ÉRASE UNA VEZ MELILLA

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GRUPO DE ESCUELAS MIXTAS

EN EL BARRANCO DEL LOBO

jueves, 18 de junio de 2009

DOCTOR GÓMEZ ULLA ( 1 )





Melilla, Sanidad Militar en 1909


Médico, D. Mariano Gómez Ulla

“…A usted lo conozco yo; usted sale en los periódicos al lado del militarote, el médico ése…”,”…Sería mejor que se callase. Porque ese militarote acaba de salvarle la vida, a costa de jugarse la suya. Porque tenía una espoleta que podía explosionar en la pierna y está aquí de milagro…”

Compostelano de nacimiento y conocido como “Don Mariano”, este médico militar que compaginó vida civil y milicia, hizo de ambas vocaciones su credo, atendiendo a personas de la alta sociedad como al pobre soldado herido en campaña, pasando por colaborar con las casas de socorro madrileñas, compaginó entre 1909 y 1944, siempre que sus actividades se lo permitieron, los cargos de inspector provincial de Sanidad, en Madrid y Palencia y el de Médico de la Beneficencia Municipal de Madrid. Entregado a una y a otra, en el ejercicio de ambas, recorrió Europa y en 1929, Estados Unidos, lugar donde al verle trabajar, quedaron impresionados, eco de ello fue las sentidas necrológicas que se publicaron en recuerdo suyo en los Estados Unidos.

Le empezamos a encontrar como médico primero (teniente) en la campaña de 1909 en Melilla, lugar de donde nunca acabará de marcharse dado que compagina su profesión con el trabajo en la península pero cada vez que estalla el conflicto, vuelve siempre al frente de combate ya sea para colaborar, ya sea para inspeccionar los servicios sanitarios. Vivió 4 guerras, la de Marruecos, la primera mundial entre los años 1914 al 18, donde atendió por deseo expreso de S.M. El Rey D. Alfonso XIII, heridos tanto franceses como alemanes, la guerra civil española de 1936-39, la cual vivió preso en una checa de Madrid hasta que pudo ser canjeado por otro médico republicano en el lado nacional. Le salvó de las sacas, la escasez de médicos en el Madrid en guerra, cosa que no pasó inadvertida al lado republicano. Sirvió como médico en el Hotel Ritz de Madrid, habilitado como hospital de campaña. Intentó fugarse al lado nacional, siendo interceptado. En una de sus escapadas, le delató una bandera que llevaba en el bolsillo y sus captores, le obligaron a comérsela. Finalmente fue canjeado por el médico donostiarra D. José Bago. Al llegar al lado nacional, el teniente coronel médico Gómez Ulla, se puso rápidamente al servicio del general Franco siendo encuadrado de nuevo en los Servicios de Sanidad Militar. Y en la cuarta guerra, forma parte de la Inspección Médica de Sanidad Militar, reconfigurando los servicios en la División Azul, llegando hasta Koenisberg

Dotó de medios operativos a la Sanidad Militar para reducir la morbo-mortalidad de los combatientes con los “Hospitales móviles Gómez Ulla”. La rehabilitación de los heridos de guerra, le interesó también años más tarde más tarde para reducir el sufrimiento de los pacientes, tanto civiles como militares. Creando entre otras ya existentes, la escuela de la anestesia raquídea, dirigida por el mismo doctor Gómez Ulla en el Hospital Militar de Carabanchel, centro que con los años, llevará su nombre, en reconocimiento pedido por sus propios compañeros de profesión, persistiendo el mismo hasta nuestros días. Sobre la anestesia, llevó a cabo numerosas investigaciones con la finalidad de obtener mezclas estériles de anestésicos y sustancias estabilizadoras a las que llamó “ampollas raqui”, las cuales, estaban constituidas por cloruro sódico hieprtónico, estovaína, acído láctico y estricnina. El uso de la anestesia raquídea ira a lo largo de los años veinte del pasado siglo, interesando cada vez más a los cirujanos españoles, pasando a ser tema central de conferencias y debates médicos y de numerosas tesis de la época. Será el antecedente de “la epidural”.

Campaña de 1909

Cuando se inició la Campaña de 1909, en la guarnición de Melilla y referente al Cuerpo de Sanidad Militar, estaban destacados en aquellos momentos, una sección de Sanidad Militar, la cual contaba con 37 sanitarios. Dicho Cuerpo y por los acontecimientos, se tuvo que ver reforzado. Entre los médicos militares que llegarían con destino a la citada plaza, se encontraba un jovencísimo médico primero, D. Mariano Gómez Ulla, el cual contaba con 30 años, a punto de cumplir los 31. Este médico, llegó a ser el más admirado cirujano militar español de su tiempo y con proyección internacional.

Por Real Orden de Guerra, del día 31 de julio de 1909, su compañía al frente de la cual se encontraba y contaba con dos secciones, una al mando del médico segundo D. Mariano Navarro y Moya y la otra, al mando del también médico segundo D. José Palanca y Martínez-Fortún, partió hacia Melilla. Iba destinado a la Ambuláncia de Montaña de la primera división, en comisión junto a los médicos segundos que se hallaban al frente de su compañía ya citada.

D. Mariano Gómez Ulla

Nació en Santiago de Compostela (Galicia), el 6 de noviembre de 1878, siendo hijo del médico-cirujano, D. Ramón Gómez Fernández y de Doña Dolores Ulla Fociños, los cuales vivían en la Calzada de San Pedro núm. 12. Su tío, D. Mariano Ulla y Fociños, fue nombrado Juez de Término por la provincia de Lugo por Real Orden de Gracia y Justicia, sobre el 19 de septiembre de 1893, El cual tendría varios destinos a lo largo de su carrera, por la geografía española.

1892-93 – 1898-99, en la facultad de medicina

Mariano Gómez Ulla, inició sus estudios de medicina en la facultad de Santiago de Compostela, con apenas 14 años, en el curso de 1892-93, acabándola con la calificación de sobresaliente como licenciado en medicina, en el curso de 1898-99. Más tarde, se doctoró en Medicina, presentado la tesis doctoral titulada “La desinfección en el Ejército”, por la facultad de Medicina (Universidad Central), de Madrid, que era la única en España, que concedía el doctorado. Obtuvo una vez más, la calificación de sobresaliente.


1899 - 1900, en la Academia de Sanidad Militar

En 1899, ingresó por oposición, haciéndolo con el número 1, en la Academia de Sanidad Militar de la que salió en junio del año 1900 con el empleo de médico 2º, siendo destinado a la tercera sección de la tercera compañía de la brigada sanitaria.
Junto con él, salían con el empleo de médicos segundos:

- D. Rafael Fernández Fernández, destinado a la Academia de Infantería.
- D. Jesús Bartolomé, destinado a la tercera compañía de la brigada sanitaria.
- D. Luís Rubio, destinado al segundo batallón del Regimiento de Infantería de Canarias núm. 2.
- D. Ignacio Sanz Felipe, destinado al fuerte de Isabel II, de guarnición en Mahón. (Baleares).
- D. Manuel Meléndez, destinado al batallón de Artillería de la plaza de Canarias.
- D. Alberto Valdés, destinado al batallón de Cazadores de Canarias.
- D. Manuel Iglesias, destinado al Regimiento de Baleares núm. 2.
- D. Bonifacio Collado, destinado al Hospital de las Islas Chafarinas.
- D. Aurelio Díaz, destinado al Hospital de El Peñón.
- D. Alfredo Piquer, destinado al Regimiento de Canarias núm. 1.
- D. Manuel Ocaña, destinado al segundo batallón del Regimiento de Melilla núm. 2.

1904 – 1905, Médico segundo, ascenso a médico primero

En febrero de 1904, fue destinado como médico segundo, al batallón del Regimiento de Melilla núm. 1. En julio de 1905, se le concedía licencia para contraer matrimonio, al médico primero D. Mariano Gómez Ulla, pudiendo entre ambas noticias publicadas en el diario madrileño “Siglo Futuro”, ubicar entre febrero de 1904 y julio de 1905, su ascenso efectivo de médico segundo a primero ya que en “La Correspondencia Militar” del 13 de octubre de 1903, se había publicado su calificación de “apto” para el ascenso de médico segundo a primero. Junto a él, obtenían dicha calificación, los médicos segundos:

- D. Víctor Herrero y Díez de Uizurrun.
- D. Federico González Deleito.
- D. Vicente Ferrer Ciurana.
- D. Juan Barcia Eleizegui.
- D. Benjamín Tamayo Santos.
- D. Pedro Bouthelier Saldaña.
- D. Emilio Alonso García-Sierra.
- D. Juan Sánchez Pallasar.
- D. Justo Carmona Ruíz.
- D. Carlos Villaplana Gonzálvez.
- D. Aurelio Solís Jacinto.
- D. Alfonso Moreno López.
- D. José Bua Carón.
- D. Francisco Manuel Conde de Albornoz.
- D. Francisco López Eligaray.
- D. Paulino Paredes Pereda.
- D. Mariano Gómez Ulla.
- D. Rafael Fernández Fernández.
- D. Jesús de Bartolomé Relimpio.
- D. Luís Rubio Janini.
- D. Ignacio Sanz Felipe.
- Manuel Meléndez Castañeda.
- D. Alberto Valdés Estrada.
- D. Bonifacio Collado Jarais.
- D. Aurelio Díaz y Fernández-Fontecha.
- D. Manuel Ocaña López.

El 21 de marzo de 1905, se publicaban en “La Correspondencia Militar”, los destinos de varios médicos militares, entre los que se encontraba D. Mariano Gómez Ulla, el cual, era destinado Eventualidades del Servicio a la sexta región. Dichos médicos y destinos eran:

Subinspectores médicos de primera clase

- D. Jaime Bachs y Cortadellas, destinado como director al Hospital Militar de Vitoria.

Subinspectores médicos de segunda clase

- D. Estanislao Moreno de la Sesta y Navarro, destinado al Parque Central de Sanidad Militar.
- D. Miguel Cirera y Monrós, destinado al Hospital Militar de Lérida.
- D. Fausto Domínguez Cortellés, destinado al Hospital Militar de Alicante.
- D. Eugenio Fernández Garrido, destinado a la Asistencia de personal de Plana Mayor de la sexta región y subinspección, y director del Parque sanitario regional.
- D. José Valledor y Martín, destinado al Hospital Militar de Gerona.
- D. José Castañé Otero, destinado a la Inspección de Sanidad Militar del sexto Cuerpo de Ejército.

Médicos mayores

- D. Antonio Almansa y Chacón, destinado al Hospital Militar de Burgos.
- D. Gustavo Mayo y Vela, destinado al Hospital Militar de Madrid-Carabanchel.
- D. Pablo Barronechea y Alcaín, destinado al Hospital Militar de La Coruña.
- D. Isidro García Julián, destinado en situación de excedente en la quinta región.
- D. Francisco Fernández Victorio y Cociña, destinado en situación de excedente en la cuarta región.

Médicos primeros.

- D. Enrique Pedraza y Vivanco, destinado al Regimiento de Infantería de Tenerife.
- D. Francisco Muñoz y Bueno, destinado a la Comandancia de Artillería de Barcelona.
- D. Melchor Camón y Navarra, destinado al Regimiento de Pontoneros.
- D. Antonio Solá y Huerta, destinado al Regimiento de Orotava.
- D. Jesús de Benito y Azorín, destinado al Regimiento del Infante núm. 6
- D. Paulino Paredes y Pereda, destinado al batallón de Cazadores de Barcelona.
- D. Mariano Gómez Ulla, destinado a Eventualidades del Servicio en la sexta región.
- D. Rafael Fernández Fernández, reemplazo por enfermo en La Coruña.
- D. Jesús de Bartolomé y Relimpio, destinado al primer batallón del Regimiento de Infantería del Rey, núm. 1.

Médicos segundos

- D. Pascual Morales Sicluna, destinado a la ambulancia montada.
- D. José Orendes y Martínez, destinado al tercer batllón del Regimiento de Infantería de Ceuta.

1909. Destinado a Melilla, acciones de Tauima y Nador

“Siglo futuro”, publicaba una nota en “Informaciones políticas”, el 30 de junio de 1909, informando sobre los médicos, que habían aprobado las oposiciones a Inspectores provinciales de Sanidad. Entre ellos, figuraba el nombre del doctor D. Mariano Gómez Ulla.

En agosto de 1909, se daba la noticia que el médico primero D. Mariano Gómez Ulla, que éste, junto a los médicos segundos D. Mariano Navarro Moya y, D. José Palanca Martínez-Fortún, pasaban destinados a completar la ambulancia de montaña de Sanidad, la cual, iba ya muy adelantada. Este refuerzo, iba destinado a la división reforzada. Ese domingo 1 de agosto, se daba la noticia en “La Correspondencia de España”, que dichos médicos, marchaban destinados a Melilla, a la 1ª División.

Sobre dicha partida hacia tierras de Melilla, hay un interesante artículo, recogido en “La Correspondencia de España” de la fecha anteriormente citada, en el cual, bajo el título “Para la Campaña”, figura el material médico que se enviaba a Melilla para reforzar el ya existente, el cual, constaba de (textual):

“…Para la Campaña”. Los ilustres médicos militares Sres. Casares y Morales (D. Ángel), han sido designados para organizar rápidamente en Melilla todos los servicios que se estimen necesarios a fin de asegurar la debida higiene en las tropas que allí se encuentran.

Entre estos servicios figuran el de montar los aparatos necesarios para convertir en potable el agua del mar. Por lo pronto, parece ser que mientras llegan los aparatos pedidos al extranjero con este objeto, se utilizarán los de los barcos de la Compañía Transatlántica.

Además, el Parque de Sanidad, cumpliendo órdenes de a superioridad, trabaja activamente para la remisión inmediata de un tren sanitario de desinfección y análisis microbiológico y de alimentos y bebidas, a cuyo frente van los antes citados doctores médico mayor Sr. Casares y primero señor Morales.

Al propio tiempo se remitirán tres carruajes de ambulancia, que con los cinco que existen en la plaza, se juzgan suficientes para el servicio, pero si se necesitaran más, el parque podría suministrarlos inmediatamente, toda vez que tiene más de 50 construidos en sus almacenes.

Esto, unido al material de curación y de salas de operaciones, así como la evacuación que se ha remitido y que constantemente, se remite por el Parque, hace que los servicios sanitarios de nuestro ejército , tanto por el personal como por el material, estén a la altura de los más adelantados de Europa…

…,Para atender a las necesidades sanitarias de las tropas expedicionarias al Norte de África y prever, en lo posible , las contingencias en el orden higiénico que puedan surgir en las mismas, se ha dispuesto lo siguiente:

- 1º Se elevan a la categoría de parques de Sanidad de campaña, los depósitos que existen actualmente en las plazas de Melilla y Ceuta, completando su dotación actual para que cada uno tenga en almacenes, como mínimum, 10.000 paquetes de cura individual, 250 camillas de campaña, 50 artolas, 50 sillas suecas, 50 bolsas de socorro, 25 mochilas de curación, 12 botiquines de batallón y 12 repuestos de ídem.

- 2º En la plaza de Melilla se aumentarán a 8 los carruajes “Lohner” para el transporte de heridos o enfermos.

- 3º La ambulancia de montaña de la primera división, llevará uno de los furgones tienda-hospital afectos a la actual ambulancia divisionaria.

- 4º Mientras se dota a las fuerzas de aparatos de esterilización por el calor u ozonización de las aguas, se asigna a cada batallón o destacamento aislado en el territorio donde se opera, un filtro de campaña, debiéndose remitir, además para su ensayo, a las referidas fuerzas, 100 filtros individuales de los modelos que designe la sección de Sanidad Militar.

- 5º Se remitirá a Melilla un horno portátil de incineración de los efectos que deben destruirse, por ser procedentes de soldados atacados o muertos por enfermedad contagiosa. Asimismo se dispondrá el envío de una estufa locomóvil de desinfección, modelo ligero, que no exija para su arrastre más de dos caballerías.

El parque de Sanidad Militar remitirá desde luego, los efectos que se expresan, de los cuales haya existencia en almacenes, y procederá a la inmediata construcción o adquisición de los restantes, todo ello con cargo al crédito extraordinario de la campaña.

También se ha dispuesto que con urgencia sean expedidas las siguientes remesas de material de los hospitales:

- Del Hospital Militar de Badajoz al de Melilla, 100 camas completas.
- Del Hospital Militar de Zaragoza al de Melilla, 100 camas completas.
- Del Hospital Militar de Burgos al de Melilla, 100 camas completas.
- Del Hospital Militar de Vitoria al de Melilla, 100 camas completas…”

El 25 de septiembre de 1909, durante los combates y ocupación de Tauima y Nador, el Doctor Gómez Ulla tomó parte en los mismos desde su puesto en el Cuerpo de Sanidad Militar. Por los méritos observados y su comportamiento, junto con los médicos primeros D. Diego Bru Gomis, D. Antonio Sánchez Reyes, D. Alberto Fumagallo Medina y el médico segundo D. Manuel Bastos Ansoral, recibieron la Cruz Roja al Mérito Militar sencilla.
Breve reseña de la caída del monte Tauima y ocupación de Nador, el 25 de septiembre de 1909

Las operaciones en la zona de Beni Sicar, fueron un éxito. El general D. José Marina Vega, tenía ahora tiempo, para ocuparse de las concentraciones rifeñas existentes en las zonas de Zeluán y de Beni-Bu-Ifrur. Reunió rápidamente y sin perder el tiempo un ejército para proseguir el avance que ya sería definitivo.

El 24 de septiembre de 1909, desplazó desde el Zoco del Arbaa al Pozo de Aograz (sudoeste de Mar Chica), a la Brigada del general D. Francisco Aguilera Egea, donde existían algunos pozos de agua. No encontró apenas hostilización por parte de la fuerza rifeña. Días antes, el 20 de septiembre, había sido desplazada a ese mismo punto, Pozo de Aograz, a la Brigada del general Orozco, donde levantó un campamento fortificado.

Reunida toda la fuerza, bajo el mando del general Orozco, el 25 de septiembre, partió la misma desde Pozo de Aograz, menos un batallón, descendiendo por la Mar Chica. Su objetivo, Tauima y Nador, siendo el primero, preferente sobre el segundo.

Toma del Monte Tauima

La fuerza mandada por el general Orozco, se dividió en dos columnas. La de la izquierda y la de la derecha. La primera, estaba mandada por el general Aguilera y estaba formada por el Regimiento del Rey, el Regimiento de León, tres escuadrones de Cazadores de María Cristina, y dos baterías de Artillería del Regimiento Montado.

La segunda columna, se hallaba bajo el mando del general Orozco. Partió 30 minutos después de que lo hiciera la anterior y, estaba formada por los Regimientos de León, Wad-Ras, Saboya núm. 6, tres escuadrones de Húsares de la Princesa y dos baterías de Artillería, siendo una de Montaña y la segunda que era la Primera batería de Artillería del Regimiento de Campaña.

La columna mandada por el general Aguilera marchaba inicialmente con dirección hacia Zeluán. Realmente, este sentido de marcha se realizó con la intención de engañar al enemigo ya que estos creyeron que se marchaba con intención de ocupar dicho punto. Los rifeños, “mordieron el anzuelo” y se corrieron en esa dirección. De los montes de Beni-Bu-Ifrur y de la llanura de Bu-Erg, se lanzaron al galope, centenares de jinetes e incontables infantes moros, con intención de proteger la Alcazaba de Zeluán. Su punto de concentración, era el Zoco de Telatra, el cual, era dominante en altura.

Los cañones “Scneider” que habían sido dispuestos en batería, rápidamente abrieron fuego sobre las concentraciones rifeñas, los cuales, también de manera rápida, emprendieron la retirada, hacia las alturas de Beni-Bu-Ifrur. El engaño, había tenido éxito y la brigada del general Aguilera, giró a la derecha, vadeó el Zeluán y prosiguió su avance en oblicuo. El camino al monte Tauima, estaba libre.

El enemigo, comprendió las intenciones españolas y replegó sobre Nador, concentrando allí gran número de jinetes y de infantes.

Durante esta marcha, la fuerza española hizo fuego a discreción atendiendo no obstante, al principio de economía de los medios, es decir, ahorrando munición. La Artillería, enmudeció inicialmente a la hora de haber hecho fuego por primera vez, para reiniciar de nuevo el cañoneo, sobre las diez horas de la mañana, contra los rifeños que huían por el lado izquierdo del Zeluán.

La columna, continuó su marcha sin dejar de disparar. La Artillería, cambió el objetivo, haciendo fuego sobre una colina llamada Tammert, la cual, era una elevación del terreno en medio de la llanura de Bu-Erg, ubicada entre las estribaciones de Beni-Bu-Ifrur y, la Mar Chica. Los moros, en breve tiempo, la desalojaron. Mientras, las compañías del flanco izquierdo de la columna, continuaban manteniendo vivo fuego con los rifeños.

El general, ordenó que la columna prosiguiera su avance. Los moros hostilizaban, siendo su principal objetivo, tres policías indígenas que marchaban en vanguardia y que eran, excelentes tiradores y que avanzaban, hacia la derecha del monte.

Cesó el fuego de la Artillería. La distancia que separaba a los españoles del monte Tauima, era de unos 500 metros y su defensa, cada vez era más débil. Sólo tiraban las guerrillas españolas. Uno de los policías mencionados, avanzó hasta la falda misma de Tauima, volviendo al rato y poniéndose en contacto con el general Aguilera.

El general Aguilera, ordenó el rápido avance de la vanguardia de su brigada, mientras eran protegidos por el fuego de las guerrillas. Dicha fuerza, va apoderándose de la posición, flanqueando por la izquierda, la primera compañía del segundo batallón del Regimiento del Rey, una sección de zapadores y, la tercera batería de Artillería del Regimiento Montado. A su vez y, por la derecha, lo hace un escuadrón de Cazadores de María Cristina que no tardó en coronar el monte.

Practicado un reconocimiento de casas, chumberas y otros accidentes del terreno, entre vivas a España y al Rey, Tauima había caído.



Sobre medio dia, llegaron las fuerzas mandadas por el general Orozco, que habían marchado casi sin novedad, siendo hostilizadas ligeramente por la retaguardia. La fuerza, vivaqueó en el lugar, siendo abastecida por un convoy que había partido por mar con agua y víveres, Las bajas españolas, habían sido de 6 heridos y algunos caballos muertos. La fuerza, había sido auxiliada en la observación del movimiento enemigo, por el globo “Reina Victoria”, el cual se había elevado sobre las 8 horas de la mañana en la restinga, informando de los movimientos enemigos a los combatientes.

Objetivo Nador

Ocupado ya el monte Tauima, ahora se tenía que marchar sobre Nador. Allí se habían concentrado numerosos efectivos enemigos. En Tauima, habían quedado de fuerza de guarnición, el Regimiento del Rey y, una batería de Artillería de Montaña. El resto de la columna, partió hacia Nador.

Descendieron de Tauima a la llanura, conservando la formación del día anterior. Al llegar a la llanura, desplegaron en orden de combate. Inicialmente, se practicó un reconocimiento amplio por los puestos y montes, para preparar el avance de la Infantería.
Los infantes, rompieron el fuego y fueron apoderándose de huertos hasta llegar a ocupar el poblado y estación de Nador.

El general Aguilera, atacó por el flanco derecho, mientras que Orozco hizo lo propio por el izquierdo. Mientras tanto, las baterías artilleras, tanto de la columna como desde los emplazamientos del Atalayón, y Sidi-Ahmet-El- Hach, bombardeaban con furia el monte, despejándolo de enemigos, los cuales, buscando refugio, llegaron hasta las lomas más altas del Gurugú. Los españoles, avanzaban arrasándolo todo, quemando casas y arboledas. Marchaba en cabeza, el Regimiento de León. Apoyaban el avance, los cañones “Schneider” del segundo montado, y el Escuadrón de Cazadores de María Cristina. Los del 38 de Línea, (León) y los escuadrones de Cazadores, llegaron a la falda del monte, los rifeños, ya lo habían abandonado.

A las cinco y media de la tarde, Nador había caído.

Hans Nicolás i Hungerbühler




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