diario del 7 de junio, por lo tanto, la ceremonia tuvo lugar el día 6 del citado mes), la ceremonia de imponer las insignias de la Cruz Roja del Mérito Militar, a una hermana del Buen Consejo. Objeto de esta distinción tan honrosa, fue la Hermana Alegría, cuyo heroísmo alabaron no hace mucho tiempo todos los periódicos.
La ceremonia.-Discurso del general Arraiz.
Al acto de imposición de las insignias asistió toda la oficialidad del regimiento de Saboya y las hermanas del colegio donde se verificó la ceremonia. El coronel señor Arraiz, visiblemente conmovido, pronunció un breve discurso, ensalzando la noble y cristiana entereza con que la buena hermana sufrió la operación de dejarse cortar la piel, para salvar la vida a un soldado del regimiento. Y, en nombre de este, le dio las más expresivas gracias. La hermana recibió tan honrosa distinción con la humildad de que tantas pruebas tiene dadas. Para más honrar este ángel de la Caridad, el regimiento le costeó las insignias de la Cruz…”
El rotativo madrileño “La Época”, daba a conocer a la opinión pública el acto ya narrado, en la forma siguiente (textual), bajo el título “…Ceremonia interesante.-Noticias-…”:
“…Melilla 6 (9 noche).-En el Colegio del Buen Consejo se ha celebrado hoy una interesante ceremonia, a la cual ha asistido brillante representación del Ejército, que ha querido así testimoniar el sentimiento de afecto que profesa a las religiosas del mismo, recientemente condecoradas con cruces del Mérito Militar, rojas, por sus grandes servicios durante la última campaña.
La imposición de la preciada condecoración militar a Sor Alegría, la heroica Hermana que se prestó a que fuera extirpado un gran trozo de su piel para salvar la vida de un soldado del regimiento de Saboya, revistió gran solemnidad, pronunciando entusiástico discurso el coronel del Cuerpo en elogio de la ilustre y heroica monja, la cual apenas podía balbucear las gracias, profundamente emocionada…”
Condecoraciones y homenajes recibidos
Sor Alegría, ya era conocida en Melilla por su fecunda estancia en la ciudad así como por haberse sometido de forma voluntaria y desinteresada, de forma altruista a una intervención quirúrgica con la finalidad, de salvar la vida de un soldado. Este último hecho, le valió el reconocimiento de todas las instituciones y personas, incluyendo al mismísimo Rey D. Alfonso XIII, que solicitó atender la petición de ingreso de la religiosa en la Orden de la Beneficencia.
Las condecoraciones que recibió fueron:
- La Gran Cruz de Beneficencia.
- Cruz del Mérito Militar con distintivo rojo.
- Medallas de la Cruz Roja de España, entre ellas la de Oro.
- Medalla de la Real Academia.
- Medalla de la Campaña del Rif.
- Medalla de Oro de la Ciudad de Melilla.
- Medalla de Plata de la Ciudad de Melilla (falta esta confirmar que fue por dicho acto).
- La Legión de Honor francesa.
- En Melilla, se le dedicó el nombre de una calle, la cual al llegar la proclamación de la IIª República, tocó el turno cambiar. Pero prevaleció el sentido común, ya que si inicialmente la mayor parte del Ayuntamiento, decidió cambiar el nombre de la vía al igual que había sucedido con la de Sor Josefina. Finalmente uno de los allí reunidos, posiblemente el cronista oficial D. Rafael Fernández de Castro, recordó a los allí presentes los méritos de Sor Alegría y el por qué la calle llevaba su nombre. Motivo por el cual finalmente, fue respetado conservar el nombre de la vía.
- En su pueblo natal, Aldea Dávila de Ribera, en Salamanca, se acordó colocar su retrato en el Salón de Sesiones del Ayuntamiento.
También en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Melilla estuvo presente un cuadro con la imagen De Sor Alegría. Que al igual que el de algunos generales fue retirado poco tiempo después de instaurase la II República española.
Si bien, su imagen continuó en el Colegio del Buen Consejo de Melilla, y pasados bastantes años. A comienzos del año 1992, en la biblioteca de la Asociación de Estudios Melillenses, formando parte de la galería de personajes ilustres de la Ciudad, se colocó una fotografía suya. Facilitada por la madre María Balbina, profesora del Colegio del Buen Consejo de Melilla.
Fuentes:
- “Diccionario Universal de Historia y Geografía, de D. Francisco de Paula Mellado, D. J. Pérez Camoto, D. F.F. Villabrille, D. V. Canseco y D. C. Iturralde”, Tomo I, Madrid 1846.
- “La Correspondencia de España”, Edición de la mañana, Madrid núm. 18.799, págs. 2 y 3, de fecha domingo 1 de agosto de 1909.
- “Siglo Futuro”, Diario católico, Madrid núm. 610, pág. 1, de fecha lunes 9 de agosto de 1909.
- “La Correspondencia de España”, edición de la mañana. “Informaciones de Madrid”, Madrid, núm.
19.107, pág. 4 de fecha domingo 5 de junio de 1910.
Nota: También publicada en “El Imparcial” de Madrid núm.15.533, pág. 1, de fecha domingo 5 de junio de 1910. En esta noticia, aparecía con el mismo texto que en “La Correspondencia de España”, pero no citaba el nombre del resto de religiosas, simplemente decía que eran 15 las condecoradas.
- Fuente: “La Correspondencia de España”, edición de la mañana. “Informaciones de Madrid”, Madrid núm. 19.116, pág. 4, de fecha martes 14 de junio de 1910.
- Fuente: “La Correspondencia de España”, edición de la mañana, Madrid, núm. 19.099, pág. 1, de fecha sábado 28 de mayo de 1910.
- “El Salmantino”, periódico semanal, Salamanca, págs.2 y 3, de fecha 7 de junio de 1910.
- “La ´Época”, Ultimos telegramas y noticias de la tarde, Madrid, núm. 21.418, pág. 2, de fecha jueves 9 de junio de 1910.
- “Regimiento de Infantería de Saboya núm. 6”, Buscador de imágenes de Google, en Internet.
- CARMONA, Francisco.”Melilla de Ayer. Un antiguo hospital de madera y una monja ejemplar: Sor Alegría”, en dominical” La Voz”, suplemento del diario ”Melilla Hoy”,15 de agosto de 1993.
- Agradecemos a Don Mariano Carralero Tovar, Encargado del Cementerio de la Purísima Concepción de Melilla, las facilidades prestadas para realizar este artículo.
Este artículo fue publicado el 29 de junio de 2009 en el diario "El Telegrama de Melilla".
Por Hans Nicolás y Hungerbühler
Por Hans Nicolás y Hungerbühler
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